Alimentos refrescantes para el calor: Las alcachofas nutren el hígado y la bilis.

Las alcachofas son bajas en calorías pero ricas en vitaminas y minerales, tienen un efecto refrescante, son buenas para el hígado y para la bilis.

El Dr. Huynh Tan Vu, especialista y profesor del Departamento de Medicina Tradicional de la Universidad de Medicina y Farmacia de Ciudad Ho Chi Minh, afirmó que la flor de alcachofa tiene propiedades refrescantes y elimina el calor del hígado, lo cual es muy beneficioso para la salud. Aporta aproximadamente un 9,3 % de carbohidratos, un 1,5 % de fibra, muy poca grasa y proteínas.

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“Las flores de alcachofa contienen pocas calorías, solo entre 40 y 50 kcal, pero son ricas en vitaminas y minerales como potasio, fósforo, calcio y magnesio. Son especialmente adecuadas para personas con diabetes, ya que tienen muy poco azúcar. Además, esta flor ayuda a eliminar toxinas en personas con desequilibrios debido al consumo excesivo de alcohol”, explicó el Dr. Vu.

La alcachofa tiene un efecto refrescante en el cuerpo.

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En los días calurosos, un vaso de agua fresca de alcachofa no solo calmará la sed, sino que también será beneficioso para la salud, mejorando, por ejemplo, la digestión. Para prepararla, lave una alcachofa, escúrrala y quítele el tallo. Hierva 1,5 litros de agua en una olla grande, añada la alcachofa, baje el fuego, tape la olla y cocine durante 2 o 3 horas, hasta que la alcachofa esté tierna y haya soltado todo su dulzor.

Añade el azúcar de roca y las hojas de pandan a la olla, tapa y cocina durante 10 minutos más. Apaga el fuego. Retira las alcachofas y las hojas de pandan. Deja enfriar el agua, viértela en una botella, tapa y guarda en el refrigerador para usarla después.

Aunque las alcachofas no regeneran las células hepáticas (debido a su ausencia de cinaropicrina), previenen la intoxicación hepática, son antioxidantes, diuréticas y coleréticas. Diversos estudios demuestran que las alcachofas estimulan el hígado y la vesícula biliar, previenen la formación de cálculos biliares, son diuréticas, combaten la intoxicación hepática, reducen los lípidos en sangre y aumentan el metabolismo. Investigaciones recientes indican que el efecto antioxidante de las alcachofas se mantiene incluso después de la cocción.

En casos de dolor de hígado, dolor de estómago, indigestión, baja producción de leche en mujeres posparto, diabetes, gota, reumatismo y debilidad física, se pueden hervir flores de alcachofa en agua para beber, frescas o secas (10-20 g de decocción si se usan frescas, 5-10 g si se usan secas).

Sin embargo, no abuses de ella. Si consumes demasiada alcachofa, tanto en comida como en bebida, puede provocar efectos secundarios como espasmos musculares en el sistema digestivo, hinchazón y fatiga. Si la alcachofa es fresca, solo debes consumir de 10 a 20 g hervida en agua al día; si es seca, de 5 a 10 g. En el caso del té envasado, solo debes consumir de 2 a 3 bolsitas al día, recomienda el Dr. Vu.

Fuente: https://thanhnien.vn/an-uong-giai-nhiet-mua-nang-nong-atiso-nhuan-gan-loi-mat-185230426130955453.htm