Los tiburones se han convertido en el enemigo público número uno en el archipiélago francés de Nueva Caledonia, en el Pacífico , tras matar a siete personas en los últimos cinco años.
En algunas playas de Nueva Caledonia hay carteles que prohíben el baño. Foto: AFP
Las autoridades de Nueva Caledonia han declarado la caza gratuita de tiburones con la esperanza de recuperar la seguridad en las playas. Sin embargo, según la AFP , los ecologistas afirman que la orden del gobierno local de sacrificar tiburones provocará una caza excesiva y perjudicará la vida marina.
Los habitantes de Nueva Caledonia, territorio francés de ultramar situado a unos 1200 kilómetros (750 millas) al este de Australia, se dividen entre quienes abogan por una solución drástica y quienes recomiendan precaución. Se desconoce la causa de la presencia inusualmente numerosa de tiburones en las bahías cercanas a la capital, Numea, y de los diez ataques a personas registrados desde 2018.
Las autoridades locales llevan a cabo campañas de caza de tiburones desde 2019, pero tras el cierre preventivo de varias playas este año, la alcaldesa Sonia Lagarde ha decidido declarar la guerra a los tiburones. Los funcionarios afirman que el sector turístico del país está amenazado. «No estamos en contra de los tiburones. Pero tenemos que reducir el riesgo», declaró Romain Paireau, secretario general de Numea.
Las autoridades locales han puesto la mira en los tiburones tigre y bulldog, dos de los más peligrosos. Sin embargo, Martine Cornaille, presidenta de la asociación Ensemble pour la Planete (Juntos por el Planeta, EPLP), afirmó que la pérdida generalizada de tiburones inofensivos es inaceptable. La ciudad se ha comprometido a liberar cualquier captura incidental. No obstante, Cornaille recalcó que la cantidad de peces muertos en la matanza de 250 tiburones tigre y bulldog desde 2019 constituye una «masacre». El pueblo indígena kanak de Nueva Caledonia también se opone a la matanza de tiburones, ya que consideran sagrados estos animales en su cultura.
Las autoridades planean instalar una red gigante en el mar para proteger una zona de 10 hectáreas de los ataques de tiburón. El EPLP ha presentado una denuncia contra las autoridades por la caza de tiburones en la zona protegida. A pesar del apoyo de muchos residentes, afirman que no han podido concertar una reunión con las autoridades.
An Khang (Según Phys.org )
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