Superar los estereotipos de género
En una sociedad donde a menudo se espera que las mujeres se apeguen a los roles tradicionales, la participación de las niñas en la ciencia no se trata simplemente de aprender, sino también de superar los estereotipos de género.
El programa "Niñas en la Ciencia", implementado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en colaboración con el Ministerio de Educación de Kirguistán, ha abierto la puerta para que los niños ingresen al mundo de la Ciencia, la Tecnología, la Ingeniería y las Matemáticas (STEM).
Akdana Egemberdieva, profesora de química de la Escuela Nº 6 (ciudad de Kyzyl-Kiya, región de Batken, Kirguistán), compartió que desde que participó en el proyecto, sus estudiantes se han vuelto más valientes y confiados.
Se dan cuenta de que pueden contribuir a la ciencia y a la sociedad, en lugar de estar limitados por las expectativas tradicionales. Este cambio de pensamiento les abre nuevos horizontes y oportunidades.
Sin detenerse en las aulas, la huella del programa se fue extendiendo paulatinamente a la ciudad. Los estudiantes llevan el conocimiento científico a casa, lo comparten con sus familias y vecinos, y convierten lo que aprenden en acciones concretas en su vida diaria.
Se convierten en agentes de cambio e inspiran a otros a involucrarse en la solución de problemas locales. Esto promueve el desarrollo del pensamiento crítico y la ciudadanía activa entre los jóvenes.
Participar en la iniciativa “Chicas en la Ciencia” no sólo genera cambios en los estudiantes sino que también impacta a los docentes. La Sra. Akdana admitió que cuando se unió por primera vez al programa, se sintió incómoda, pero gracias a la compañía y el apoyo del instructor y sus colegas, gradualmente superó su miedo.
Ahora se siente más segura y preparada para afrontar nuevos retos. Para ella, la iniciativa no sólo amplía las oportunidades para las niñas en STEM, sino que también ayuda a romper los estereotipos de género e inspirar un cambio positivo.
Oportunidad de ampliar horizontes
En Kochkor, la profesora de biología Aida Asranbekova también decidió salir del marco de las lecciones convencionales para ayudar a los estudiantes a ver que la ciencia no sólo está en los libros, sino que existe a nuestro alrededor.
En el programa "Chicas en la Ciencia", la Sra. Aida y sus alumnas aprendieron sobre ecología, fauna local y gestión de residuos. Finalmente, escogió dos temas: la contaminación por residuos en la zona y la investigación de insectos.
No esperaba que los niños estuvieran tan entusiasmados. Propusieron sus propias ideas, recogieron basura y analizaron cómo reciclarla. Eligieron el tema de la investigación sobre insectos y crearon una colección para compartir con otros niños. Involucraron a todo el pueblo y pasaron horas en las montañas recolectando", dijo la maestra Aida Asranbekova.
Durante la participación, los niños también se volvieron más abiertos. Los estudiantes que antes no se mostraban entusiasmados o eran lentos para aprender comenzaron a progresar en otras materias, gracias a que hicieron amistad con mejores estudiantes. Los estudiantes más jóvenes tienen la oportunidad de hacer preguntas a sus estudiantes mayores.
El camino hacia esos cambios positivos es difícil. La propia Aida tenía mucho que aprender.
Solía tener miedo porque todo era nuevo para mí. Tuve que aprender mucho, trabajando con el instructor casi las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Al principio, tenía miedo de hacer preguntas, pero gracias a las sesiones de consultoría del proyecto, fui superando mis dudas.
Seguí llamando, haciendo preguntas y trabajando con ellos para desarrollar lecciones. Antes, simplemente estaba en clase para dar la conferencia, pero ahora, cada clase es una sesión de aprendizaje interactiva y activa. Muchos colegas también comenzaron a observar y aplicar este método", dijo.
La Sra. Aida cree que proyectos como "Chicas en la Ciencia" no solo ayudan a los estudiantes a comprender la ciencia, sino que también les ayudan a tener más confianza en sí mismos.
Antes, los estudiantes dudaban en expresar sus ideas. Ahora expresan sus opiniones con valentía, proponen soluciones y actúan. Para la Sra. Aida, el proyecto de UNICEF ha brindado tanto a profesores como a estudiantes la oportunidad de ampliar sus horizontes. Entienden que la ciencia no es sólo una teoría en los libros, sino una herramienta poderosa para cambiar el mundo que los rodea.
Desde 2020, el Ministerio de Educación y Ciencia de Kirguistán ha estado trabajando con UNICEF para promover la educación STEM tanto para niñas como para niños, especialmente en las comunidades vulnerables. Como resultado, más de 60.000 jóvenes, incluidas 48.000 niñas, han estado expuestos a la educación STEM y se han sentido inspirados a prepararse para carreras en esos campos.
Fuente: https://phunuvietnam.vn/truyen-cam-hung-tao-co-hoi-tiep-can-stem-cho-hon-48-nghin-tre-em-gai-20250425150442203.htm
Kommentar (0)