Anteriormente, durante el gobierno del primer ministro Édouard Philippe en el primer mandato del presidente Emmanuel Macron, el país experimentó protestas similares entre diciembre de 2019 y febrero de 2020. Debido a la pandemia de COVID-19 y las elecciones presidenciales de 2022, la cuestión de la reforma de las pensiones se pospuso hasta enero de 2023.
En ese momento, la primera ministra francesa, Elisabeth Borne, anunció los detalles de un plan de reforma de las pensiones, que incluía aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años en 2030, además de introducir un mecanismo de pensión mínima.
También bajo este plan, a partir de 2027, los trabajadores deberán trabajar al menos 43 años para tener derecho a una pensión completa. El 20 de febrero de 2023, el proyecto de ley de reforma de las pensiones se aprobó oficialmente en el parlamento después de que los legisladores rechazaran dos mociones de censura contra el gobierno.

Las huelgas contra la reforma de las pensiones en París dejan a los residentes abrumados por la basura. Foto: REUTERS
El presidente Emmanuel Macron anunció el 22 de marzo que la ley de reforma de las pensiones entrará en vigor a finales de este año, a pesar de las recientes protestas y huelgas.
El 23 de marzo fue el noveno día de huelgas y protestas a nivel nacional desde mediados de enero, convocadas por la confederación sindical francesa. La CGT estimó que 3,5 millones de personas marcharían en todo el país ese día.
Cada vez que se realiza una marcha, grupos extremistas de izquierda o derecha aprovechan la situación para perturbar la seguridad, quemando o destruyendo numerosos comercios a lo largo de la ruta o agencias gubernamentales . Además, las huelgas y las protestas también provocan el estancamiento del transporte público, atascos de tráfico y una disminución de la producción eléctrica.
En muchas provincias, se han producido cortes de electricidad como protesta, se han cerrado escuelas, se han bloqueado gasolineras y los sindicatos de saneamiento se han declarado en huelga. Incluso en París, la capital, los residentes se han encontrado con montones de basura y la única empresa privada encargada de recogerla.
Según una encuesta del instituto Ifop, solo el 32 % de los encuestados apoya las reformas de pensiones del gobierno. El gobierno argumenta que estas reformas son esenciales para que el sistema de pensiones francés supere el déficit para 2030.
La propuesta también acercaría a Francia a sus vecinos, la mayoría de los cuales tienen una edad de jubilación de 65 años. Mientras tanto, los sindicatos dicen que las reformas propuestas son injustas y afectarían desproporcionadamente a los trabajadores poco calificados en trabajos pesados y a los que comienzan a trabajar temprano.
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