"No somos lo suficientemente buenos para competir en la Copa Mundial de Clubes de la FIFA 2025™", admitió con franqueza el excentrocampista del Barcelona antes del primer partido contra el Al Ahly. Una declaración simple y poco halagadora, pero que refleja fielmente el estado actual de un equipo que vive con la ilusión de que contar con algunos nombres legendarios es suficiente para enfrentarse al resto del mundo .
La verdad sobre el Inter Miami
Un empate 0-0 contra el equipo africano Al Ahly no solo frenó el avance del Inter Miami en la fase de grupos, sino que también expuso una serie de problemas inherentes: un sistema táctico desarticulado, un mediocampo frágil y, sobre todo, una alarmante dependencia de Lionel Messi.
La pregunta es: ¿es este realmente el equipo que quiere representar al fútbol estadounidense en un torneo que la FIFA considera la "cima del fútbol de clubes"?
Porque, al saltar al escenario mundial con Messi, Busquets, Suárez, Alba y Mascherano —todos iconos vivos del Barcelona—, el Inter Miami parecía creer que el halo del pasado podría ayudarles a ganar. Pero el pasado es solo un lastre, no un pase a la siguiente ronda. Y en un escenario como el Mundial de Clubes, donde cada error se castiga, ese fútbol de ensueño se ve inmediatamente relegado a la realidad.
Messi, a sus 38 años, sigue siendo la estrella más brillante del campo. Sus exquisitos toques con el exterior, su elegante manejo del balón y su mágica zurda ayudaron al Miami a escapar de la derrota ante el Al Ahly.
El ex astro del Barcelona casi marca con un tiro libre que se estrelló en el lateral de la red, pero Elshenawy estrelló el balón contra el larguero en el último minuto. Pero el problema es que Messi no puede hacerlo todo solo.
Aunque Leo aún mantiene su clase, sus compañeros más cercanos están claramente perdiendo fuerza. A Luis Suárez le falta velocidad y le cuesta encontrar un nuevo rol, ya que ya no es un "matar" en el área.
Busquets es lento y vulnerable al contraataque. Alba está de baja por lesión. Esta plantilla ya no está en condiciones para jugar al máximo nivel, algo que ellos, con su ilustre reputación, seguramente saben muy bien.
Mascherano, como entrenador, tuvo dificultades para mantener la solidez de un equipo con poca profundidad. Su admisión de "necesitamos mejorar en la transición" tras el partido demostró aún más que Miami no estaba preparado para el ritmo y la presión que exige esta liga. Cuando se perdía el balón, el mediocampo de Busquets y Redondo se dividía al instante, creando amplios espacios que los rivales aprovechaban.
El entrenador Mascherano no ha podido ayudar al Inter Miami a jugar mejor. |
Lo más preocupante es que Mascherano parece haber adoptado un estilo de juego unidireccional: pasarle el balón a Messi y esperar que lo resuelva todo. Sin bloqueos claros ni un juego metódico de abajo a arriba, el Inter Miami depende casi por completo de la creatividad individual de la superestrella argentina.
En la MLS, eso aún podría dar algunos puntos. Pero en el Mundial de Clubes, donde esperan equipos con carácter y disciplina como el Porto y el Palmeiras, es una forma segura de fracasar.
La imagen de Messi teniendo que retroceder al círculo central para recibir el balón, controlar el ritmo y crear ocasiones es la prueba más clara. Al perder el balón, Miami carece por completo de estructura defensiva.
Una vez que Messi es bloqueado, todo el sistema se detiene. Y aunque el Al Ahly no está lo suficientemente afinado para aprovecharlo, el Porto sin duda no fallará.
¿Dónde están Beckham y la directiva?
Lo que más les cuesta aceptar a los aficionados es la forma en que el Inter Miami se prepara para el torneo más importante de su historia. La FIFA abre un breve periodo de fichajes para que los equipos renueven sus plantillas. Los grandes clubes actúan de inmediato: el Real Madrid da la bienvenida a Alexander-Arnold, el Manchester City ficha a Reijnders, Cherki, Aït-Nouri...
¿Y Miami? No hay fichajes nuevos. Mascherano admitió que quería refuerzos, pero fue rechazado.
Todo en el Inter de Miami todavía gira en torno a Lionel Messi. |
David Beckham, como copropietario del club, subestimó claramente la magnitud y las exigencias del torneo. ¿Un club incipiente sin un historial de éxito entrando en un torneo globalmente competitivo sin reforzar su plantilla? Fue un error estratégico.
Y cuando Busquets se vio obligado a hablar y admitir la verdad, no fue solo culpa del jugador, sino también de la inacción de la dirigencia del club.
El grupo del Inter Miami sigue abierto, ya que el partido Porto-Palmeiras también terminó 0-0. Si Miami gana al Porto, tendrá buenas posibilidades de avanzar. Pero la condición necesaria es que Messi siga jugando de maravilla, y la condición suficiente es que Mascherano encuentre de inmediato un sistema defensivo estable, un plan de ataque que no gire solo en torno a Messi.
De lo contrario, seguirán siendo simplemente un "equipo de grandes nombres", como dijo sarcásticamente el entrenador del Al Ahly, José Riveiro. El Mundial de Clubes no es un escenario para el recuerdo, sino un escenario para la realidad. Y la realidad para el Inter Miami es: Messi no puede cargar con el sueño americano solo para siempre.
Fuente: https://znews.vn/busquets-da-dung-ve-messi-post1562042.html
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