China se consolida cada vez más como un actor importante en la región conocida como el Sur Global. En las últimas décadas, se ha convertido en el mayor acreedor mundial de los países en desarrollo. Esto ha suscitado la preocupación de que pueda controlar a sus socios mediante "trampas de deuda" y utilizar esto para establecer una "esfera de influencia".
La influencia económica de China es tan fuerte que ahora se la considera la principal amenaza para el dólar estadounidense. China es un miembro influyente del grupo BRICS+ (que incluye a Rusia, India, Sudáfrica, Brasil, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Arabia Saudita, Etiopía y Egipto). El grupo busca crear un mundo multipolar que desafíe la hegemonía occidental, en particular el liderazgo estadounidense. El gobierno estadounidense considera ahora a China como el mayor desafío a largo plazo para el orden internacional.
Como investigador en economía política internacional en la Universidad Laval, el Sr. Zakaria Sorgho evaluó el papel de China en el proceso de desdolarización mundial.
Bastión del dólar
Según el economista francés Denis Durand, el predominio del dólar estadounidense refuerza la hegemonía de Estados Unidos en el actual orden internacional.
El dólar estadounidense también se utiliza en muchos países del Tercer Mundo y de Europa del Este, donde goza de mucha más confianza pública que las monedas locales. Estados Unidos es, además, la única gran potencia que puede pagar la deuda externa en su propia moneda.
La hegemonía del dólar estadounidense sobre la economía mundial se refleja en su sobrerrepresentación en las reservas de divisas de los bancos centrales de todo el mundo. El dólar aún supera a otras monedas a pesar de algunas caídas en este ámbito.
A pesar de una caída de 12 puntos porcentuales entre 1999 y 2021, la participación del dólar estadounidense en los activos oficiales de los bancos centrales de todo el mundo se ha mantenido bastante estable en torno al 58-59%.
El dólar estadounidense sigue gozando de gran confianza a nivel mundial, manteniendo su estatus como principal moneda de reserva. Las reservas de dólares estadounidenses de los bancos centrales de todo el mundo se invierten en bonos del Tesoro estadounidense en los mercados de capitales, lo que ayuda a reducir el coste de la deuda pública y la inversión privada en Estados Unidos.
Sin embargo, los ingresos generados por la economía estadounidense gracias al dominio del dólar también podrían derrumbarse como un castillo de naipes. El economista Durand lo señala al escribir que «la hegemonía monetaria estadounidense se mantiene únicamente gracias a la confianza de los agentes económicos de todo el mundo en el dólar».
Hay dos razones por las que la confianza global en el dólar podría disminuir. En primer lugar, como admitió la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, en una entrevista en abril de 2023, Estados Unidos está utilizando el dólar como herramienta para someter a sus adversarios, incluyendo a algunos aliados recalcitrantes. Esto podría eventualmente socavar la hegemonía del dólar.
En segundo lugar, la situación de la deuda estadounidense, especialmente su insostenibilidad, es una fuente de preocupación que podría afectar el atractivo del dólar como moneda de reserva global.
Deuda insostenible
El dólar estadounidense ha estado en el corazón del sistema monetario internacional desde 1944, y más aún desde que entró en vigor el Acuerdo de Bretton Woods en 1959.
El sistema de Bretton Woods se basaba tanto en el oro como en el dólar estadounidense (la única moneda convertible en oro); esta convertibilidad estaba fijada en 35 dólares por onza.
Eso cambió el 15 de agosto de 1971. Debido a la inflación y los crecientes desequilibrios en las relaciones económicas internacionales de Estados Unidos, el entonces presidente Richard Nixon anunció el fin de la convertibilidad del dólar estadounidense en oro.
El abandono del sistema basado en el oro le ha dado a Estados Unidos vía libre para gestionar su deuda. Para 2023, la deuda pública estadounidense había superado los 33,4 billones de dólares, nueve veces la de 1990. Esta enorme cifra sigue generando inquietud sobre su sostenibilidad. El presidente de la Reserva Federal estadounidense, Jerome Powell, ha señalado que la deuda estadounidense crece a un ritmo mayor que la economía, lo que la hace insostenible a largo plazo.
Oportunidad para China
Esta es una realidad que China ha reconocido claramente, ya que recientemente emprendió una importante venta de sus tenencias de bonos del Tesoro estadounidense. Entre 2016 y 2023, China vendió 600.000 millones de dólares en bonos del Tesoro estadounidense.
En agosto de 2017, China se convirtió en el mayor acreedor extranjero de Estados Unidos, superando a Japón. China poseía más de 1,146 billones de dólares en bonos del Tesoro estadounidense, casi el 20 % de todas las tenencias de gobiernos extranjeros. Pekín es ahora el segundo mayor acreedor extranjero de Estados Unidos.
No es casualidad que, antes de desinvertir en bonos del Tesoro estadounidense, Pekín introdujera su propio sistema de fijación de precios del oro en yuanes. De hecho, el 19 de abril de 2016, la Bolsa de Oro de Shanghái, el organismo regulador de metales preciosos de China, anunció en su sitio web el primer precio de referencia diario fijo para el oro, en 256,92 yuanes por gramo.
La política es parte de la estrategia de China para convertir el oro en un respaldo tangible para su moneda.
Oro a dólar
China también está vendiendo bonos del Tesoro estadounidense. Según el Departamento del Tesoro estadounidense, China vendió 100.000 millones de dólares en bonos del Tesoro estadounidense entre marzo de 2023 y marzo de 2024, además de los 300.000 millones que ha vendido en la última década.
Al mismo tiempo, China ha reemplazado aproximadamente una cuarta parte de sus bonos del Tesoro estadounidense a 10 años por oro. Actualmente, es el principal productor y consumidor de oro. Al igual que el banco central chino, otros bancos centrales de los mercados emergentes siguen comprando oro.
Como alternativa al dólar estadounidense, el oro permite a China acumular ganancias derivadas de su cuantioso superávit comercial. Con la Bolsa de Oro de Shanghái ofreciendo contratos de oro en yuanes, Pekín busca incrementar el uso de su moneda en el extranjero con el objetivo de establecer el yuan como la moneda de referencia de la economía global.
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Fuente: https://doanhnghiepvn.vn/quoc-te/no-cong-tang-vot-cua-my-la-co-hoi-vang-cho-trung-quoc/20241025100132934
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