Este año, China registró su verano más caluroso desde 1850, aunque también sufrió una severa ola de frío que congeló el 90% del territorio, con temperaturas que se mantuvieron por debajo de los cero grados centígrados.
Personas con protección solar caminan por una calle de Pekín, China. Foto: Reuters
En esta situación, el Sr. Chu Bing, experto jefe de servicios climáticos del Centro Nacional del Clima de China, advirtió: "2024 podría ser aún más caluroso y también podría ser un año con fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes y fuertes".
El verano pasado, una ciudad de la Región Autónoma de Xinjiang registró una temperatura récord de 52,2 grados Celsius. Además, el norte de China sufrió las lluvias más intensas en 140 años, lo que provocó inundaciones generalizadas.
China también está experimentando un diciembre récord, con muchas zonas con temperaturas inferiores a -40 grados Celsius. Este mes, Pekín, la capital de China, registró la mayor cantidad de horas con temperaturas bajo cero en diciembre desde 1951, después de que un frente frío azotara muchas zonas y provocara tormentas de nieve, provocando que las temperaturas cayeran a mínimos históricos.
Algunos expertos en meteorología señalan que el fenómeno de El Niño podría desvanecerse entre abril y junio del próximo año, pero sus efectos persistentes podrían provocar que en 2024 se rompan muchos récords del fenómeno más severo.
El Niño se refiere a un fenómeno climático que ocurre cada dos a siete años cuando las aguas cercanas al ecuador en el Océano Pacífico se calientan más de lo habitual, lo que provoca fuertes lluvias, tormentas o sequías en algunas partes del mundo. El Niño de este año comenzó en junio y ha marcado nuevas temperaturas máximas en todo el mundo.
Ngoc Anh (según Reuters)
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