El discurso de Yurong Jiang está atrayendo la atención en las redes sociales chinas y estadounidenses, ya que la administración Trump anunció que revocaría agresivamente las visas de los estudiantes chinos con conexiones “sensibles” o que estudien carreras estratégicas para Estados Unidos.
Se dice que esta medida surge de las preocupaciones de larga data del gobierno de Estados Unidos sobre el riesgo de espionaje tecnológico entre investigadores académicos en ese país.

Yurong Jiang en su reciente ceremonia de graduación en Harvard (Foto: HM).
El emotivo discurso de Yurong Jiang en la ceremonia de graduación del 29 de mayo continúa difundiéndose en las redes sociales debido a su contenido cálido y conmovedor.
La Universidad de Harvard cuenta actualmente con más de 10.000 estudiantes internacionales y de posgrado, lo que representa aproximadamente el 30% del total de estudiantes de la institución. De esta comunidad, unos 2.000 son de origen chino.
En su discurso, Jiang destacó el papel de los estudiantes internacionales en la construcción de un mundo cohesionado y diverso. Advirtió que un mundo conectado se ve cada vez más afectado por la división, el miedo y el conflicto.
En la parte final de su discurso, Jiang afirmó: «Si aún creemos en un futuro común, recordemos que quienes nos oponen son también seres humanos. Cuando vemos humanidad en ellos, también la vemos en nosotros mismos. En definitiva, no crecemos demostrando que los demás están equivocados, sino no dejándonos llevar por la corriente».
Jiang no mencionó directamente ningún elemento político en su discurso, pero luego compartió con los medios internacionales que lo que estaba sucediendo la preocupaba a ella y a muchos otros estudiantes internacionales.
Dijo que está considerando trabajar en otro país, en lugar de quedarse en Estados Unidos. Sus compatriotas en Estados Unidos también están considerando esta opción, porque temen que la inestabilidad afecte gravemente su futuro laboral y personal.
Según la revista Harvard , Jiang estudió en su China natal antes de cursar la secundaria en el Reino Unido. Tiene una licenciatura de la Universidad de Duke (EE. UU.) y una maestría de la Escuela de Estudios Superiores de Harvard (Kennedy School) de la Universidad de Harvard.
Texto completo del discurso de graduación de Yurong Jiang:
El verano pasado, cuando estaba de prácticas en Mongolia, recibí una llamada de dos compañeros que también estaban de prácticas en Tanzania. Estaban en pánico y me preguntaron cómo usar la lavadora, porque todos los botones estaban en chino, y mis amigos usaron el Traductor de Google, pero seguían sin entender.
Esos dos amigos, uno de la India y otro de Tailandia, éramos compañeros de clase en Harvard.

El discurso de Yurong Jiang está causando revuelo (Foto: HM).
Ese momento me recordó mi creencia infantil de que el mundo era como una pequeña aldea. Nuestra generación sería la que ayudaría a erradicar el hambre y la pobreza de toda la humanidad.
Estoy cursando una maestría en Desarrollo Internacional en la Escuela Kennedy de Harvard, un programa que se basa fundamentalmente en esta misma idea: que la humanidad siempre se elevará y caerá junta.
Cuando conocí a 77 compañeros de 34 países, los países que antes eran solo figuras coloridas en un mapa de repente se convirtieron en personas reales. Me infundieron risas, sueños y resiliencia para superar el largo invierno en Cambridge, EE. UU.
Experimentamos las tradiciones de los demás, aprendemos de sus mundos, incluyendo sus problemas y cargas. Las grandes historias del mundo dejan de ser conceptos distantes para convertirse de repente en historias reflejadas a través de nuestras propias perspectivas, historias personales.
Cuando escucho historias de mujeres pobres que no pueden comprar toallas sanitarias, me siento desolada. Cuando escucho historias de niñas que se ven obligadas a abandonar la escuela por miedo al acoso, a que las molesten porque "quieren estudiar más por ser mujeres", me indigno.
Cuando escucho las historias de jóvenes que mueren en una guerra que no comprenden, me parte el corazón. La promesa de un mundo conectado se ve erosionada por la división, el miedo y el conflicto.
Hoy en día, algunos hemos empezado a creer que quienes piensan diferente, tienen diferentes puntos de vista o profesan religiones diferentes no solo están equivocados, sino que incluso podrían ser "villanos". Pero no tenemos por qué vivir así.
Lo más importante que aprendí en Harvard no fue calcular ni hacer análisis de regresión. Fue la capacidad de permanecer en silencio incluso cuando me sentía incómodo, escuchar atentamente y mantener la compostura incluso en momentos difíciles.
Si aún creemos en un futuro común, recordemos: quienes odiamos también son seres humanos. Al ver su humanidad, vemos la nuestra. En definitiva, no crecemos demostrando que los demás se equivocan, sino no dejándonos llevar.
Querida clase de 2025: el mundo en el que vivimos parece estar tan confuso como mis amigos que no saben usar una lavadora.
Cuando nos graduemos, llevaremos con nosotros todo lo que hemos aprendido de las personas que han pasado por nuestras vidas, superando el problema de la brecha entre ricos y pobres, ya vivamos en la ciudad o en el campo, tengamos fe o escepticismo...
Las personas que hemos conocido hablan idiomas diferentes, tienen sueños diferentes, pero todas se han convertido en parte de quienes somos. Puede que hayas discrepado con ellas, pero no las niegues, porque nos une algo más profundo que la fe: nuestra humanidad común.
¡Felicitaciones a la clase de 2025!
Fuente: https://dantri.com.vn/giao-duc/bai-phat-bieu-tot-nghiep-cua-nu-sinh-trung-quoc-tai-harvard-gay-xuc-dong-20250602100348763.htm
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