En su apogeo, el museo recibió una cifra récord de visitantes, de unas 40.000 personas al día. Si comparamos estas estadísticas, la cifra es casi igual a la del día de mayor afluencia del Museo del Louvre (Francia) en 2019, con 45.000 visitantes. Atraer una cifra tan "récord" de visitantes a un museo en
Hanói es motivo de celebración. Pero, en medio de esa alegría, es triste que mucha gente no sea consciente de la importancia de visitar un lugar que exige seriedad como el Museo de Historia Militar de Vietnam. En una época en la que el movimiento de registrarse está en auge, es normal que la gente venga al museo a registrarse y tomar fotos para publicar en redes sociales. No es reprochable que los jóvenes acudan en masa a grabar vídeos de TikTok y publicarlos en redes sociales. Solo es reprochable cuando sus acciones exceden las normas establecidas por el museo. Por ejemplo, hace unos días, la opinión pública se vio conmocionada por una chica que subió al tejado del Museo de Historia Militar de Vietnam para posar para un vídeo y tomar fotos. El video, publicado en redes sociales, atrajo la atención del público. En los primeros días de su apertura, no solo la chica de la foto, sino también varias personas subieron al tejado del Museo de Historia Militar de Vietnam para tomar fotos y registrarse. En cuanto se descubrió el incidente, el Museo informó que todas las entradas que no pertenecían al área de exhibición abierta habían sido acordonadas, bloqueadas y tenían letreros que decían "Prohibida la entrada sin permiso". Desde el punto de vista del museo, dado que acababa de abrir, era inevitable que se cometieran errores, por lo que existían "lagunas" que algunas personas aprovechaban para subir al tejado, sujetarse, tocar las piezas expuestas o subirse a ellas para tomar fotos. Actualmente, el museo ha reforzado las medidas para prevenir el comportamiento inapropiado de los visitantes. En respuesta al comportamiento excesivo de algunos visitantes, la mayoría criticó el acto de subirse al techo del museo o aferrarse a los artefactos. Algunos comentaron que esto revelaba el estilo de vida de "lienzo" de algunos jóvenes, quienes ignoraban la seguridad y las normas para buscar deliberadamente ángulos extraños y atraer la atención. Además, algunos padres permitían que sus hijos se aferraran a los tanques, demostrando también que no cumplían con las normas del museo. Una cuenta en redes sociales expresó su indignación: "Al ir a un museo de historia, desde padres hasta hijos, todos son inconscientes. Los padres son adultos que saben cómo pensar, visitando estos lugares sin ninguna conciencia. ¿Cómo pueden los niños convertirse en buenas personas?". Los museos son lugares para exhibir artefactos, incluyendo muchos objetos preciosos con valor histórico que necesitan ser preservados. Los museos también son lugares para recordar a la gente los orígenes de la historia nacional. Ir a un museo en masa es bueno, pero ir solo para satisfacer el ego no lo es. Por lo anterior, es hora de que las familias y las escuelas enseñen a los niños algunas habilidades para visitar museos y lugares públicos. Si las familias llevan ocasionalmente a sus hijos a exposiciones y museos, sin duda desarrollarán las habilidades de comportamiento necesarias. Si las escuelas, en lugar de organizar excursiones fastuosas, repetitivas y costosas, llevan a los niños a museos y exposiciones, sin duda les ayudará a comprender mejor la historia y la cultura nacionales. Los hábitos deben formarse desde pequeños, en lugar de dejar que las redes sociales los guíen día a día...
daidoanket.vn
Fuente: https://daidoanket.vn/bao-tang-khong-phai-la-cho-de-gioi-tre-phong-bat-10294920.html
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