El lavado del cabello en una nave espacial se realiza con cuidado. Foto: NASA . |
En el entorno de microgravedad de la Estación Espacial Internacional (EEI), incluso las tareas más sencillas, como lavarse el pelo, se complican. Sin la gravedad que impida que el agua caiga, los astronautas corren el riesgo de que las gotas floten, lo que pone en peligro los dispositivos electrónicos, obstruye los conductos de ventilación y compromete las condiciones sanitarias de la estación.
En tales circunstancias, los astronautas aún tienen su propia forma de lavarse el cabello. La astronauta de la NASA Nichole Ayers, quien trabaja en la EEI desde marzo, compartió los detalles del proceso en un video publicado recientemente.
"No es muy diferente de cómo nos lavamos el cabello en la Tierra, excepto que no podemos confiar en la gravedad para que el agua fluya hacia abajo", explica Ayers.
En su lugar, utiliza una bolsa de agua especializada con una válvula unidireccional. Gracias a este diseño, la astronauta puede controlar con precisión la cantidad de agua utilizada y evitar que se disperse dentro de la cápsula.
Para mojar su cabello, que en el caso de Ayers era muy largo, presionó la manguera directamente sobre el cuero cabelludo y luego vertió el agua suavemente en las raíces. Distribuyó otra cantidad de agua en las puntas, proporcionando a toda la cabeza la humedad necesaria para comenzar el lavado.
Ayers usa champú en barra, que hace menos espuma y es más fácil de controlar en gravedad cero. Después de aplicarlo, se concentra en enjuagar primero el cuero cabelludo y luego deja que el agua se distribuya por el resto del cabello. Este proceso minimiza la cantidad de agua necesaria y, al mismo tiempo, evita el riesgo de que el exceso de agua se libere al medio ambiente.
Luego utiliza una toalla para retirar el exceso de agua, aplica una capa de acondicionador, cepilla su cabello rápidamente y lo deja secar naturalmente.
El agua se evapora y entra en el sistema de filtración de aire. Tenemos que recuperar el exceso de agua porque mañana alguien podría beberla en su café, dijo Ayers.
Es un recordatorio humorístico y práctico del sistema de reciclaje de circuito cerrado de la EEI, donde cada gota de agua se recolecta, purifica y reutiliza. La vida en la estación espacial exige una adaptación extrema a las duras condiciones, y hasta las acciones más sencillas siguen estrictos protocolos para garantizar la seguridad.
Fuente: https://znews.vn/phi-hanh-gia-goi-dau-nhu-the-nao-post1574442.html
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