Las autoridades dijeron que los muertos eran miembros de la Iglesia Evangélica Internacional liderada por Paul Mackenzie, quien supuestamente ordenó a sus seguidores morir de hambre ellos mismos y sus hijos para poder ir al cielo antes del fin del mundo.
El personal de seguridad y los equipos forenses continuaron encontrando más cadáveres en el lugar. Foto: Reuters
Un total de 303 personas han muerto después de que 19 nuevos cuerpos fueran exhumados de fosas comunes en el bosque de Shakahola, en el sureste de Kenia. La funcionaria regional Rhoda Onyancha dijo que más de 600 personas seguían desaparecidas.
Los medios locales informaron que unos 65 seguidores de la secta rescatados de la aterradora zona continuaron intentando suicidarse negándose a comer del 6 al 10 de junio mientras estaban en el centro de rescate.
El ministro del Interior de Kenia, Kithure Kindiki, expresó su preocupación el mes pasado porque algunos de los seguidores de Mackenzie rescatados se negaban a comer. Uno de ellos murió, dijo entonces.
El pastor Mackenzie se entregó a la policía en abril y se le negó la libertad bajo fianza el mes pasado. Aún no se le ha pedido que se declare culpable. Mackenzie fue arrestado bajo sospecha de matar a dos niños por inanición y asfixia a principios de este año, pero luego fue liberado.
Hoang Anh (según Reuters)
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