
En la implementación del Proyecto 6 "Preservación y promoción de los valiosos valores culturales tradicionales de las minorías étnicas asociados al desarrollo turístico" en el marco del Programa Nacional Objetivo de desarrollo socioeconómico en zonas montañosas y de minorías étnicas para el período 2021-2030, fase 1 de 2021 a 2025, el trabajo cultural ha logrado muchos resultados prácticos.
De hecho, en las localidades se han recuperado numerosos festivales, canciones folclóricas y artesanías tradicionales, lo que ha contribuido a mejorar la vida espiritual y a promover el turismo comunitario. La cultura no solo se conserva, sino que también se convierte en un recurso para el desarrollo, un vínculo que une a las personas con su tierra natal y su identidad nacional.
Sin embargo, en muchas zonas remotas, fronterizas e insulares, donde las condiciones socioeconómicas siguen siendo difíciles, la labor de preservar y promover los valores culturales requiere un enfoque sostenible con el esfuerzo conjunto y la coordinación simultánea de todos los niveles y sectores. A través de programas nacionales específicos, muchas localidades reciben apoyo con recursos para investigar, restaurar espacios tradicionales y desarrollar productos de turismo cultural únicos. No obstante, tras la etapa inicial, lo fundamental es mantener y promover esos valores en la vida comunitaria.
Según numerosos expertos y gestores, la labor de promoción de la cultura popular en las zonas fronterizas de la patria se enfrenta a obstáculos debido a la falta de mecanismos específicos y recursos estables. Las fuentes de financiación actuales se encuentran principalmente en la fase inicial, cubriendo las necesidades de restauración, mientras que para garantizar la sostenibilidad y el desarrollo, las localidades deben gestionar sus presupuestos de forma proactiva, vinculando las responsabilidades de gestión con la preservación y difusión de los valores culturales en la vida cotidiana. Cabe destacar que, tras la implementación de un gobierno bicameral, los organismos competentes deben emitir la documentación necesaria para crear un marco legal que conecte el nivel central con el local y permita llevar a cabo esta tarea de forma coordinada.
Otro desafío es el cambio en la estructura poblacional. La generación joven, heredera de la identidad cultural, está abandonando sus espacios tradicionales. Muchos jóvenes de minorías étnicas, tras estudiar o trabajar, rara vez regresan a sus pueblos de origen. Esta situación pone en riesgo la preservación de la cultura.
En realidad, cada grupo étnico posee su propia identidad, donde la cultura constituye la fuerza espiritual que permite a la comunidad perseverar en su tierra, preservar su aldea y proteger la soberanía nacional. La cultura solo se mantiene viva cuando es cultivada por su creador y la comunidad local. Por consiguiente, la preservación cultural está intrínsecamente ligada a la labor de formar y educar a las nuevas generaciones, fomentando desde temprana edad un sentido de pertenencia a la herencia cultural.
Recientemente, se han construido y se siguen construyendo internados de primaria y secundaria para minorías étnicas en 248 comunas fronterizas. Esto no solo representa una importante política educativa, sino también un paso estratégico en materia cultural, al integrar la enseñanza de las tradiciones culturales en el currículo de estas escuelas. Los estudiantes de las zonas fronterizas cultivarán desde la escuela el amor por su tierra natal, el orgullo nacional y la conciencia de preservar su identidad.
Cuando la generación más joven sea consciente de su papel como sucesora, sepa apreciar y perpetuar los valores culturales de la nación, será quien mantenga viva la cultura tradicional en la vida cotidiana. En ese momento, cada canción, cada danza... constituirá verdaderamente el fundamento para que la región fronteriza alcance una mayor estabilidad.
Fuente: https://nhandan.vn/nuoi-duong-mach-nguon-van-hoa-vung-bien-post922133.html






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