El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y el presidente ruso, Vladimir Putin, en una conferencia de prensa conjunta en Moscú. (Fuente: AP) |
En un esfuerzo por fortalecer la economía de Hungría y reducir su dependencia de la energía rusa, el primer ministro Viktor Orbán anunció planes para reemplazar el combustible nuclear ruso con combustible francés en la única planta de energía nuclear del país.
Esta es una de las medidas más novedosas de Budapest, ya que los líderes húngaros han sorprendido recientemente en numerosas ocasiones al rechazar rotundamente la política europea común, diseñada para oponerse a Rusia e impedir el flujo de dinero que, según se cree, "alimenta" la campaña militar de Moscú en Ucrania. Hungría también se ha pronunciado reiteradamente para impedir que la UE incluya a la Corporación Estatal de Energía Atómica de Rusia (Rosatom) y a sus directivos en la lista de sanciones, por razones muy sensibles, directamente relacionadas con el suministro energético del país.
Sin embargo, la última medida para reemplazar el combustible ruso en la planta de energía nuclear es parte del plan de 15 puntos del Primer Ministro Orbán para revivir la economía de Hungría, que está luchando con una recesión de un año y escasez de mano de obra.
El plan del líder húngaro también incluye iniciativas para aumentar la tasa de natalidad del país, modernizar el ejército y abordar los principales desafíos que enfrenta Hungría.
Como el jefe de gobierno con más años en el poder en un país de la UE, el primer ministro Orbán pretende permanecer en el poder hasta 2034, según los medios locales.
La decisión de Hungría de abandonar el combustible ruso se debe a su objetivo de diversificar sus fuentes de energía y reducir su dependencia de Rusia. Como uno de los miembros de la UE que más depende de la energía rusa, Hungría busca aumentar su seguridad energética y reducir los riesgos geopolíticos.
Al cambiar del combustible ruso al francés, Hungría busca aumentar su resiliencia y garantizar un suministro energético más estable. Esta medida coincide con el objetivo del primer ministro Orbán de lograr una mayor independencia y autosuficiencia energética.
Además, Viktor Orbán expresó la necesidad de que Estados Unidos entable negociaciones con Rusia y garantice un acuerdo sobre la arquitectura de seguridad que incluya un lugar para Ucrania. Los observadores comentaron que esta nueva medida demuestra el compromiso de Hungría con la UE y su papel como defensor de Ucrania en el escenario internacional.
En general, el plan del Sr. Orbán para sustituir el combustible ruso en la central nuclear húngara refleja los esfuerzos del país por aumentar su seguridad energética y reducir su dependencia de un único proveedor. Además, al diversificar sus fuentes de energía, Budapest fortalece sus alianzas regionales, ya que Hungría busca proteger su economía nacional y contribuir a una mayor armonía con sus miembros regionales.
No habría nada que decir si Hungría, miembro de la UE, cumpliera regularmente con todos los criterios establecidos por esta región. Sin embargo, este país de la UE lleva mucho tiempo defendiendo abiertamente la idea de proteger sus intereses nacionales, sin seguir al pie de la letra la dirección marcada por los líderes de la UE.
En su Discurso sobre el Estado de la Nación de 2023, el primer ministro Orbán no dudó en dejar muy clara su postura sobre Rusia. Destacó el tema de la "Paz y la Seguridad", en el que el líder húngaro dejó claro que "mantendría las relaciones con Moscú y pediría a otros países que hicieran lo mismo", incluso mientras la UE intentaba mantener un frente unido contra Rusia por su campaña militar en Ucrania. También culpó a las sanciones de la UE a Rusia de causar la desorbitada inflación en Hungría, que alcanzó casi el 26 % en enero de 2023, el máximo de la UE.
El primer ministro Viktor Orban también ha sido franco al afirmar que su país se mantendrá al margen del conflicto entre Rusia y Ucrania y seguirá vetando las sanciones que perjudiquen los intereses de Budapest. Si bien ha reconocido que mantenerse al margen del conflicto, centrándose claramente en resolver los problemas económicos del país, no es fácil como miembro de la OTAN y la UE. Hungría ha recibido presiones por no cambiar su postura sobre el conflicto, pero ha recalcado que su gobierno es lo suficientemente fuerte como para no ceder a dichas presiones.
De hecho, los proyectos nucleares húngaros dependen en gran medida de entidades rusas, desde la tecnología hasta el combustible. La central nuclear de Paks por sí sola genera la mitad de la producción eléctrica de Hungría y cubre un tercio de su consumo eléctrico.
Este proyecto es también una de las razones por las que Hungría vetó cualquier posibilidad de que la UE imponga sanciones nucleares a Rusia en relación con el conflicto en Ucrania en los últimos tiempos.
Recientemente, el 18 de agosto, Hungría firmó un acuerdo con Rosatom para iniciar la construcción de dos reactores para la central nuclear Paks-2. La construcción podría comenzar en la primavera de 2024. El proyecto Paks-2 se considera de especial importancia para Hungría y los países vecinos de la Unión Europea (UE).
Ubicada a unos 100 kilómetros (62 millas) de Budapest, la central nuclear de Paks opera cuatro reactores VVR-440 de diseño soviético para producir aproximadamente la mitad de la electricidad del país. La incorporación de dos reactores VVR-1200 más casi duplicaría la capacidad de la central, un objetivo que el gobierno del primer ministro Viktor Orbán lleva tiempo buscando para impulsar la independencia energética de Hungría.
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