Tras una reunión de cuatro horas en la Casa Blanca, el Sr. McCarthy afirmó que las conversaciones habían mejorado y continuarían hasta la noche. Predijo que ambas partes llegarían a un acuerdo, aunque aún quedaban algunos asuntos sin resolver.
El presidente Joe Biden y el senador Kevin McCarthy continúan las negociaciones para llegar a un acuerdo que evite el impago de Estados Unidos. Foto: Reuters
"Hemos logrado algunos avances... Eso es muy positivo. Quiero asegurarme de que logremos el acuerdo adecuado. Veo que estamos trabajando para lograrlo", declaró McCarthy a la prensa.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, afirmó que las conversaciones fueron productivas. «Si se mantiene la buena fe, podremos llegar a un acuerdo», declaró en una sesión informativa durante las conversaciones.
Pero la Casa Blanca y los demócratas del Congreso también han acusado a los republicanos de tener la economía bajo control. Afirman que los republicanos deben hacer más concesiones porque necesitarán los votos demócratas para aprobar cualquier acuerdo.
El tiempo se acaba, ya que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha advertido que el gobierno federal podría no ser capaz de pagar todas sus cuentas tan pronto como el 1 de junio (dentro de sólo ocho días) y que tomará días aprobar la legislación en el estrechamente dividido Congreso estadounidense.
McCarthy ha enfatizado que cualquier acuerdo no debe aumentar los impuestos y debe recortar parte del gasto del gobierno estadounidense (alrededor del 8%), no dejarlo sin cambios como ha propuesto Biden.
La agencia de calificación Moody's podría modificar su calificación de la deuda estadounidense si los legisladores señalan un posible impago. Actualmente, Moody's tiene la máxima calificación, "Aaa", para la deuda estadounidense, mientras que su rival, S&P Global, recortó su calificación tras el debate sobre el techo de la deuda en 2011. Una calificación más baja podría incrementar los costos de financiamiento.
El estancamiento que dura meses ha asustado a Wall Street, ha afectado a las acciones estadounidenses y ha elevado los costos de endeudamiento del país. Los índices bursátiles estadounidenses cayeron el miércoles debido a la preocupación por el techo de la deuda.
Los economistas afirman que un impago desencadenaría un colapso en Wall Street y llevaría a la economía estadounidense a una recesión, además de afectar a la ciudadanía. Los proveedores de salud pública podrían ser de los primeros en sufrir las consecuencias.
Huy Hoang (según Reuters)
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