CBS News informó que el Sr. Cedric Lodge (55 años), ex gerente de la morgue de la Facultad de Medicina de Harvard, compareció ante un tribunal federal en Concord, New Hampshire, en la tarde del 14 de junio para escuchar los cargos.
Según una acusación federal, Lodge robó partes de cadáveres de la morgue, las llevó a su casa en Goffstown, New Hampshire, y las vendió en línea. Fue despedido en mayo, según Reuters.
Facultad de Medicina de Harvard en Boston, Massachusetts
También fueron acusados en el caso la esposa del Sr. Lodge, Denise (63), y dos compradores, Katrina MacLean (44), residente de Salem, Massachusetts, y Joshua Taylor (46), residente de Pensilvania. Otras tres personas también fueron acusadas en relación con la investigación.
MacLean compareció ante el tribunal de Boston la tarde del 14 de junio, acusada de transportar bienes robados dentro y fuera de las fronteras estatales. La pena máxima por este delito es de 10 años de prisión, pero el juez le permitió volver a casa por tratarse de un delito no violento. Sin embargo, deberá comparecer ante el tribunal más adelante.
MacLean tenía una tienda en Peabody, Massachusetts. En marzo, el FBI allanó la tienda y su casa en Salem. MacLean compraba y revendía partes de cuerpos en la tienda.
Los fiscales dicen que la Sra. MacLean, el Sr. Taylor y la familia Lodge llevaron partes de cuerpos de las morgues a New Hampshire y Pensilvania entre 2018 y marzo de este año.
Las partes robadas incluían cabezas, cerebros, piel, huesos y otras partes. Cedric Lodge y su esposa las revendieron y, a veces, las enviaron por correo .
Según la fiscalía, el acusado también llevó a los compradores a la morgue para elegir las piezas que comprarían. En una ocasión, en octubre de 2020, la Sra. MacLean compró dos piezas faciales por 600 dólares.
El Sr. Taylor transfirió un total de $37,000 a la Sra. Denise Lodge por partes del cuerpo, incluida una transferencia de $200 con el contenido "cerebro".
La Facultad de Medicina de Harvard calificó las acciones de moralmente reprobables. El decano de la Facultad de Medicina, George Daley, y el decano de Educación Médica, Edward Hundert, declararon: «Estamos horrorizados de que algo tan terrible pudiera ocurrir en nuestra facultad, una comunidad dedicada a la sanación y al servicio del prójimo». Ambos decanos afirmaron que el incidente constituyó una traición a la facultad y a quienes han decidido donar su cuerpo para impulsar la investigación y la educación médica.
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