El Sr. D.TT (24 años), residente en Duc Bac, Song Lo, acudió al Hospital General Vinh Phuc para un examen debido a ronquera, dificultad para tragar, dificultad ocasional para respirar y un cuello anormalmente grande. Fue diagnosticado inesperadamente con cáncer de tiroides con metástasis en los ganglios linfáticos del cuello y necesitó cirugía para extirpar el tumor de inmediato.
Tras el ingreso, los médicos realizaron rápidamente los análisis de sangre necesarios, una ecografía tiroidea, una resonancia magnética y una biopsia del tumor. Los resultados mostraron que el paciente tenía cáncer papilar de tiroides, el tipo más común de cáncer de tiroides.
El paciente acudió al hospital con voz ronca, dificultad para tragar, a veces dificultad para respirar y un cuello anormalmente grande. Foto: BVCC
Tras la consulta y la explicación de los métodos quirúrgicos y de tratamiento, los médicos realizaron una tiroidectomía total combinada con disección bilateral de ganglios linfáticos cervicales. El médico indicó que el tumor tiroideo del paciente era bastante grande, presentaba una morfología deformada y presentaba numerosos nódulos; el nódulo más grande medía 2 cm y comprimía y estrechaba la tráquea. Además, presentaba numerosos ganglios linfáticos metastásicos alrededor del cuello, el más grande medía hasta 5 cm.
Tras la cirugía, el Sr. D.TT continuó bajo seguimiento y tratamiento según el protocolo. Actualmente, el paciente ha recuperado la salud, come con normalidad y ha superado la dificultad para tragar y la ronquera al hablar.
En el futuro, se le administrarán medicamentos especiales al paciente para compensar la falta de hormonas. Si aún quedan células cancerosas, recibirá radioterapia hasta erradicar completamente el cáncer.
Al hablar sobre este caso, el Dr. Hieu comentó: «El caso de DT es el de un paciente joven con cáncer de tiroides que acudió al hospital tarde, cuando ya presentaba síntomas de compresión de las vías respiratorias. El tumor era grande y había metastatizado a los ganglios linfáticos, lo que dificultaba la cirugía y aumentaba el riesgo de complicaciones postoperatorias».
Por lo tanto, para una mejor prevención, es recomendable realizar chequeos médicos periódicos y ecografías tiroideas cada 6-12 meses. Si aparece un pequeño tumor tiroideo, es necesario continuar con el seguimiento. Si se indica una biopsia, esta debe realizarse para detectarlo precozmente y tratarlo a tiempo, previniendo así el riesgo de cáncer y metástasis ganglionar.
Según los médicos, si el cáncer de tiroides se detecta a tiempo, se realiza una cirugía radical combinada con el tratamiento con yodo 131 y la terapia endocrina convencional, el pronóstico después de la cirugía es muy bueno y es posible una curación completa.
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