El Real Madrid está en descenso en la temporada 2024/25. |
El Real Madrid solía ser un símbolo de la nobleza futbolística: un equipo que no solo ganaba, sino que sabía comportarse tanto en la victoria como en la derrota. Pero esa imagen, lamentablemente, se ha desvanecido, reemplazada por un equipo siempre dispuesto a culpar, atacar y crear teorías conspirativas para encubrir su propio declive.
La final de la Copa del Rey tuvo un clímax caótico cuando el defensa Antonio Rüdiger lanzó una bolsa de piedras al árbitro Ricardo de Burgos Bengoetxea. Pero el acto no fue casual. Fue el resultado de una campaña sistemática iniciada por Real Madrid TV antes de cada partido: atacando públicamente al árbitro y recordando cada decisión pasada para conmover a la opinión pública.
En ese contexto, el comportamiento descontrolado por parte de los jugadores se vuelve inevitable y ya no es un evento aislado.
Florentino Pérez, quien transformó al Real Madrid en el imperio financiero más poderoso del mundo , es ahora un símbolo de gobernanza cínica y anticuada. Puede presumir de siete títulos de la Champions League, pero también ha arrastrado al club a un círculo vicioso de rivalidad, mezquindad y toxicidad.
Esta temporada, el Real Madrid no solo boicoteó la gala del Balón de Oro porque Vinicius no ganó el premio, sino que también se negó a cumplir con sus obligaciones con los medios, difundió rumores de que no jugarían la final de la Copa del Rey y generó continuamente sentimientos de trato injusto. En un entorno así, ¿cómo pueden jugadores y aficionados no sentirse "oprimidos"?
La ironía es que antes el Real Madrid se burlaba del Barcelona por sus "tiradas" y "lloros contra los árbitros", pero ahora ellos mismos están profundamente inmersos en esa mentalidad: sistemática, estratégica y legitimada por el liderazgo.
El Real Madrid se enfrenta al riesgo de irse con las manos vacías en la temporada 2024/25. |
El declive del Real Madrid no solo se refleja en su rendimiento, sino también en su evolución. La imposibilidad de encontrar un sustituto para Toni Kroos y la incorporación de Kylian Mbappé a una plantilla que ya cuenta con un exceso de extremos izquierdos y carece de equilibrio táctico son una prueba clara.
El nuevo Bernabéu costó casi 2.000 millones de euros, pero aún no ha generado los resultados financieros esperados debido a la resistencia de la comunidad y los conflictos con LaLiga. Todo el sistema se está desmoronando: desde el personal y la estrategia hasta la cultura operativa.
Mientras tanto, la prensa, que se supone es un canal para monitorear y criticar al poder, está siendo relegada, reemplazada por "influencers" controlados por el club. Un entorno donde la crítica se considera una traición, y la verdad es reemplazada por contenido que complace a la audiencia.
Algunos dicen que las raíces del caos comenzaron con Mourinho, quien veía las ruedas de prensa como parte de la batalla. Pero en realidad, solo era un instrumento. Fue Pérez quien, temeroso del Barça de Guardiola, optó por ignorar los valores fundamentales y apostar por la victoria a toda costa. El Real Madrid tenía una razón entonces, pero ahora no.
El presidente Pérez debe asumir parte de la responsabilidad del declive del Real Madrid. |
Ahora, con el club dando señales de perder terreno, Pérez ha vuelto a sus viejas triquiñuelas: crear "enemigos" para distraer a la opinión pública y consolidar su poder. Pero en un mundo futbolístico cada vez más complejo, esa táctica solo desentona con el Madrid.
El Real Madrid no pierde por culpa de los árbitros, la UEFA ni los medios de comunicación. Pierde porque ha perdido la identidad que lo hizo famoso. La cultura de saber ganar y saber perder, antaño motivo de orgullo, está siendo reemplazada por una mentalidad de víctima y una resistencia ciega.
Florentino Pérez puede ser el arquitecto del moderno imperio madrileño, pero si se niega a cambiar, será él quien cierre esa era, en la duda, la amargura y la soledad.
Fuente: https://znews.vn/real-madrid-va-su-suy-tan-cua-mot-de-che-post1550763.html
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