Esta actividad empresarial espontánea ha generado una gran ventaja competitiva sobre los autobuses de pasajeros de ruta fija, relegando a un segundo plano a los autobuses de pasajeros tradicionales. El Decreto n.º 158/2024/ND-CP establece una normativa muy clara sobre las actividades de transporte de pasajeros por contrato; sin embargo, se considera que esta modalidad de transporte plantea dificultades a los organismos gestores y podría no garantizar los derechos de los pasajeros en caso de incidente.
Desafíos de gestión
Ante la creciente demanda de viajes cómodos, flexibles y asequibles, el modelo de transporte espontáneo conocido como "coches compartidos" o "coches de conveniencia" se ha desarrollado con fuerza. Con tan solo unas búsquedas en redes sociales como Facebook, Zalo o Telegram, se pueden encontrar numerosas presentaciones e invitaciones a este servicio en diversas provincias y ciudades. Gracias a sus atractivas propuestas de comodidad, calidad y precios sorprendentemente bajos, este servicio ha brindado gran conveniencia a la población, especialmente la posibilidad de ser recogido y llevado a casa mediante un servicio de transporte de pasajeros contratado.
Sin embargo, este desarrollo espontáneo ha planteado una serie de serios problemas para la gestión de las autoridades y, al mismo tiempo, ha generado grandes riesgos legales y de seguridad para los usuarios. El problema fundamental de los "vehículos compartidos" radica en que, si bien esta actividad es un negocio de transporte, no cumple con las regulaciones sobre registro mercantil e impuestos. Según los conductores de vehículos compartidos de larga distancia, esta actividad puede generar ingresos de hasta decenas de millones de VND al mes, pero estos vehículos a menudo todavía cuentan con placas de matrícula personalizadas o carecen de placas de matrícula contratadas.
“La naturaleza de cualquier negocio implica el pago de impuestos y tasas al Estado. Cuando las actividades de transporte se realizan de forma espontánea, sin pagar impuestos ni tasas, se crea una ventaja competitiva desigual frente al transporte tradicional de pasajeros, como los autobuses de ruta fija. En consecuencia, los autobuses de ruta fija no pueden competir, caen en el abandono, carecen de pasajeros e incluso se ven obligados a infringir la ley recogiendo pasajeros en la calle para poder seguir operando”, afirmó Phan Van Luu, conductor de la ruta Ninh Binh - Hanoi .

Esto no solo genera competencia desleal, sino que además este tipo de servicio no garantiza los derechos de los pasajeros en caso de accidente. En cambio, en un entorno de transporte legal, las empresas deben cumplir estrictamente con las normas de seguridad y los requisitos de seguro.
Según la normativa, las empresas de transporte deben garantizar la seguridad vial, incluyendo la gestión de la seguridad y la implementación de medidas para asegurar la seguridad vial. Esto implica que el conductor debe verificar el estado técnico del vehículo, garantizar la seguridad antes de iniciar la marcha y revisar la documentación. Las actividades de transporte de pasajeros deben ser monitoreadas y supervisadas, y los conductores deben cumplir estrictamente con las normas sobre tiempo de conducción continua, velocidad y rutas. Sin embargo, los vehículos que se combinan espontáneamente suelen ignorar estos requisitos básicos, incumpliendo así las exigencias del modelo de negocio del transporte de pasajeros, según la evaluación del Dr. Nguyen Hong Thai, Profesor Asociado y Director de la Facultad de Economía del Transporte de la Universidad de Transporte.
La gestión es necesaria.
Según el abogado Tran Quang Khai (Colegio de Abogados de Hanói), el transporte de pasajeros por contrato está claramente regulado por el Gobierno mediante documentos legales, incluido el Decreto n.º 158/2024/ND-CP (de fecha 18 de diciembre de 2024), que regula el transporte por carretera. De acuerdo con dicho Decreto, el transporte de pasajeros por contrato es una de las modalidades de transporte reguladas. Las empresas que participan en esta modalidad deben contar con una licencia para operar como transportistas de automóviles.
La normativa específica para gestionar esta actividad es muy clara: el contrato de transporte debe formalizarse por escrito (en papel o electrónico) antes de realizar el servicio. El contrato debe indicar claramente la información relativa a la empresa de transporte, el cliente, la hora, el punto de origen y destino, la ruta, el importe y la forma de pago. La empresa de transporte de pasajeros contratada no puede aceptar reservas individuales. Solo se permite transportar pasajeros que hayan sido recogidos y dejados en el lugar correcto, tal y como se indica en el contrato y en la lista de pasajeros proporcionada por la empresa. Esta es la principal diferencia que suelen infringir las actividades espontáneas de «viaje compartido». Los vehículos que operan como transporte de pasajeros bajo contrato, de acuerdo con lo dispuesto en el Decreto n.º 158/2024/ND-CP, deben llevar la insignia de «VEHÍCULO CONTRATADO». Los conductores deben tener un contrato laboral y cumplir estrictamente la normativa sobre jornada laboral y descansos.
Las empresas de transporte por contrato deben utilizar software para gestionar las conexiones de transporte y la fijación de precios de los fletes. Los vehículos deben estar equipados con dispositivos de seguimiento de trayectos. El uso de tecnología en la gestión, la recuperación de información, las facturas electrónicas y los contratos electrónicos es obligatorio. Estas regulaciones proporcionan a los organismos gestores (como el Ministerio de Construcción y el Ministerio de Seguridad Pública) las herramientas necesarias para inspeccionar, verificar y gestionar las infracciones. En particular, los datos de los dispositivos de seguimiento de trayectos permiten a las autoridades evaluar el cumplimiento de la ley en cuanto al tiempo de conducción continua y la velocidad.
“Las actividades espontáneas de ‘viaje compartido’ o ‘viaje conveniente’, si bien ofrecen comodidad inmediata en términos de precio y flexibilidad, han revelado importantes deficiencias en la gestión tributaria, competencia desleal y riesgos de inseguridad, al no garantizar los derechos de los pasajeros en caso de incidentes. El Decreto 158/2024 del Gobierno ha establecido un marco legal claro y detallado para regular el transporte de pasajeros por contrato, desde los requisitos de licencias, credenciales y contratos, hasta la aplicación de tecnología de monitoreo. Para proteger los derechos de los consumidores y restablecer el orden en el sector del transporte, las autoridades deben reforzar la inspección y sancionar rigurosamente los casos de aprovechamiento del ‘viaje compartido’ para eludir la ley y evadir impuestos, e integrar esta actividad al marco legal vigente”, analizó el abogado Tran Quang Khai.
Fuente: https://cand.com.vn/Giao-thong/can-lap-day-khoang-trong-phap-ly-xe-dich-vu-tra-hinh--i788151/






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