Resulta preocupante que la mayoría de los casos de insuficiencia renal grave que requieren diálisis tengan su origen en el hábito de utilizar indiscriminadamente medicamentos de origen desconocido, especialmente la medicina oriental y la medicina tradicional, que se anuncian ampliamente en línea o se transmiten oralmente entre la población.
En Vietnam, la tasa de enfermedad renal crónica es del 12,8% de la población adulta, con más de 8,7 millones de personas que padecen esta enfermedad. |
Según las estadísticas del Departamento de Riñón Artificial del Hospital Cho Ray (HCMC), actualmente hay entre 400 y 500 pacientes sometidos a tratamiento de diálisis regular.
Diariamente, la unidad recibe un promedio de 60 a 70 casos que requieren diálisis de emergencia. El Dr. Nguyen Minh Tuan, jefe del Departamento de Riñón Artificial, afirmó que el número de pacientes con insuficiencia renal crónica terminal está aumentando rápidamente y muestra claros signos de mejoría.
En particular, cada vez llegan más casos al hospital en estado de insuficiencia renal grave, que obliga a realizar diálisis de emergencia debido al uso de medicamentos de origen desconocido, principalmente medicamentos anunciados en línea con la promesa de "reducir la enfermedad renal".
“La enfermedad renal crónica tiene cinco etapas. En lugar de recibir el tratamiento adecuado en la etapa 3 o 4, muchos pacientes creen en publicidad engañosa y compran medicina herbaria u oriental para automedicarse. Como resultado, la enfermedad progresa rápidamente a la etapa final, poniendo incluso en peligro sus vidas”, advirtió el Dr. Tuan.
Compartiendo la misma opinión, la Dra. Chau Thi Kim Lien, MSc. y presidenta de la Asociación de Nefrología de la ciudad de Ho Chi Minh, enfatizó que la enfermedad renal crónica se está convirtiendo en un problema de salud global, que afecta a entre el 10 y el 13% de la población mundial , lo que equivale a entre 800 y 850 millones de personas.
En Vietnam, esta tasa es del 12,8% de la población adulta, con más de 8,7 millones de personas que padecen la enfermedad. El Dr. Lien afirmó que las causas de la enfermedad renal crónica son muy diversas, e incluyen infecciones, exposición a sustancias químicas tóxicas, enfermedades subyacentes como hipertensión arterial, diabetes y, especialmente, abuso de drogas.
Hay personas que, simplemente por dolores y molestias comunes, suelen usar analgésicos de venta libre o recurrir a la medicina tradicional china por su cuenta.
Estos hábitos, repetidos durante un largo periodo de tiempo, pueden ser tóxicos para los riñones y provocar insuficiencia renal irreversible. También afirmó que, en sus más de 30 años de práctica, ha atendido numerosos casos de insuficiencia renal grave debido al consumo de fármacos de origen desconocido, que causan daños serios sin una intervención oportuna.
Uno de los mayores desafíos en el tratamiento de la insuficiencia renal crónica es la selección y el uso seguro de medicamentos en pacientes con función renal deteriorada.
En la Conferencia Regional de Farmacovigilancia del Sur 2025, organizada por el Centro de Información sobre Medicamentos y Reacciones Adversas de la Ciudad de Ho Chi Minh en colaboración con el Hospital Cho Ray, el Dr. Nguyen Quoc Binh, subdirector de dicho hospital, destacó el papel fundamental de la farmacovigilancia y la farmacología clínica en el tratamiento de la enfermedad renal crónica. Afirmó que, en el tratamiento de la enfermedad renal, especialmente en pacientes que deben tomar múltiples medicamentos, el seguimiento de las reacciones adversas es crucial para minimizar los riesgos.
En este contexto, elegir un tratamiento de reemplazo renal eficaz y seguro es fundamental. Para los pacientes con insuficiencia renal crónica terminal, cuando la función de filtración del riñón ha desaparecido por completo, las opciones incluyen hemodiálisis, diálisis peritoneal o trasplante renal. De estas, la hemodiálisis es el método más popular en Vietnam debido a su viabilidad y costo razonable.
Sin embargo, para que la hemodiálisis sea efectiva, el paciente necesita un acceso vascular estable. Sin una vía de flujo sanguíneo suficientemente amplia y segura, el proceso de diálisis no puede llevarse a cabo, poniendo incluso en riesgo la vida del paciente.
Actualmente, existen tres grupos principales de vías de acceso vascular: catéter venoso central (CVC), fístula arteriovenosa autóloga (FAV) e injerto artificial (IAV). De estas, la FAV se considera la opción preferida debido a su baja tasa de complicaciones e infecciones, sus bajos costos de tratamiento a largo plazo y su alta eficacia.
En la IV Conferencia Científica Nacional de la Asociación Vietnamita de Enfermedades Vasculares, se abordó por primera vez a nivel internacional el tema del acceso vascular. El Dr. Nguyen Huu Uoc, Profesor Asociado, Doctor en Medicina y Especialista II, Presidente de la Asociación, afirmó que la creación temprana de una fístula arteriovenosa (FAV) es la estrategia de tratamiento más recomendada en las guías internacionales.
Un nuevo estudio publicado en la revista Medicina muestra que los pacientes con FAV presentan una tasa de supervivencia del 65,5 % a los 7 años, mientras que en el grupo con catéteres de inclusión la tasa es del 26,4 % y en el grupo con catéteres convencionales, solo del 11 %. El riesgo de muerte es 2,8 veces mayor con catéteres de inclusión y 5 veces mayor con catéteres convencionales en comparación con la FAV.
La práctica clínica demuestra que más del 80% de los pacientes en Vietnam comienzan la diálisis sin un acceso vascular a largo plazo y deben utilizar catéteres temporales.
Los expertos subrayan que, para mejorar la calidad de vida y la eficacia de los tratamientos, Vietnam necesita invertir sistemáticamente en el sistema de atención a pacientes con insuficiencia renal, especialmente en la infraestructura técnica para crear y mantener el acceso vascular. Asimismo, es necesario impulsar la capacitación del personal, estandarizar los procedimientos de punción, utilizar medicamentos seguros y fortalecer la cooperación internacional en investigación.
Para abordar esta situación, se requiere una estrategia integral que abarque desde la sensibilización pública y la advertencia sobre los efectos nocivos de los medicamentos de origen desconocido, hasta la inversión en infraestructura médica y la individualización del tratamiento. Lo más importante es que los pacientes confíen en el médico y sigan sus instrucciones, evitando decisiones riesgosas cuyas consecuencias pueden ser irreversibles.
Fuente: https://baodautu.vn/suy-than-man-tre-hoa-va-gia-tang-d305530.html






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