Los padres son los mejores maestros de sus hijos; sus palabras a menudo los afectarán de por vida. Sin embargo, las palabras más dolorosas del mundo suelen ser las que les dicen los padres a sus hijos. Si no quieres que tus hijos sufran, ¡no les vuelvas a decir esas palabras!
1. "Todo lo que hacen los padres es por el bien de sus hijos"
Al principio, «Los padres hacen todo por el bien de sus hijos» es solo un dicho que nos conmueve y exalta nuestra abnegación. A primera vista, es un dicho lleno de amor, pero en realidad controla y constriñe a los hijos, destruyéndolos en nombre del amor.
Había un niño que creció bajo el control de sus padres. Desde cosas pequeñas como qué ropa ponerse, con quién ser amigo, incluso qué escuela elegir, qué carrera, su madre quería intervenir. El gran amor de su madre lo hizo incapaz de resistir; solo podía aceptarlo. Poco a poco, perdió la capacidad de vivir de forma independiente y perdió las habilidades de comunicación, viviendo como un niño grande.
Estar retenido durante mucho tiempo, sin libertad, acabó por cansarlo tanto física como mentalmente y sufrió depresión.
Cuando otros preguntaban, su madre sólo podía llorar de arrepentimiento: "Hice todo por el bien del niño, quién sabe...".
Al educar a los niños, evite usar frases imponentes pero difíciles de entender. Foto ilustrativa.
2. "Eres la única esperanza de la familia"
No le des sentido a la vida adulta a "hacerles promesas a tus hijos". Si bien los resultados académicos son importantes, no son las únicas condiciones para una vida exitosa. Una voluntad fuerte, una actitud optimista y un corazón bondadoso y empático son cualidades que no pueden faltarles a los niños en el futuro.
Muchos padres tienen expectativas demasiado altas para sus hijos, lo que provoca que sus vidas se vean inmersas en la ambición y el perfeccionismo de los adultos. Debido a esta ambición, a los padres no les importan los gustos ni las habilidades de sus hijos. Y cuando no pueden cumplir esas expectativas, algunos recurren a pensamientos negativos, lo que hace que sus padres se arrepientan.
En cambio, puedes decir: "Creemos que puedes hacerlo, te entendemos".
3. "Si no trabajas duro, te arrepentirás el resto de tu vida"
En el libro "Cómo hablar con los niños para fomentar la motivación, resolver el estrés y crear un hogar feliz", los educadores y psicólogos William Stixrud y Ned Johnson afirman que provocar miedo es una de las maneras menos efectivas de estimular la motivación interna de los niños. Incluso ejerce presión sobre ellos. Se sentirán estresados, lo que gradualmente los llevará a evitar los consejos de sus padres.
Además, los adultos presentan una visión que supera con creces la comprensión de los niños. Por lo tanto, los dos expertos consideran que esta afirmación carece de sentido y es contraproducente. En cambio, los padres prudentes deberían animar a sus hijos. Los autores dan un ejemplo: «Todavía no sabes multiplicar números de tres dígitos, pero aprenderás rápido. Mira, puedes multiplicar números de dos dígitos con fluidez».
También podemos mostrarles a nuestros hijos que la tarea en cuestión no es fácil, pero si siguen practicando, la superarán y afrontarán con confianza los retos futuros. "Creo que lo harás bien", esta es la sugerencia del experto.
4. "Mira a los hijos de los demás"
Si odias que te traten así, no se lo hagas a los demás. Si tu hijo dice: "Mira qué guapa es su madre", "Mira qué amable es su padre", "Mira qué bien va su hijo en una buena escuela", "Mira qué rica es su familia", como padre, ¿puedes aceptar esas palabras? Si no puedes aceptarlo, ¿por qué decirle lo mismo a tu hijo?
¡Acepta la mediocridad de tus hijos, así como los hijos nunca pidieron a sus padres que fueran excelentes!
Compararlos con otros niños los hace sentir miserables y, poco a poco, les inculca la creencia de que siempre son inferiores. Foto ilustrativa.
5. Los padres se avergüenzan de sus hijos.
Si su hijo comete un error y sabe que está mal, no hay necesidad de seguir insistiendo ni enfatizando sus errores. Los padres deben ayudarlos a resolver el problema, no a desahogar sus propias emociones negativas.
Muchos padres siempre piensan que sus hijos son solo niños, no los consideran amigos que escuchen sus pensamientos, los oprimen constantemente y los obligan a hacer lo que quieren. Si no consiguen lo que quieren, los obligan a escuchar regaños, palabras duras o amenazas. En lugar de eso, los padres deben mantener la calma, sentarse junto a sus hijos, hablarles y explicarles. Cualquier problema se resolverá. Las voces fuertes son como una cuerda con muchos nudos, lo que complica el problema.
6. "No te preocupes, mamá/papá está aquí"
A medida que los niños crecen, desean ser libres. Los padres no pueden estar con sus hijos todo el tiempo ni supervisar cada uno de sus movimientos. Si los niños siempre creen que sus padres lo resolverán todo, tenderán a comportarse de forma más imprudente, incluso irresponsable.
Los padres también deben permitir que sus hijos cometan errores. Como no podemos protegerlos eternamente en una jaula de cristal, permítales explorar el mundo que los rodea y aprender a levantarse después de una caída. El papel de los padres es guiarlos, analizar lo correcto y lo incorrecto, y ofrecer soluciones razonables, en lugar de asegurarles que se encargarán de todo.
Especialmente en la adolescencia, los niños sienten curiosidad por el mundo; cuanto más se les prohíba, más encontrarán maneras de "cruzar la línea". Pero esto no significa que debamos callar ni dejar que los niños actúen por su cuenta. También necesitamos momentos para decir que no con firmeza, sobre todo analizando los riesgos y las responsabilidades que puedan surgir.
7. "¿Por qué eres tan estúpido?"
"Eres tan estúpido que en el futuro solo recogerás basura", suelen regañar así algunos padres a sus hijos sin saber que el coeficiente intelectual de sus hijos está relacionado con la genética de sus padres.
Este factor genético representa el 70%, así que no digas que el niño es tonto; eso equivale a criticarte a ti mismo. El 30% restante puede provenir de esfuerzos por ser más inteligente, pero ha sido superado por padres como tú. Ser padre sin saber cómo animar a los niños, solo sabiendo criticar y con sarcasmo, ¡herirá el alma inmadura del niño!
8. Los padres ya no pueden enseñar a sus hijos, ¿verdad?
En el caso de los adolescentes, los cambios de comportamiento y las acciones impulsivas pueden confundir a los padres y causar conflictos entre ambas generaciones. Cuando los padres quieran señalar el mal comportamiento de sus hijos, deben hablarles como amigos y explicarles sus preocupaciones en lugar de regañarlos o usar palabras duras.
Además, cuanto más dicen esto los padres, más quieren resistirse los hijos. En este caso, padres e hijos se convierten en dos oponentes en una guerra. Cuanto más quieren los padres enfatizar su autoridad, más quieren los hijos romper esta barrera y demostrar su valía.
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Fuente: https://giadinh.suckhoedoisong.vn/8-cau-cha-me-khon-ngoan-khong-bao-gio-noi-voi-tre-vi-thanh-nien-172240629173700101.htm
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