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Definir claramente la orientación de la infraestructura resistente a desastres en la planificación nacional y en los planes de inversión pública a mediano plazo.

Ante los graves impactos de los desastres naturales, en la sesión de debate del 29 de octubre, los diputados de la Asamblea Nacional destacaron especialmente la necesidad de implementar de manera resuelta, integral y efectiva el plan nacional de adaptación al cambio climático para el período 2021-2030, con una visión a 2050. Es hora de establecer claramente la dirección de la infraestructura resistente a los desastres en la planificación nacional y los planes de inversión pública a mediano plazo.

Báo Đại biểu Nhân dânBáo Đại biểu Nhân dân30/10/2025

Delegado de la Asamblea Nacional a Ai Vang ( Can Tho ): Planificación urbana temprana para adaptarse al cambio climático

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El cambio climático ha afectado, afecta y seguirá afectando gravemente a las seis regiones económicas clave de nuestro país. Si bien cada región se ve afectada de manera diferente, en general, los desastres naturales están aumentando y alcanzando niveles cada vez más graves. Durante la temporada de lluvias se producen tormentas e inundaciones; durante la temporada seca, sequías, intrusión de agua salada y aumento del nivel del mar, lo que amenaza la vida de las personas, la producción y la actividad comercial de las empresas.

Entre 2026 y 2030, el Gobierno prioriza 3.000 proyectos estratégicos de infraestructura que pueden revertir la situación. Sin embargo, la destrucción causada por desastres naturales, inundaciones, deslizamientos de tierra, erosión y el aumento del nivel del mar provoca inundaciones, daños en las carreteras, rotura de puentes, congestión vehicular y un aumento de los accidentes. Estos factores afectan a las carreteras, las vías navegables y la aviación. Por lo tanto, el Gobierno continúa revisando y evaluando el estado de la infraestructura vial en las localidades afectadas por lluvias, tormentas e inundaciones, y cuenta con un plan para complementar el presupuesto y ayudar a estas localidades a mejorar su infraestructura vial. Este es el tema más importante y necesario en la actualidad.

Tras las lluvias llega la sequía debido al cambio climático, además del doble impacto en los recursos hídricos de algunos países vecinos del río Mekong. Por lo tanto, el Gobierno debe fortalecer la cooperación internacional en materia de intercambio de datos hidrológicos y gestión de embalses para armonizar los recursos hídricos del río Mekong. Es necesario revisar e implementar a la brevedad un sistema automático, avanzado y de bajo consumo energético para el monitoreo de la salinidad, que proporcionará datos, pronósticos y alertas sobre la intrusión de agua salada. Asimismo, se debe apoyar el presupuesto de inversión para la modernización de la infraestructura de riego, el dragado de canales y el apoyo a las localidades y a la población para que puedan afrontar la sequía de manera más proactiva.

Actualmente, el país cuenta con más de 900 áreas urbanas, de las cuales aproximadamente 50 son costeras, deltaicas, montañosas y de tierras altas, gravemente afectadas por el cambio climático. Entre ellas destacan Hanói, Thai Nguyen, Hue y las provincias del delta del Mekong, que presentan una capacidad de resiliencia ante desastres naturales y el cambio climático prácticamente al límite, lo que repercute negativamente en la seguridad de las personas, los bienes y el desarrollo socioeconómico. Por consiguiente, recomiendo al Gobierno que planifique a la brevedad posible la adaptación de las áreas urbanas al cambio climático, centrándose en la resiliencia ante desastres naturales y el cambio climático para lograr un desarrollo sostenible.

Venerable Thich Duc Thien (Dien Bien): Es necesario aumentar la proporción del gasto presupuestario destinada a la adaptación al cambio climático.

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Junto a los impresionantes resultados de 2025, también existen aspectos negativos en el panorama socioeconómico general, ya que los impactos negativos del cambio climático han reducido el crecimiento, afectado los resultados del desarrollo socioeconómico en la mayoría de las localidades del país y constituyen el mayor desafío para el desarrollo sostenible de nuestra nación.

Aunque el Gobierno se ha centrado desde el principio y a distancia en la labor de prevenir, combatir y superar las consecuencias de los desastres naturales, como han manifestado numerosos delegados de la Asamblea Nacional, nuestro nivel de concienciación y atención a la adaptación al cambio climático aún no es el más alto, lo que se refleja tanto en la planificación de políticas como en su aplicación práctica para minimizar el nivel de vulnerabilidad y riesgo ante los impactos negativos e impredecibles del cambio climático, tal como ocurre actualmente en nuestro país.

Propongo que el Gobierno, en 2026 y los mandatos venideros, se centre en la implementación integral y efectiva de las metas, tareas y soluciones prioritarias delineadas en la actualización del plan nacional de adaptación al cambio climático para el período 2021-2030, con una visión a 2050. Es necesario incrementar la proporción del gasto presupuestario destinado a la adaptación al cambio climático a más del 1,5% del PIB para el período 2021-2030, tal como se prevé en el plan nacional de adaptación al cambio climático; fortalecer la gestión estatal del cambio climático; mejorar las instituciones y políticas; promover la integración de la adaptación al cambio climático en las estrategias y planes para impulsar actividades de adaptación que generen beneficios mutuos; aumentar la sensibilización y la participación ciudadana en las actividades de adaptación al cambio climático mediante la comunicación, la capacitación, el fortalecimiento de la investigación científica, la aplicación de la inteligencia artificial y el desarrollo tecnológico; y movilizar recursos financieros, inversión privada y actividades de cooperación internacional para responder al cambio climático.

El Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente y los organismos, ministerios, dependencias y localidades pertinentes coordinan sus esfuerzos para completar y difundir de forma urgente y rápida el sistema de mapas de datos de alerta temprana detallados y altamente fiables para deslizamientos de tierra e inundaciones repentinas, construir una base de datos nacional compartida, aplicar tecnología de inteligencia artificial para mejorar la capacidad de pronosticar de forma temprana y remota los riesgos de desastres naturales y contar con soluciones sistemáticas, sincronizadas y eficaces para prevenir y superar los deslizamientos de tierra e inundaciones repentinas en todas las zonas del país, a partir de la historia de la determinación, el coraje y la dedicación para salvar a la gente del jefe de la aldea de Kho Vang, provincia de Lao Cai, en 2024 y del jefe de la aldea de Hang Pu Xi, comuna de Xa Dung, Dien Bien, en agosto de 2025.

Dang Thi Bao Trinh (Da Nang): Fuerte transición de la inversión en infraestructura a la creación de infraestructura sostenible

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En apenas unas semanas, nuestro país ha sufrido continuos desastres naturales severos. En los últimos años, gracias a la atención del Partido y del Estado, el aspecto de las zonas montañosas ha cambiado significativamente. Se han abierto muchas carreteras nuevas; los puentes colgantes y los puentes de hormigón han reemplazado gradualmente a los puentes provisionales; se ha invertido progresivamente en electricidad, escuelas y estaciones. Sin embargo, debemos reconocer abiertamente que la infraestructura técnica de las zonas montañosas sigue siendo un punto débil de la economía nacional. Puentes provisionales, carreteras precarias, sistemas de drenaje deficientes y diseños de construcción que no se han adaptado a la geología, el flujo de agua, los deslizamientos de tierra y el cambio climático. Una sola lluvia intensa puede interrumpir el tráfico, provocar el estancamiento de mercancías, impedir que los estudiantes asistan a la escuela, que los pacientes lleguen al hospital, y cada vez que esto sucede, la fragilidad de la infraestructura se traduce en un retraso en el desarrollo y un grave riesgo social.

Creo que ha llegado el momento de definir claramente la orientación de la infraestructura resistente a desastres en la planificación nacional y los planes de inversión pública a mediano plazo. Es fundamental priorizar las rutas de conexión regionales, las carreteras intermunicipales e interprovinciales, garantizando así la circulación económica, cultural y social para impulsar el desarrollo de las zonas montañosas. En la situación actual, estas zonas sufren múltiples presiones simultáneamente. Para superar estas dificultades y lograr un desarrollo sostenible en esta región, propongo las siguientes soluciones clave:

En primer lugar, es necesario establecer un mecanismo de evaluación integral, interdisciplinario y longitudinal sobre el impacto sinérgico de la construcción, la explotación y la planificación residencial en el equilibrio ecológico. Este debe ser un requisito indispensable para la aprobación de proyectos en zonas montañosas, para lo cual el Gobierno debería impulsar la creación de un mapa de alerta temprana de deslizamientos de tierra en el sistema digital nacional, de modo que la población y las autoridades puedan actuar de forma proactiva.

En segundo lugar, es fundamental un cambio radical de la inversión en infraestructura a la creación de infraestructura sostenible. Todos los proyectos en zonas montañosas deben diseñarse para cumplir con los criterios de resistencia ante desastres naturales y riesgos geológicos. La planificación de la inversión pública a mediano plazo debe priorizar las rutas de transporte interregionales e intermunicipales, las obras civiles, la educación y la atención médica.

En tercer lugar, la inversión en turismo de montaña para el desarrollo económico y la preservación del patrimonio cultural debe considerarse un pilar fundamental de la estrategia de desarrollo regional y nacional, con el fin de ampliar las posibilidades de desarrollo y preservar la identidad y el entorno ecológico de las montañas y los bosques. Deben existir mecanismos y políticas favorables para que la población, especialmente las mujeres y las minorías étnicas, se convierta en protagonista del desarrollo del turismo de montaña.

En cuarto lugar, toda política de reubicación de personas debe ir acompañada de un plan de subsistencia a largo plazo. Asimismo, es necesario establecer un mecanismo de prevención y respuesta ante desastres naturales, completar con prontitud el mapa nacional de riesgos e instalar un sistema moderno de alerta temprana en las zonas y puntos vulnerables. Cada comuna y aldea debe contar con un equipo de seguridad comunitaria capacitado y equipado, que mantenga comunicación con las autoridades superiores para que la población no se vea sorprendida ni desorientada ante la ocurrencia de desastres naturales.

Fuente: https://daibieunhandan.vn/xac-lap-ro-dinh-huong-ha-tang-chong-chiu-thien-tai-trong-quy-hoach-quoc-gia-va-ke-hoach-dau-tu-cong-trung-han-10393563.html


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