Esta condición tiene como consecuencia un mayor riesgo de hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares. El consumo excesivo de sal puede provocar el endurecimiento de los vasos sanguíneos debido a los siguientes efectos:
aumento de la vasoconstricción
La sal es rica en sodio. Cuando aumentan los niveles de sodio en la sangre, las células endoteliales de los vasos sanguíneos se dañan, lo que reduce la capacidad de producir óxido nítrico. Esta sustancia ayuda a dilatar los vasos sanguíneos. Cuando el óxido nítrico disminuye, los vasos sanguíneos no pueden expandirse lo suficiente, lo que provoca vasoconstricción crónica e hipertensión, según el sitio web de salud Healthline (EE. UU.).

El consumo prolongado de alimentos salados puede provocar fácilmente el endurecimiento de los vasos sanguíneos.
FOTO: IA
Con el tiempo, esta vasoconstricción constante provoca que las paredes de los vasos sanguíneos se modifiquen, se engrosen y pierdan elasticidad. Los vasos sanguíneos actúan como tubos de goma que se estiran constantemente, volviéndose finalmente rígidos y vulnerables.
Efectos hormonales
La aldosterona es una hormona secretada por las glándulas suprarrenales que interviene en el mantenimiento del equilibrio de sodio y agua. Al ingerir alimentos salados, el cuerpo activa mecanismos para regular la cantidad de sodio, incluyendo un aumento de la aldosterona. Sin embargo, un aumento excesivo de la aldosterona puede dañar los vasos sanguíneos.
La hormona aldosterona estimula a las células musculares lisas vasculares para que produzcan colágeno y degraden la elastina, dos proteínas que determinan la elasticidad de las paredes de los vasos sanguíneos. Como resultado, los vasos se vuelven gruesos y rígidos.
La combinación de sal y aldosterona
Estudios clínicos confirman que la sal y la hormona aldosterona no solo actúan de forma individual, sino que también se potencian mutuamente, lo que conlleva un aumento de la rigidez arterial. El consumo excesivo de sal puede alterar los niveles de aldosterona, lo que provoca una mayor retención de agua y sodio y desencadena inflamación crónica en la pared vascular.
Además, un estudio publicado en la revista Frontiers in Nutrition reveló que las personas con niveles elevados de aldosterona en sangre tienden a presentar una mayor velocidad de la onda de pulso. La velocidad de la onda de pulso se produce cuando el corazón se contrae e impulsa la sangre hacia las arterias, creando una onda de presión que se propaga a lo largo de las paredes de los vasos sanguíneos. Un aumento en este índice indica que los vasos sanguíneos pierden elasticidad para absorber la fuerza del bombeo cardíaco.
Al contraerse el corazón, la onda de presión se propaga con mayor rapidez e intensidad, causando más daño a los vasos sanguíneos. El resultado es un círculo vicioso que conduce a la arteriosclerosis y a la hipertensión arterial crónica, según Healthline .
Fuente: https://thanhnien.vn/vi-sao-an-nhieu-muoi-lai-lam-mach-mau-chai-cung-18525110314161734.htm






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