
China anunció recientemente un notable avance tecnológico con la capacidad de detectar el avión furtivo estadounidense F-35 desde una distancia de casi 2.000 kilómetros, gracias a un dirigible estratosférico equipado con un avanzado sistema de sensores infrarrojos.


La investigación, realizada por científicos del Instituto de Óptica, Mecánica Fina y Física de Changchun (CIOMP), ha provocado mucho debate sobre la eficacia de la tecnología furtiva de quinta generación de Estados Unidos y su potencial para cambiar el equilibrio en la estrategia de defensa regional.

Basándose en fuentes del South China Morning Post, Meta-Defense y MIG News, los expertos analizaron esta nueva tecnología y sus implicaciones para la seguridad global.

Según una investigación publicada en el Journal of Aerospace Technology, científicos chinos han desarrollado un avión Stratos que opera a una altitud de 20 km, equipado con sensores infrarrojos que utilizan tecnología de telururo de mercurio y cadmio y un telescopio con una apertura de 300 mm.

El avión es capaz de detectar la firma infrarroja de un F-35 desde una distancia de hasta 1.800 km cuando se lo ve desde atrás o desde el costado del avión.

La investigación se centró en escenarios de combate simulados donde el F-35 se considera una de las principales amenazas para China. La clave de la tecnología reside en explotar la debilidad del F-35: la señal térmica del escape del motor.

Aunque el revestimiento absorbente del radar y la superficie del avión se enfrían a un promedio de 281 grados Kelvin (aproximadamente 7,85 °C), lo que hace que el F-35 sea casi "invisible" para los sistemas de radar tradicionales, el escape del motor, que tiene una temperatura de casi 1.000 grados Kelvin, emite radiación infrarroja miles de veces más fuerte que el cuerpo del avión.

Al enfocarse en el rango de longitud de onda de 2,8 a 4,3 micrómetros, donde la interferencia atmosférica es mínima, el Stratos de China puede detectar el F-35 con gran precisión, especialmente visto desde atrás o de lado. Sin embargo, el alcance de detección se reduce a unos 350 km visto de frente debido a la menor intensidad de la señal térmica.

Los Stratos ofrecen diversas ventajas estratégicas. Operando a altitudes de 20 km o más, están fuera del alcance de la mayoría de los misiles tierra-aire y aviones de combate, y pueden permanecer en el aire durante meses gracias a sus paneles solares.

En comparación con los satélites, los Stratos son significativamente más económicos de construir y operar, y proporcionan vigilancia constante en el espacio cercano, un área considerada el punto óptimo entre los satélites y los aviones de alerta temprana aerotransportados (AWAC). El despliegue de una red de estos aviones podría crear un potente sistema de alerta temprana, reduciendo significativamente la capacidad de los aviones furtivos como el F-35 para operar en secreto.

Sin embargo, la tecnología no está exenta de limitaciones. Los aviones Stratos vuelan a una velocidad lenta de tan solo unos 120 km/h y son grandes (unos 150 m de longitud), lo que los convierte en blancos fáciles para los interceptores especializados. Además, la eficiencia de detección depende del ángulo de visión, ya que las distancias de detección se reducen significativamente cuando se observa el F-35 de frente.


Según las fuentes, la tecnología del avión Stratos no sólo es eficaz sino también de bajo coste, lo que abre la posibilidad de un despliegue generalizado y cambia el panorama de seguridad regional, especialmente en la región del Indopacífico .

Fuente: https://khoahocdoisong.vn/cach-trung-quoc-lot-ao-tang-hinh-f-35-my-post2149043178.html
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