El riesgo de muerte, delincuencia y embarazo adolescente aumenta cuando los niños tienen padres que se divorcian a una edad temprana - Foto: Evolvetreatmen
Un estudio a gran escala publicado recientemente en la revista Science Advances, realizado por científicos de la Universidad de Maryland, la Universidad de California Merced y la Oficina del Censo de Estados Unidos, muestra que los niños cuyos padres se divorcian antes de los 5 años tienen un riesgo 55% mayor de muerte prematura que otros niños.
Según el equipo de investigación, el divorcio de los padres no es simplemente un hecho legal, sino una serie de impactos a largo plazo en la vida de los hijos: desde la inestabilidad financiera, el cambio de residencia, hasta la aparición de un padrastro o madrastra y una nueva estructura familiar.
Los ingresos familiares medios se reducen casi un 50 % tras un divorcio y se recuperan solo a la mitad en 10 años. Las familias monoparentales tienen mayor probabilidad de trabajar más horas (8 % para las madres, 16 % para los padres), lo que les deja menos tiempo para dedicar a sus hijos. Al mismo tiempo, las tasas de mudanzas se triplican, principalmente a barrios de bajos ingresos.
Los datos muestran que aproximadamente la mitad de los padres se volverán a casar dentro de los cinco años posteriores al divorcio, lo que significa que los niños deberán adaptarse pronto a vivir con un padrastro o madrastra y más dependientes.
Se vincularon datos de más de 5 millones de niños nacidos entre 1988 y 1993 provenientes de registros de impuestos federales, seguridad social y la Oficina del Censo, lo que permitió al equipo rastrear el impacto real del divorcio en los resultados de vida de los niños.
La conclusión más alarmante es que los niños cuyos padres se divorcian antes de los 5 años tienen un riesgo de: embarazo adolescente aumentado en aproximadamente 60%; muerte prematura aumentada hasta en 55%.
Los científicos creen que, además de los factores financieros y educativos , la inestabilidad ambiental, la falta de cohesión familiar y la presión social podrían ser las causas subyacentes que aumentan estos riesgos. Y este impacto no se limita a ningún país o cultura en particular.
Sin embargo, los investigadores enfatizaron que los resultados no deben interpretarse como un llamado a los padres a mantener matrimonios tóxicos o abusivos.
"No abogamos por continuar una relación peligrosa simplemente por la preocupación por el impacto negativo en los hijos. Toda decisión de divorcio debe considerarse de forma integral, incluyendo la felicidad y la seguridad de los padres", afirmó el profesor Nolan Pope.
La nueva investigación surge tras una serie de hallazgos previos sobre el impacto del divorcio en la salud mental y física de los niños. Un estudio de 2017 reveló que los hijos de familias divorciadas eran más propensos a enfermarse con mayor frecuencia en la edad adulta, mientras que un estudio de 2014 reveló que el divorcio puede aumentar la conducta desviada en los niños, especialmente en familias con altos ingresos.
Si bien el divorcio no siempre es inevitable, es esencial ayudar a los niños a transitar esta transición de manera segura y estructurada, incluida la educación emocional, el apoyo financiero y un entorno de vida estable.
MINH HAI
Fuente: https://tuoitre.vn/tac-dong-cua-ly-hon-den-tre-em-nguy-co-tu-vong-som-cao-hon-55-20250614123114359.htm
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