En sus inicios, los aviones no tenían ventanas. Si observas cualquier foto de los hermanos Wright, lo notarás de inmediato. Su objetivo era volar, no la comodidad, así que es lógico que no tuvieran ventanas.
Sin embargo, el diseño de los aviones cambió gradualmente para servir mejor a los pasajeros, y así nacieron las ventanas. Antes de las ventanas redondas (u ovaladas) actuales, solían ser cuadradas hasta la década de 1950. Durante esta época, los aviones volaban más lento y a menor altura que hoy. Entonces, ¿por qué cambiaron de forma tan radical las ventanas de los aviones?
Antes de ser ovaladas, las ventanas de los aviones eran cuadradas.
Las ventanas de los aviones están diseñadas para ser redondas por seguridad. Si bien son agradables a la vista, la forma redonda no solo tiene fines estéticos, afirma Willis Orlando, especialista ejecutivo de productos de Scott's Cheap Flights. "Las esquinas redondeadas están diseñadas para distribuir la presión a lo largo de la ventana, reduciendo la posibilidad de que se agriete debido a los cambios en la presión del aire".
A medida que volar se popularizó, las aerolíneas comenzaron a volar a mayor altitud para reducir costos (había menos resistencia aerodinámica, lo que limitaba el consumo innecesario de combustible), según Reader's Digest. Los propios aviones también estaban sometidos a una presión cada vez mayor, lo que aumentaba la diferencia de presión entre el interior y el exterior del avión y provocaba una mayor acumulación de presión.
Fue entonces cuando las ventanas cuadradas empezaron a ser peligrosas. En 1953 y 1954, los tres primeros aviones de pasajeros De Havilland Comet se estrellaron, siendo las ventanas cuadradas la principal causa.
En concreto, el 10 de enero de 1954, el avión a reacción de Havilland Comet número 781 (que tan solo llevaba 2 años en funcionamiento) despegó del aeropuerto de Ciampino, en Roma (Italia), transportando a 35 pasajeros y tripulantes con destino a Londres (Inglaterra). 15 minutos después del despegue, el avión se estrelló en el mar Mediterráneo, muriendo todos los ocupantes.
El análisis de los choques concluyó que la falla por fatiga del metal se originó en las esquinas de las ventanas cuadradas. Esto dio lugar al diseño ovalado actual, ya que la tensión se distribuía de forma más uniforme alrededor de la ventana redonda en lugar de acumularse en las esquinas. Esta nueva y mejorada forma permitía distribuir la tensión de forma más uniforme, ya que el círculo no tenía esquinas donde se concentrara, lo que reducía el riesgo de agrietamiento. La forma redonda también resistió mejor la deformación, pudiendo soportar la diferencia de presión entre el interior y el exterior del avión.
Además, las ventanas de los aviones no son en realidad de vidrio, sino de acrílico, un material más duradero que el vidrio.
Cada ventana de avión tiene tres capas. La capa exterior es la más gruesa para absorber la presión ejercida en el exterior del avión. A continuación, hay otra capa gruesa. Si intentas mirar por la ventana, notarás un pequeño orificio en esta capa, cuyo propósito es equilibrar la presión dentro y fuera del avión. La capa interior es la más delgada, ya que solo necesita soportar la presión dentro del avión.
Dado que las ventanas constituyen una gran parte de un avión, son una parte importante de las inspecciones de seguridad de rutina de las aerolíneas.
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