El cosmonauta Yuri Gagarin fue la primera persona en comer en el espacio en 1961, comiendo comida hecha puré en un tubo.
Yuri Gagarin fue la primera persona en comer en el espacio. Fotografía: IFL Science
La primera comida en el espacio tuvo lugar durante el primer vuelo orbital de la humanidad en 1961. En ese momento, el astronauta Yuri Gagarin se convirtió en la primera persona en volar al espacio, completando un vuelo alrededor de la Tierra en 108 minutos.
La nave espacial Vostok 1 de Gagarin estaba cargada con suministros para 13 días, en caso de que el retrocohete (el cohete que ayuda a desacelerar la nave espacial) fallara y la nave tuviera que esperar a su descenso natural para regresar a la Tierra. Esta también es una gran oportunidad para experimentar con la gastronomía espacial.
A pesar de las pruebas realizadas en el avión "Vomit Comet" en la Tierra, los científicos aún no saben con certeza si funciones básicas como masticar y tragar pueden realizarse en microgravedad. Una cosa importante a tener en cuenta es "sin migas", por lo que la solución son alimentos que se puedan convertir en una pasta y colocar en un tubo de metal como un tubo de pasta de dientes.
Aunque estuvo en órbita menos de dos horas, Gagarin logró disfrutar de algo de comida. El plato principal consistía en carne picada de ternera y hígado. Gagarin comió dos de estos tubos y luego tomó otro tubo de salsa de chocolate como postre.
En ese momento, los científicos no conocían los efectos de la microgravedad en los humanos. No querían correr ningún riesgo, por lo que la nave espacial fue controlada desde la Tierra con un código para cambiar al control manual solo en caso de emergencia, incluso si el proceso digestivo salía mal. Pero con su primera comida en órbita, Gagarin demostró que comer en el espacio era totalmente posible.
Cada vez más astronautas vuelan al espacio y permanecen allí más tiempo, lo que ayuda a los científicos a aprender más sobre los efectos de la microgravedad en los humanos. Descubrieron que las papilas gustativas humanas pueden cambiar. Los líquidos del cuerpo se desplazan hacia la cabeza y muchos estudios han demostrado que esto puede provocar una disminución de los elementos olfativos en el sabor de los alimentos, similar a comer mientras se está resfriado.
Después de Gagarin, la dieta de los astronautas en órbita ha mejorado mucho. No sólo pueden entregar pizzas a la Estación Espacial Internacional (ISS), también pueden hornear galletas. También podrán beber café gracias a una taza especial diseñada para beber en microgravedad.
Los científicos incluso han experimentado con la posibilidad de freír alimentos en microgravedad. Las pruebas se llevaron a cabo cuidadosamente utilizando una freidora especial en un avión que simula condiciones de gravedad cero. De esta forma demostraron que es posible freír en microgravedad con el equipamiento adecuado. Sin embargo, la regla de “no dejar escombros” sigue siendo un desafío difícil de superar.
Thu Thao (según IFL Science )
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