El 8 de mayo, el presidente Donald Trump y el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, anunciaron conjuntamente un histórico acuerdo comercial bilateral. Este es el primer acuerdo firmado bajo la estrategia comercial "Negociaciones bilaterales - Aranceles altos" de la administración Trump, con el objetivo de remodelar el orden comercial mundial y presionar a otras economías importantes.
El acuerdo no sólo es simbólico en la alianza entre Estados Unidos y el Reino Unido, sino que también sienta las bases para negociaciones posteriores con países como China, Japón, Corea del Sur e India...

Embajador Hoang Anh Tuan - Cónsul General de Vietnam en San Francisco (Ex Secretario General Adjunto de la ASEAN).
Muchas estrategias clave
Según el anuncio, se han acordado muchas estrategias clave y cuestiones relacionadas con la balanza comercial entre el Reino Unido y los EE. UU.
En concreto, Estados Unidos acordó reducir los aranceles a la importación de automóviles procedentes del Reino Unido del 27,5% al 10% para 100.000 automóviles al año (casi todos los automóviles que el país exportó el año pasado). En 2024, Estados Unidos importó productos automotrices por valor de 474 mil millones de dólares, incluidos automóviles de pasajeros por valor de 220 mil millones de dólares. De ellos, el Reino Unido exportó casi 90.000 vehículos a Estados Unidos en 2024.
Sin embargo, los vehículos que excedan el cupo seguirán sujetos a una tasa impositiva del 25%. Se trata de una medida equilibrada que abre el Reino Unido y al mismo tiempo protege su industria automovilística nacional.
Hace un mes, después de que la administración Trump anunciara nuevos aranceles, el fabricante de automóviles de lujo británico Jaguar Land Rover anunció que suspendería temporalmente las exportaciones al mercado estadounidense. La opinión pública considera que la política arancelaria estadounidense supone un duro golpe para los fabricantes de automóviles que tienen su origen o que actualmente producen en fábricas ubicadas en el Reino Unido, como Jaguar Land Rover, BMW y Aston Martin, marcas que han alcanzado mucho éxito en el mercado estadounidense.
Un tema clave también mencionado en el acuerdo comercial es que el Reino Unido ampliará su mercado de exportación de productos agrícolas y de carne vacuna de 5.000 millones de dólares a Estados Unidos.
Ambas partes han acordado un acceso “recíproco” al mercado de la carne de vacuno. En consecuencia, a los agricultores británicos se les concede una cuota libre de impuestos para 13.000 toneladas de carne de vacuno destinada a los Estados Unidos. Mientras tanto, los estándares de calidad estadounidenses para los alimentos importados del Reino Unido y viceversa siguen siendo los mismos.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro británico, Keir Starmer. (Foto: Reuters)
Según el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, el acuerdo creará nuevas oportunidades de exportación por un valor de unos 5.000 millones de dólares para Estados Unidos, mientras que los nuevos aranceles anunciados antes y que aún se mantienen después del acuerdo generarán 6.000 millones de dólares en ingresos para el presupuesto del Gobierno .
Según el nuevo acuerdo, Estados Unidos también reducirá los aranceles a las importaciones de acero del Reino Unido del 25%, impuestos desde 2018, al 0%, mientras que el Reino Unido reducirá los aranceles al etanol estadounidense del 19% al 0%. Esto podría ayudar a que las exportaciones de etanol del Reino Unido a los EE. UU. alcancen los 700 millones de dólares.
Estados Unidos y el Reino Unido acordaron formar una alianza de acero y aluminio para imponer conjuntamente un impuesto del 25% a productos similares provenientes de países sospechosos de practicar dumping.
Los dos países acordarán no imponer aranceles a los productos farmacéuticos esenciales, creando una base sólida para una cadena de suministro médico común. Aunque aún no se han ultimado los detalles, se trata de una señal positiva para las industrias farmacéuticas de ambos países.
Estados Unidos y el Reino Unido también se comprometen a aplicar altos estándares en materia de propiedad intelectual y medio ambiente. El acuerdo establece obligaciones estrictas en materia de protección de la propiedad intelectual, derechos laborales y normas ambientales. Esto refleja los esfuerzos de ambos países por combinar el libre comercio con la responsabilidad del desarrollo sostenible.
En particular, Estados Unidos también dijo que priorizaría el acceso a componentes aeroespaciales del Reino Unido.
Los fabricantes estadounidenses, particularmente en la industria aeroespacial, tendrán acceso más fácil a componentes de alta calidad del Reino Unido, un país con puntos fuertes en esta industria. Se trata de una medida estratégica para fortalecer la ventaja competitiva de Estados Unidos en las industrias de alta tecnología.
Se espera que Gran Bretaña anuncie un acuerdo de 10.000 millones de dólares para comprar aviones Boeing ensamblados en Estados Unidos, a cambio de que Estados Unidos renuncie a los aranceles sobre los motores de aviones Rolls-Royce importados de Gran Bretaña. Esta información ayudó a que el precio de las acciones de Rolls-Royce se disparara en las operaciones del 8 de mayo en la Bolsa de Valores de Londres.
Presión sobre muchas economías
El primer ministro británico, Keir Starmer, calificó el acuerdo comercial con Estados Unidos como “un día histórico”, mientras que el presidente estadounidense, Donald Trump, dijo: este es “un acuerdo comercial innovador con el Reino Unido”.
Sin embargo, Estados Unidos todavía mantiene un arancel básico del 10% sobre los productos británicos. Esta medida demuestra que Estados Unidos ya no apoya el libre comercio incondicional.
A cambio, el Reino Unido se comprometió a eliminar las barreras técnicas y administrativas que han dificultado el acceso a los productos estadounidenses, en particular en los sectores agrícola y de alimentos procesados. Se trata de una concesión importante que abre el camino para que las empresas estadounidenses amplíen su cuota de mercado en el Reino Unido.
El acuerdo comercial entre Estados Unidos y el Reino Unido no es sólo un acontecimiento diplomático simbólico sino también una declaración oficial del regreso de la estrategia de “negociación bidireccional y aranceles altos” aplicada por el presidente Trump. Si bien el Primer Ministro Starmer ha logrado un impulso económico en el panorama posterior al Brexit, Trump también ha logrado una victoria política, creando una presión de contagio sobre otras economías importantes.
El hecho de que el Reino Unido sea el primer país en firmar un acuerdo bilateral con la administración Trump sienta un precedente importante. Los países restantes, especialmente aquellos amenazados por aranceles elevados, se verán obligados a ajustar sus posiciones negociadoras si quieren mantener el acceso al mercado estadounidense.
Los socios comerciales de Estados Unidos —desde Asia hasta Europa— ahora se ven obligados a elegir entre negociar pronto o aceptar aranceles más elevados.
Por lo tanto, el acuerdo entre Estados Unidos y el Reino Unido no es simplemente un acuerdo económico, sino una herramienta para remodelar el panorama comercial mundial en la próxima década.
Fuente: https://vtcnews.vn/thoa-thuan-my-anh-phat-sung-mo-man-cho-chien-luoc-thuong-mai-toan-cau-cua-my-ar942338.html
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