En concreto, hay cinco tareas de transformación digital: formar y desarrollar recursos humanos para la agricultura digital; construir modelos de agricultura inteligente; construir vínculos en la cadena de valor; gestión de datos; organizar conferencias, seminarios e intercambio de experiencias.
En correspondencia con la primera solución, capacitar a 4 clases/año de extensionistas agrícolas y de base en el uso de IoT (Internet de las cosas), IA (inteligencia artificial) y tecnologías de análisis de datos; 20 clases/año para capacitar a agricultores, cooperativas y grupos cooperativos en el uso de software para controlar la calidad y trazabilidad de los productos agrícolas.
En segundo lugar, construir 10 modelos al año aplicando tecnología IoT para monitorizar y recopilar datos sobre medio ambiente, tierra, agua de riego y nutrición; los drones rocían pesticidas, fertilizan, monitorizan los campos...
En tercer lugar, la aplicación Blockchain gestiona la cadena de suministro y el proceso transparente de producción y consumo.
En cuarto lugar, desarrollar software para proporcionar información sobre el suelo, las variedades de cultivos, el historial de cultivo y optimizar los procesos de producción; aplicar Big Data e IA para analizar y pronosticar la productividad, las estaciones y las situaciones de plagas y enfermedades.
En quinto lugar, organizar el aprendizaje, intercambiar experiencias, atraer a empresas nacionales y extranjeras para invertir en agricultura de alta tecnología, agricultura inteligente y crear condiciones para que los agricultores accedan a soluciones tecnológicas avanzadas.
Con las 5 soluciones anteriores, el problema de la transformación de la producción agrícola para 2030 debe ser abordado por al menos el 30% de los hogares productores y el 50% de las empresas y cooperativas agrícolas de la provincia aplicando soluciones de IoT, IA y automatización.
Al mismo tiempo, al menos el 30% de los productos agrícolas de la provincia se consumen a través de canales de comercio electrónico y plataformas digitales; 2.000 o más trabajadores son capacitados y desarrollados con habilidades digitales en la agricultura; se reduce el 30% del uso de recursos (agua, fertilizantes, pesticidas) y se reducen el 20% de las emisiones de CO2 de la producción agrícola.
De esta manera, toda la provincia ha completado la construcción de un sistema de datos que gestiona información sobre tierras, cultivos, ganado y procesos agrícolas para servir a la planificación y optimización de la producción agrícola en la zona.
Fuente: https://baolamdong.vn/kinh-te/202505/bai-toan-chuyen-doi-so-nong-nghiep-d22767a/
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