(HNMCT) - Incluso en un país con una cultura culinaria única como Brasil, los platos típicos del estado de Pernambuco en general y de la ciudad de Recife en particular aún crean su propia identidad. Los pernambucanos utilizan ingredientes que rara vez se encuentran en otras regiones, y no pueden dejar de mencionar los innumerables mariscos que el océano Atlántico ha regalado a esta tierra.
Recife es el hogar del bolo de rolo, un pastel considerado el "plato nacional" de Brasil. Cuenta la leyenda que los esclavos negros adaptaron la receta portuguesa del colchão de noiva para crear bolo de rolo. Al igual que otros bizcochos, los panaderos de bolo de rolo mezclan harina, huevos, mantequilla y azúcar, luego toman esta mezcla y la apilan en capas superpuestas. Lo que hace diferente al bolo de rolo es que entre cada capa de pastel, el chef unta una mermelada hecha a base de pulpa de guayaba cocida en agua azucarada. Esta mermelada de guayaba es una especialidad brasileña y se utiliza en muchos de sus platos.
Una cosa que muchos visitantes de Recife no saben es que pueden encontrar mucha comida deliciosa en la playa. Allí podrás encontrar fácilmente vendedores ambulantes que venden mariscos asados sobre carbón. El camarón de agua salobre de Recife es especialmente digno de comer por su sabor dulce. Los comensales solo deben prestar atención a qué puestos venden camarones frescos a la parrilla: la mejor manera de hacerlo es decirle al vendedor la palabra provar para que pueda darle una muestra.
Los visitantes también pueden disfrutar de la sopa caldinho en la playa de Recife. Los turistas sólo tienen que prestar atención a qué vendedores ambulantes llevan termos para saber inmediatamente que venden caldinho. Caldinho es en realidad una sopa de frijoles negros cocinada con grasa de cerdo. El vendedor vierte la sopa en vasos de plástico para que los comensales la beban con huevos de codorniz, galletas de tapioca o pan untado con queso coalho y luego la asan.
Si buscas un plato principal especial, elige la moqueca. Los 300 años de historia de la moqueca provienen de los cocoteros y las palmeras traídos a Brasil por los colonos portugueses. Los esclavos negros idearon entonces una forma de tomar pescado, camarones, calamares y mejillones y guisarlos en aceite de palma y leche de coco durante horas. El resultado es una sopa moqueca: con un solo sorbo sentirás como si estuvieras poniendo toda la costa brasileña en tu lengua. La mejor manera de disfrutar la moqueca es espolvorear cilantro picado sobre la sopa, luego arrancar trozos de corteza de pan y sumergirlos en la sopa.
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