Durante muchos años, la Sra. DTH (56 años, residente en Nghi Xuan - Ha Tinh ) ha sufrido de un abdomen cada vez más grande, pesado e incómodo. Pensando que se debía al aumento de peso con la edad, la Sra. H. no le dio mucha importancia y soportó en silencio las molestias en su vida diaria. Cuando su respiración se volvió más corta, le costaba tragar y el dolor de estómago le interrumpía el sueño, decidió acudir al Hospital General de la Ciudad de Vinh para hacerse un chequeo.

La primera imagen que desconcertó a los médicos fue la de su vientre hinchado, tenso, similar al de una mujer embarazada de ocho meses. Los resultados de la tomografía computarizada de 256 cortes mostraron un quiste ovárico gigante que ocupaba todo el abdomen, comprimiendo la aorta abdominal y provocando su colapso, desplazando los órganos, comprimiendo los uréteres y causando dilatación de la pelvis renal bilateral, e incluso deformando la columna vertebral.
La Sra. H. comentó que el crecimiento de su vientre le impedía agacharse y que respirar profundamente se le hacía difícil. “Pensaba que la grasa se me acumulaba en el vientre por mi edad y mi falta de actividad. Solo cuando empecé a tener dolor, dificultad para respirar y falta de apetito, fui preocupada al médico”, compartió.

Tras la consulta médica y considerando los deseos del paciente, el equipo decidió optar por la cirugía abierta para extirpar el tumor, combinada con la reconstrucción de la pared abdominal. Este método se considera más adecuado que la cirugía laparoscópica debido a la dilatación severa de la pared abdominal tras soportar durante un tiempo prolongado la presión de un tumor de gran tamaño.
Este abordaje permite extirpar completamente el tumor, a la vez que tensa los músculos abdominales, elimina el exceso de piel y oculta la incisión, garantizando así tanto la función como la estética. Se trata de una técnica compleja que exige precisión, sofisticación y gran pericia por parte del equipo quirúrgico.
La cirugía se realizó bajo estrictas condiciones controladas. Se extirpó por completo el tumor, que pesaba más de 6 kg, liberando así los órganos de la compresión prolongada. Durante la intervención, el equipo tensó los músculos abdominales, eliminó el exceso de piel y reconstruyó la pared abdominal del paciente para lograr una apariencia estética.

Al despertar tras la cirugía, la señora H. sintió claramente su cuerpo más ligero, respiraba con mayor facilidad, su estómago ya no estaba tenso y su sensación de fatiga había disminuido considerablemente. «No creía que tuviera un tumor tan grande en el estómago. Ahora me siento liberada», dijo emocionada.
Según el Dr. Bui Danh Anh, jefe del Departamento de Cirugía General 01, el médico a cargo de la cirugía declaró: «Esta es una cirugía compleja, ya que el tumor es grande, delgado y quístico, con alto riesgo de ruptura; además, los órganos han estado comprimidos durante un tiempo prolongado, lo que provoca cambios anatómicos y exige una manipulación precisa y meticulosa. Lo fundamental es extirpar el tumor íntegro, minimizando el riesgo de daño orgánico y hemorragia. Asimismo, es necesario reconstruir adecuadamente la pared abdominal para garantizar la función y la estética postoperatorias».
Los médicos advierten que los quistes ováricos son una enfermedad que puede progresar silenciosamente durante muchos años sin causar dolor evidente. Muchas pacientes los confunden con aumento de peso, trastornos digestivos o cambios corporales propios de la edad, lo que retrasa las consultas médicas. Cuando el tumor es demasiado grande, aumenta el riesgo de complicaciones y la cirugía se vuelve más difícil y riesgosa.
El caso de la Sra. H. nos recuerda la importancia de los chequeos regulares y de prestar atención a cualquier cambio inusual en el cuerpo. La intervención oportuna no solo contribuye a un tratamiento eficaz, sino que también protege la seguridad del paciente.
Fuente: https://baonghean.vn/ca-mo-dac-biet-giai-cuu-nguoi-benh-mang-khoi-u-bung-6-kg-tai-benh-vien-da-khoa-thanh-pho-vinh-10312111.html






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