El mundo en línea ha abierto un espacio libre para que millones de personas creen, se comuniquen y se expresen. Pero también es allí donde la fama puede convertirse en una ilusión, cuando algunos se arrogan el derecho de juzgar y dirigir la opinión pública más allá de los límites de la ética y la ley. Un reportero de SGGP entrevistó al Dr. Nguyen Viet Thong, profesor asociado, exsecretario general y miembro permanente del Consejo Teórico Central, sobre la historia de las celebridades en la era digital, la cultura del comportamiento en el ciberespacio y la responsabilidad de mantener el apoyo popular en la nueva era de los medios.


REPORTERO: Señor, hoy en día mucha gente cree que con solo tener un gran número de seguidores en las redes sociales ya son "famosos". ¿Qué opina usted de esta idea?
- Dr. Nguyen Viet Thong, Profesor Asociado: En mi opinión, antes que nada, debemos distinguir claramente quién es una "persona famosa". Una verdadera celebridad debe poseer virtud, talento e influencia social positiva. Hay personas que fueron famosas en su momento, lo siguen siendo y serán respetadas siempre por la sociedad, porque poseen virtud, personalidad y verdadera dedicación. Pero también hay personas que alguna vez fueron talentosas y virtuosas, pero al caer en el individualismo y perder su pureza, perdieron también su "fama" en el verdadero sentido de la palabra. Se consideran superiores a los demás, se arrogan el derecho de juzgar, de influir en la opinión pública e incluso de transgredir los límites de la ética y la ley. También existen casos de personas que fueron famosas por malas razones, pero que luego aprendieron a corregirse y se volvieron "famosas" por buenas razones. Y, por supuesto, existe otro tipo, famoso desde el principio por malas razones: famoso por infringir la ley, por causar daño a la sociedad… Estos casos no pueden considerarse verdaderas celebridades. Por lo tanto, cuando hablamos de «celebridad», deberíamos ponerlo entre comillas, porque no cualquiera con muchos seguidores merece ese título. La verdadera fama debe ir de la mano con valores personales y contribuciones a la comunidad.

¿Qué opinas de la cultura de comportamiento de las "celebridades" en las redes sociales hoy en día?
La cultura del comportamiento es un campo que pertenece a la categoría de ética social, y la ética social es el estándar del pueblo vietnamita. El tío Ho dijo una vez: «Si tienes virtud pero no talento, será difícil hacer algo. Si tienes talento pero no virtud, eres inútil». Virtud y talento deben ir de la mano. El secretario general To Lam también enfatizó recientemente que las personas necesitan virtud, talento y salud. Y el difunto secretario general Nguyen Phu Trong, en la Conferencia Nacional de Cultura, propuso ocho valores para el pueblo vietnamita: patriotismo, solidaridad, autosuficiencia, lealtad, honestidad, responsabilidad, disciplina y creatividad. Por lo tanto, construir una cultura del comportamiento en el ciberespacio no es solo una cuestión de habilidades comunicativas, sino también parte de la construcción del pueblo vietnamita en la nueva era. Cuando algunos individuos se aprovechan de las redes sociales para juzgar, difamar o manipular la opinión pública con fines distorsionados, no solo infringen la ley, sino que también degradan la moral y la personalidad.
Debemos incorporar la cultura del comportamiento en el proceso general de construcción de un sistema de valores humanos vietnamitas, con virtud, talento y responsabilidad, de manera que cada declaración en internet no perjudique a la sociedad, sino que contribuya a difundir cosas buenas.

*En el contexto de la explosión de información y el desarrollo de la inteligencia artificial, ¿cómo ve la libertad de expresión y la responsabilidad cívica en línea?

Vivimos en una época de sobrecarga informativa: ruidosa, caótica y difícil de verificar. Por ello, es fundamental que todo ciudadano, especialmente los jóvenes, reciba educación y formación adecuadas sobre la libertad de expresión y la responsabilidad cívica en línea. La libertad no implica decir lo que uno quiera. La verdadera libertad debe enmarcarse dentro de la constitución y la ley. Hablar en línea debe ser disciplinado y responsable, no arbitrario.
Como enfatizó en su momento el difunto Secretario General Nguyen Phu Trong, uno de los ocho valores del pueblo vietnamita es la responsabilidad: responsabilidad hacia uno mismo, hacia la familia, hacia la sociedad, hacia el país y hacia el futuro de la nación. La labor de propaganda, ideológica y teórica debe fortalecer la orientación de la opinión pública, utilizando la belleza para eliminar la fealdad y el bien para repeler la negatividad. Esta es la importante línea de defensa ideológica en la nueva era.
*Para fortalecer la confianza social y la solidaridad de la gente en el contexto actual, ¿en qué soluciones deberíamos centrarnos, en su opinión?
Nuestro Partido siempre ha dado gran importancia a la construcción de la confianza popular, lo que significa convertirla en un muro inexpugnable para proteger el régimen. Cuando el pueblo comprende, cree y apoya al Partido, esa es una fuerza invencible. Para proteger la confianza social, debemos partir de la realidad y la satisfacción del pueblo y las empresas, considerándolas como medida de la eficacia del sistema político. El presidente Ho Chi Minh aconsejó en una ocasión: los cuadros deben ser un ejemplo a seguir para el pueblo. Nuestro Partido también ha promulgado el Reglamento 144 sobre la responsabilidad de dar ejemplo, desde el líder hasta cada cuadro y miembro del partido. En la familia, si los abuelos y padres son ejemplares, los hijos y nietos lo serán; en la sociedad, si los cuadros dan ejemplo, el pueblo creerá. Un ejemplo vivo vale más que cien discursos propagandísticos.

Por lo tanto, para fortalecer el espíritu ciudadano en la era digital, es necesario construir un sistema de soluciones integrales: promover la comunicación positiva, honrar a las personas y las buenas acciones, fomentar la responsabilidad de dar ejemplo a los funcionarios y, al mismo tiempo, fortalecer la educación cívica en línea. Cuando el espíritu ciudadano se fortalece y la confianza social es sólida, ningún argumento falaz puede socavar la solidaridad de nuestra nación. Las figuras públicas en el mundo digital solo son verdaderamente merecedoras de ese título cuando saben cómo usar su reputación para servir a la comunidad, difundir la bondad y fortalecer la confianza social. Esta es también la manera en que cada individuo, tanto en el espacio físico como en el virtual, puede contribuir a construir una sólida posición de espíritu ciudadano, protegiendo los fundamentos ideológicos del Partido y los valores culturales vietnamitas en la era digital.

Siempre he pensado que los artistas, en esencia, realizan un trabajo normal como cualquier otra profesión en la sociedad. El cariño y la atención del público les brindan ciertos beneficios, pero eso es una característica de la profesión, no un poder. Los artistas son, ante todo, ciudadanos y deben acatar la ley y las normas éticas como cualquier otra persona. Lo importante es que los derechos siempre conllevan responsabilidades. A los artistas se les da la oportunidad de crear belleza, de honrar la belleza, y también deben tener la responsabilidad de difundirla, desde pensamientos y palabras hasta acciones y estilos de vida. Porque cada declaración, cada decisión de un artista puede influir en los demás, especialmente en los jóvenes, que se dejan influenciar fácilmente por sus ídolos. Una perspectiva correcta puede guiar a los jóvenes hacia el bien; por el contrario, una declaración distorsionada puede distorsionar la percepción y sembrar negatividad.
Creo que no se debería llamar a los artistas o celebridades «poder real», porque esa forma de denominarlos crea fácilmente una ilusión de poder tanto para ellos como para el público. Los jóvenes que sueñan con ser famosos en internet deberían considerarlo una profesión, con responsabilidad y dedicación. Si trabajas para una empresa, debes dedicarte a ella; si te dedicas al arte, debes dedicarte al público. El cariño del público es una recompensa, no un poder que se deba abusar, sino una confianza que debe mantenerse con una buena actitud y responsabilidad hacia la sociedad.

Como joven MC, tengo claro que las redes sociales representan tanto una oportunidad como un desafío. Nos dan el derecho a hablar, a expresarnos y a difundir nuestro mensaje, pero también crean una especie de carrera invisible por la atención. Allí, cualquiera puede convertirse en el centro de atención de la noche a la mañana, pero mantener esa posición a largo plazo es otra historia.
El atractivo de las redes sociales reside en la rapidez de la transmisión, mientras que su presión radica en la rapidez del juicio. Un pequeño error basta para arruinar todo el esfuerzo. Por ello, aprendí a ver las redes sociales como una herramienta para compartir valores, no como una medida de la autoestima. La línea entre expresarse y perderse, en mi opinión, reside en el nivel de autoconocimiento y la motivación inicial. Cuando uno sabe quién es y en qué cree, no se deja llevar fácilmente por el glamour pasajero. Expresarse no está mal; todos tenemos derecho a brillar, pero la verdadera luz debe encenderse desde la convicción interior, no desde el deseo de ser alabado.
Los recientes casos de celebridades con problemas legales nos enseñan una valiosa lección: la fama no reemplaza la moralidad, y el talento no salva a una personalidad indisciplinada. A veces, la fama llega más rápido que la capacidad de autocontrol. La fama puede abrir oportunidades, pero solo la personalidad puede conservarlas a largo plazo. El verdadero éxito no reside en la fama, sino en la paz interior. Si tuviera un mensaje para los jóvenes que sueñan con ser influencers, les diría: «Construyan su influencia a partir de valores reales, no de la ilusión de la fama». El verdadero poder de los jóvenes no radica en la capacidad de inspirar admiración, sino en la de inspirar un cambio positivo.
En una era donde todo se puede dar "me gusta" con un simple toque, la autenticidad es más valiosa que nunca. Que la amabilidad sea tu sello distintivo, porque al final del día, la gente no recordará cuántos seguidores tienes, sino cómo usaste tu voz para hacer del mundo un lugar mejor.
Fuente: https://www.sggp.org.vn/ao-vong-quyen-luc-trong-the-gioi-mang-bai-4-khi-danh-tieng-can-song-hanh-cung-dao-duc-va-trach-nhiem-post820971.html






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