“Estamos comprometidos con los medios de comunicación en el marco de nuestra cultura. Los medios privados pueden seguir siendo libres e independientes. Pueden continuar con sus actividades”, declaró el portavoz talibán, Zabihullah Mujahid, en su primera rueda de prensa dos días después de la caída de Kabul, el 15 de agosto de 2021.
Los periodistas se enfrentan a muchas dificultades para informar en Afganistán, incluso enfrentando disparos. Foto: GI
Dos años después, los talibanes no solo han incumplido esa promesa, sino que también han intensificado la represión contra los medios de comunicación en Afganistán. Se han registrado numerosos casos de censura, ataques, detenciones arbitrarias, registros domiciliarios y restricciones a las periodistas en un intento de silenciar a la prensa.
A pesar de las promesas públicas de permitir a los periodistas trabajar libremente, agentes y servicios de inteligencia talibanes han agredido, arrestado y detenido arbitrariamente a periodistas, al tiempo que han cerrado medios de comunicación locales y prohibido la transmisión de algunos medios internacionales. Los reporteros extranjeros enfrentan restricciones de visado para regresar a Afganistán a informar.
Se siguen arrestando periodistas por su trabajo. Según una investigación del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), al menos 64 periodistas han sido detenidos en Afganistán en represalia por su trabajo desde agosto de 2021. Entre ellos se encuentra Mortaza Behboudi, cofundador del sitio web de noticias independiente Guiti News, quien se encuentra detenido desde enero.
Los periodistas afganos han huido en masa, principalmente a países vecinos como Pakistán e Irán. Muchos se encuentran ahora en un limbo legal sin perspectivas claras de reasentamiento en un tercer país. Sus visas están a punto de caducar, lo que genera preocupación por su posible arresto y deportación a Afganistán.
Los talibanes también están ampliando sus ataques a las plataformas de redes sociales, aplicando nuevas regulaciones contra los canales de YouTube este año y considerando una prohibición nacional de Facebook.
La represión en las redes sociales seguirá dificultando el acceso a la información para millones de afganos. Sin embargo, algunos youtubers afganos están asumiendo el rol de periodistas ciudadanos, informando en sus canales sobre temas que abarcan desde la política hasta la vida cotidiana.
Los talibanes buscan ahora poner fin a su aislamiento internacional. En las últimas semanas, han enviado una delegación a Indonesia y han mantenido conversaciones con funcionarios estadounidenses para ayudar a reactivar la debilitada economía de un país donde más de la mitad de sus 41 millones de habitantes dependen de la ayuda para sobrevivir.
Hoang Hai (según el CPJ)
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