El Departamento de Neonatología del Hospital Infantil de Hanói ingresó a un bebé con vómitos intensos y cianosis. Inmediatamente después del ingreso, los médicos realizaron una consulta interdisciplinaria (Neonatología, Cirugía General, Anestesia y Reanimación) y realizaron un diagnóstico exhaustivo mediante pruebas como radiografía esofágica con contraste, ecocardiografía, etc.
Mediante pruebas, se detectó que el bebé tenía atresia esofágica tipo C, una malformación congénita peligrosa. Además, presentó complicaciones como neumonía grave y un conducto arterioso pequeño. Esta situación crítica pone en riesgo la vida del recién nacido si no se interviene con prontitud.
Ante la crítica situación, el equipo quirúrgico, dirigido por el Dr. Tran Van Quyet, Jefe del Departamento de Cirugía General, realizó una cirugía de urgencia. Los médicos emplearon técnicas complejas, como la localización y corte de la fístula traqueoesofágica y la posterior anastomosis terminoterminal del esófago para restablecer la continuidad del tracto digestivo.
La cirugía fue difícil, ya que el paciente tenía solo dos días de vida y pesaba 3 kg, lo que dificultó la anestesia y la reanimación. Además, aunque el abordaje fue abierto, al ser un recién nacido, el espacio quirúrgico era extremadamente estrecho y la incisión medía solo unos 5 cm, lo que requería una precisión absoluta en cada intervención. En particular, el daño causado por la atresia esofágica tipo C era muy grande, por lo que la identificación y extirpación de la fístula traqueoesofágica fue difícil debido a la debilidad y fragilidad de los tejidos.
Luego de muchas horas de esfuerzo y alta concentración del equipo quirúrgico, la cirugía fue exitosa, el bebé evitó complicaciones peligrosas que podrían haber amenazado su vida.
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Se cuida al bebé en el postoperatorio. |
Tras la cirugía, el bebé continuó bajo vigilancia y cuidados especiales en el Departamento de Neonatología para asegurar su mejor recuperación. Los médicos lo reanimaron activamente con medidas como mantener la ventilación mecánica para controlar el riesgo de hipertensión pulmonar, nutrición intravenosa para asegurar una nutrición adecuada y monitorear de cerca las complicaciones, como infecciones y fugas anastomóticas.
Después de ocho días de tratamiento, el estado de salud del paciente ha mejorado, el bebé ha sido retirado del respirador y cambiado a terapia de oxígeno no invasiva, la neumonía ha mejorado significativamente y el bebé se está preparando para que le retiren el drenaje para comenzar a comer.
Los médicos recomiendan que si un recién nacido muestra síntomas anormales como aumento de la salivación, espuma en la boca, cianosis en la primera toma, tos, vómitos inmediatamente después del nacimiento, etc., los padres deben vigilar de cerca y llevar al bebé a un centro médico especializado para examinarlo e intervenir oportunamente.
La atresia y la estenosis esofágica son defectos congénitos peligrosos, pero si se diagnostican a tiempo, se operan rápidamente y se les brinda un buen cuidado postoperatorio, el niño puede recuperarse completamente y desarrollarse de manera saludable.
Fuente: https://nhandan.vn/phau-thuat-cuu-be-so-sinh-hai-ngay-tuoi-mac-teo-thuc-quan-type-c-post868117.html
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