Las naranjas ayudan a aumentar la inmunidad y prevenir algunas enfermedades en los niños como resfriados, estreñimiento y anemia.
Aumentar la inmunidad
Las naranjas contienen altos niveles de vitaminas y minerales que son beneficiosos para el crecimiento, los tejidos y el desarrollo general de los niños. Una rodaja de naranja fresca aporta más del 90% del requerimiento diario de vitamina C y también contiene polifenoles que ayudan a reforzar la inmunidad contra infecciones y enfermedades infecciosas.
Sala de anemia
El contenido de vitamina C en los frutos cítricos ayuda a la absorción de hierro, aumenta el recuento de hemoglobina y previene síntomas de anemia como fatiga y mareos. Los niños que beben regularmente un vaso de jugo de naranja fresco o una naranja entera tendrán niveles de hemoglobina saludables.
Los hombres y mujeres adultos necesitan 1 mg y 1,5 mg de hierro al día, respectivamente. Los niños en crecimiento necesitan mayores cantidades de hierro. El requerimiento diario de hierro para niños de 7 a 11 meses es de 11 mg, lo que equivale al requerimiento de los adolescentes varones. Las adolescentes que menstrúan necesitan 15 mg por día.
Reducir la diarrea
La diarrea severa puede ser peligrosa para la salud de un niño, lo cual se puede mejorar bebiendo jugo de naranja fresco regularmente. Las familias deben diluir jugo de naranja fresco con agua en una proporción 50-50 para que los niños lo beban para ayudar a reducir la diarrea.
El cuerpo humano promedio necesita entre 75 y 120 mg de vitamina C por día, dependiendo de la edad y la condición física. Sin embargo, en los niños, la necesidad de vitamina C es mucho menor, siendo necesario únicamente beber menos de 150 ml de zumo de naranja. Las familias no deben dejar que los niños beban demasiado jugo de naranja al día porque puede causar diarrea.
Las naranjas son ricas en vitamina C y nutrientes esenciales para los niños. Foto: Freepik
Reduce la hinchazón y el estreñimiento.
Los trastornos digestivos son problemas de salud comunes en los niños porque su sistema digestivo aún es débil y vulnerable. Beber jugo de naranja o comer naranjas frescas ayuda a facilitar la digestión y promueve la absorción de nutrientes. Comer naranjas ayuda a prevenir o tratar el riesgo de estreñimiento porque contienen alrededor de 2,4 g de fibra por cada 100 g.
Alivia los resfriados, la tos y las paperas.
Los niños a menudo sufren de debilidad y fatiga debido a los resfriados y la tos. Las naranjas pueden ayudar a tratar estas enfermedades. Además, los nutrientes presentes en las naranjas ayudan a proteger el cuerpo de las infecciones que acompañan a la tos y los resfriados. Si el niño tiene más de un año, la familia puede darle un vaso de jugo de naranja mezclado con miel y un poco de sal cuando tenga tos o resfriado.
Darle a su hijo jugo de naranja fresco puede ayudar a reducir las molestias causadas por las paperas. Las familias deben dar a sus hijos jugo de naranja diluido al 50% con agua tibia.
Mejorar la vista y la salud dental.
Las naranjas son ricas en vitamina A, flavonoides, fitonutrientes y nutrientes que ayudan a mantener las mucosas de los ojos de los niños. El consumo de ácido cítrico también mejora significativamente la visión y la salud ocular de los niños.
La vitamina C juega un papel importante en la producción de colágeno en el cuerpo. El colágeno también es un elemento importante de los huesos, tendones, vasos sanguíneos y ligamentos. La deficiencia de vitamina C puede provocar que los niños desarrollen síntomas de escorbuto, como sangrado de encías, pérdida de dientes, dolor articular agudo y hematomas. Las naranjas frescas son una solución natural y eficaz para eliminar síntomas y riesgos de enfermedades.
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