
Airbnb ya cuenta con más de un millón de anuncios en Francia, un aumento del 60% en comparación con 2018.
Airbnb, la plataforma de alquiler vacacional online que en su día fue aclamada como símbolo de la « economía colaborativa», se está convirtiendo en una de las principales causas del agravamiento de la crisis de la vivienda en Francia. No solo ha experimentado un crecimiento explosivo del mercado de alquileres turísticos a corto plazo, sino que la empresa estadounidense también ha contribuido a convertir numerosas viviendas oficiales en alojamientos de alquiler temporales.
La dificultad para encontrar vivienda asequible es actualmente la principal preocupación de los franceses, debido a múltiples causas: escasez de terrenos para la construcción, falta de vivienda social, alquileres y precios de la vivienda que aumentan más rápido que los ingresos, trámites complicados y gran cantidad de apartamentos vacíos. Sin embargo, según una serie de investigaciones recientes, la retirada de cientos de miles de apartamentos del mercado de alquiler a largo plazo para destinarlos al alquiler turístico a corto plazo a través de plataformas como Airbnb ha agravado esta crisis.
En la región metropolitana de París, cerca del 30% de los apartamentos anunciados en Airbnb son solo para estancias cortas, dejando a miles de personas sin vivienda a largo plazo. En el centro de Niza, la cifra asciende al 70%, ocupados principalmente por inversores. Como consecuencia, muchos barrios antiguos se han masificado de turistas, los comercios locales han desaparecido y los edificios se ven constantemente saturados de gente, perturbando la vida comunitaria.
Según el reportaje de investigación de Le Monde, «El gigante Airbnb», la empresa, con unos ingresos de 11 000 millones de dólares y un beneficio neto de 2600 millones de dólares en 2024, se ha aprovechado al máximo del atractivo turístico de Francia y de la laxitud de sus políticas de gestión. Desde su modelo inicial en 2008, que consistía en alquilar un colchón con desayuno, Airbnb se ha convertido en una maquinaria global que ha revolucionado el mercado inmobiliario urbano.
Airbnb cuenta ahora con más de un millón de anuncios en Francia, un 60 % más que en 2018. Muchos anfitriones ven los alquileres vacacionales como una mina de oro que les permite obtener beneficios rápidamente, llegando incluso a comprar una segunda vivienda para depreciarla con el turismo. Este auge también se ve impulsado por la tendencia del teletrabajo, que populariza la inversión en segundas residencias para alquileres vacacionales.
Al mismo tiempo, el mercado se está transformando en una herramienta para la especulación inmobiliaria: las experiencias personales que antes marcaban la diferencia están siendo sustituidas por cajas de seguridad, empresas de gestión, decoración estandarizada y un severo sistema de calificación entre propietarios e inquilinos.
Tras años de acusaciones de permisividad ante el lobby de Airbnb, los legisladores y gobiernos locales franceses comienzan ahora a tomar medidas, siguiendo el ejemplo de ciudades como Barcelona y Nueva York. La nueva legislación, que se aprobará a finales de 2024, se considera un primer paso alentador para regular los alquileres vacacionales, si bien los controles y la fiscalidad siguen siendo limitados.
Fuente: https://vtv.vn/airbnb-nguyen-nhan-gay-khung-hoang-nha-o-tai-phap-100251029101114453.htm






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