Datos recopilados hace décadas, ahora redescubiertos, sugieren que Venus podría estar experimentando procesos similares a la tectónica de placas, que están remodelando la superficie y reciclando la corteza del planeta. De ser cierto, las grandes formaciones circulares en la superficie de Venus, llamadas coronas, podrían ser la clave para comprender mejor el funcionamiento interno del planeta.
“Actualmente, no vemos coronas en la Tierra; sin embargo, es posible que hayan existido en las primeras etapas cuando nuestro planeta era joven y antes de que se formara la tectónica de placas”, dijo el científico planetario Gael Cascioli de la Universidad de Maryland y el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA.
“Al combinar datos de gravedad y topografía, este estudio proporciona información nueva e importante sobre los procesos subterráneos que pueden estar configurando la superficie de Venus”.
Foto ilustrativa.
Venus no tiene placas tectónicas como la Tierra. En nuestro planeta, la corteza está dividida en placas tectónicas que crean un terreno dinámico, permitiendo la salida del calor y el reciclaje del material cortical.
Sin embargo, incluso sin placas tectónicas, la superficie de Venus muestra evidencia de fuerzas internas que empujan hacia arriba, causando deformación. Entre las características más notables se encuentran las coronas: estructuras similares a cráteres con anillos elevados que rodean centros hundidos y grietas concéntricas que irradian hacia el exterior. Algunas coronas tienen cientos de kilómetros de diámetro.
Inicialmente, los científicos pensaron que los cráteres eran de impacto, pero análisis posteriores confirmaron que eran resultado de actividad volcánica. Los flujos de material fundido provenientes del interior empujaron la superficie hacia arriba formando una cúpula, que luego se derrumbó al enfriarse el material. El material fundido se filtró por los bordes, formando un anillo a su alrededor.
A pesar de la ausencia de placas tectónicas, los investigadores creen que la actividad tectónica persiste en Venus mediante interacciones entre los flujos del manto y la litosfera. Creen que estas interacciones tienen lugar bajo las coronas.
Los científicos construyeron varios modelos que simulaban escenarios de formación de coronas mediante corrientes de convección del manto. Posteriormente, compararon estos modelos con datos de gravedad y topografía recopilados por la sonda Magallanes de la NASA, que orbitó y estudió Venus en la década de 1990.
Utilizando datos topográficos, el equipo identificó 75 coronas y empleó datos gravimétricos para analizar los procesos que ocurren en su interior. Los resultados mostraron que hasta 52 coronas se formaron por afloramientos calientes de material menos denso que su entorno y capaz de provocar procesos tectónicos.
En la Tierra, se han documentado dos procesos similares que podrían estar ocurriendo bajo la corona de Venus. El primero es la subducción, el fenómeno en el que el borde de una placa tectónica es arrastrado bajo una placa adyacente. En Venus, cuando una corriente de material caliente empuja la superficie hacia arriba, obliga a este a extenderse y colisionar, forzando a una parte a descender al manto.
El segundo proceso es el goteo litosférico: cuando la capa inferior de la litosfera se calienta hasta el punto de fundirse, formando gotitas de material más denso y frío que finalmente caen al interior del planeta.
Los científicos admiten, sin embargo, que aún queda mucha incertidumbre. Con su superficie abrasadora, presión atmosférica extrema y lluvia ácida, Venus sigue siendo un reto formidable paraexplorar . Aun así, afirman que la corona debería ser el foco de futuras misiones, y no solo por sus posibles similitudes con la Tierra.
“Las coronas son muy comunes en Venus. Son formaciones de gran tamaño, y a lo largo de los años se han propuesto numerosas hipótesis sobre su formación”, afirmó la científica planetaria Anna Gülcher, de la Universidad de Berna (Suiza).
Lo más emocionante de nuestro estudio es que ahora podemos confirmar que probablemente existan muchos procesos diferentes, aún activos, que contribuyeron a la formación de las coronas. Creemos que estos procesos pudieron haber estado presentes en los inicios de la historia de la Tierra.
Fuente: https://doanhnghiepvn.vn/cong-nghe/sao-kim-co-the-giong-trai-dat-hon-chung-ta-nghi-va-no-van-dang-chuyen-dong/20250520102953708
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