El Venerable afirmó que el espíritu de Vu Lan —la luna llena del séptimo mes lunar— debe asociarse con la frugalidad, la sencillez y el verdadero espíritu del budismo. «Mucha gente piensa erróneamente que comprar mucho papel votivo y celebrar banquetes suntuosos es piedad filial. Pero, de hecho, eso es una manifestación de piedad no filial. La piedad filial consiste en cuidar de los padres en vida, manteniendo el respeto y el amor sencillo, no en apariencias», compartió el Venerable.
Citando la historia del budismo, el Venerable afirmó que el espíritu de ahorro y vida minimalista se manifestó desde Buda, quien abandonó el palacio para emprender una vida ascética y encontrar el camino hacia la liberación. En Vietnam, esta tradición fue continuada y promovida por patriarcas como el emperador budista Tran Nhan Tong, quien, tras dejar el trono para practicar el budismo en Yen Tu, fundó la secta Truc Lam Zen, dando un ejemplo brillante de una vida de pobreza, conectando la religión con la vida.

Ante la realidad actual, el Venerable Thich Thanh Quyet expresó su preocupación por la situación de los rituales de aniversario de fallecimiento, que siguen siendo demasiado formales, y en muchos lugares se queman papel votivo por doquier. Esta práctica no solo desperdicia recursos y afecta al medio ambiente, sino que también contradice las enseñanzas budistas. «Quemar papel votivo es una costumbre que se origina en la antigua costumbre china del entierro sacrificial. La distorsión actual solo aleja a las personas del valor fundamental de la piedad filial», enfatizó el Venerable.

Compartiendo la misma opinión, el Venerable Thich Thanh Dat, presidente del Consejo Científico de la Academia Budista de Vietnam, afirmó que ahorrar y combatir el desperdicio no solo es una responsabilidad social, sino también un elemento fundamental de las enseñanzas budistas. Esto también constituye una forma de difundir un estilo de vida humano, sencillo y sostenible en la comunidad.
Tras el taller, los Venerables y la Junta Directiva de la Academia esperaban que cada monje y monja, tras su graduación, se convirtiera en un difusor de este espíritu en la localidad. Mediante la predicación, la participación en actividades de Dharma y la conexión con las masas, ayudarían a los budistas a comprender que la piedad filial es inseparable del espíritu de ahorro, vida sencilla y armonía, valores fundamentales para una sociedad sostenible, imbuida de la identidad cultural del budismo vietnamita.
Fuente: https://www.sggp.org.vn/vu-lan-bao-hieu-tranh-pho-truong-hinh-thuc-giu-tam-thanh-kinh-post809395.html
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