En la prueba, un robot de 3 cm de largo hecho de plástico de silicona mezclado con un compuesto completó la misión de reconocimiento, informó los resultados y se autodestruyó.
El robot se descompone a 120 grados centígrados después de la exposición a la luz ultravioleta. Foto: Avances científicos
En un esfuerzo por crear robots que puedan controlar sus propios ciclos de vida, un equipo de investigación de Corea del Sur ha desarrollado pequeños dispositivos suaves que pueden derretirse en un charco, informó Science Alert el 10 de septiembre. Nueva investigación publicada en la revista Science Advances.
“Simulamos la muerte en un ciclo de vida en el que el robot puede suicidarse”, dijo Min-Ha Oh, ingeniero de la Universidad Nacional de Seúl. La "muerte" se desencadena cuando los LED ultravioleta del interior del robot desestabilizan su composición química. Este proceso tarda aproximadamente una hora.
El cuerpo del robot de 3 cm de largo está hecho de hexafluorofosfato de difenilyodonio mezclado con resina de silicona. Estos materiales permiten que el robot sea resistente pero lo suficientemente flexible para desplazarse por superficies como un gusano de cuatro patas. Los robots funcionan utilizando aire comprimido.
A diferencia de los robots tradicionales con grados limitados de libertad, los robots blandos demuestran una buena adaptabilidad y realizan movimientos complejos, como manipular objetos frágiles o adaptarse a entornos inestables, según el equipo de investigación. Esto podría ser útil para misiones como la entrega de medicamentos a objetivos específicos en lugares difíciles de alcanzar del cuerpo humano, zonas de desastre o en las profundidades del mar.
Oh y sus colegas probaron asignar misiones de reconocimiento al nuevo robot. Equipado con sensores ultravioleta, de temperatura y deformación, el pequeño robot se acercó con éxito a un arma y midió la temperatura, luego se retiró a un lugar seguro para informar los resultados y activar una autodestrucción.
La exposición a la luz ultravioleta hace que el hexafluorofosfato de difenilyodonio se convierta en fluoruro, debilitando toda la estructura hasta el punto que las altas temperaturas pueden provocar su derretimiento. El robot se desintegró por completo, dejando atrás únicamente un charco viscoso de mezcla de silicona y componentes electrónicos de película fina desintegrados.
Sin embargo, esta agua contiene iones de fluoruro que pueden ser tóxicos, por lo que el equipo de investigación añadió compuestos de cloruro de calcio para ayudar a neutralizarlos. Los expertos afirmaron que se necesitan más investigaciones para mejorar el impacto ambiental de los fluidos viscosos.
Thu Thao (según Science Alert )
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