Aumento de los niveles de triglicéridos
Según una investigación publicada en la Revista de la Asociación Americana del Corazón, un alto consumo de fructosa en la dieta puede aumentar los niveles de triglicéridos. Los triglicéridos son el componente principal de las grasas y aceites naturales, y un nivel alto de triglicéridos puede aumentar el riesgo de diabetes tipo 2 o prediabetes.
Aumento de los niveles de colesterol
Según un estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition, consumir demasiada fructosa puede aumentar los niveles de colesterol de lipoproteínas de muy baja densidad (LDL), lo que puede conducir a la acumulación de grasa alrededor de los órganos e incluso aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas.
niveles altos de ácido úrico
Los niveles altos de ácido úrico pueden aumentar el riesgo de padecer gota. Según un estudio publicado en la Revista Internacional de Ciencias Moleculares, una dieta rica en fructosa puede aumentar la formación de ácido úrico, lo que puede agravar la gota al activar varios procesos celulares en el organismo.
Problemas de hígado
La fructosa afecta el metabolismo hepático, haciéndolo menos eficiente para quemar grasa. Por lo tanto, añadir más fructosa a la dieta provocará que el hígado almacene más grasa, lo cual es perjudicial para el hígado.
Provoca resistencia a la insulina
La insulina es una hormona que ayuda a convertir los alimentos en energía y a controlar los niveles de azúcar en sangre. Comer fruta con alto contenido de fructosa puede causar resistencia a la insulina, lo que puede provocar obesidad y diabetes tipo 2.
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Fuente: https://laodong.vn/suc-khoe/tai-sao-ham-luong-fructose-cao-lai-co-hai-cho-ban-1369459.ldo
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