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| La hipertensión arterial prolongada provoca insuficiencia renal. (Fuente: Salud) |
La hipertensión arterial no solo causa enfermedades cardiovasculares, sino que también es el principal factor que provoca daño renal crónico. Cuando la presión arterial aumenta durante un período prolongado, los pequeños vasos sanguíneos de los riñones se estrechan y endurecen, lo que provoca una disminución gradual de la función de filtración de la sangre. Es posible que los pacientes no noten ningún síntoma anormal hasta que los riñones estén gravemente dañados.
Según el Dr. Vivek Bhalla, especialista en nefrología y endocrinología de la Facultad de Medicina de Stanford (EE. UU.), la presión arterial alta puede compararse con "echar leña al fuego de los riñones".
Cree que la relación entre la hipertensión, la diabetes y la enfermedad renal crea un peligroso círculo vicioso. Cuando la presión arterial aumenta, los riñones se dañan, y cuando los riñones están débiles, la presión arterial se vuelve aún más difícil de controlar. «Lo preocupante es que tanto la hipertensión como la enfermedad renal progresan silenciosamente, y los pacientes a menudo lo descubren demasiado tarde», afirmó el Dr. Bhalla.
Los nefrólogos del Reino Unido también advierten que la hipertensión supone una gran carga para todo el sistema vascular. Para las personas que ya presentan signos de insuficiencia renal, esta afección es aún más peligrosa, ya que los riñones deben trabajar en exceso para mantener la capacidad de filtrar la sangre.
Para proteger los riñones, controlar la presión arterial es fundamental. Los pacientes deben mantenerla por debajo de 130/80 mmHg, según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Una dieta baja en sodio es clave, con un máximo de 5 g de sal al día. Se debe limitar el consumo de alimentos procesados, encurtidos, salsa de pescado y fideos instantáneos, e incrementar el de verduras de hoja verde, frutas frescas y cereales integrales.
Además, es necesario mantener un peso saludable, hacer ejercicio al menos 30 minutos al día, controlar la glucemia si se padece diabetes y evitar el uso prolongado de analgésicos y antiinflamatorios sin receta médica. Controlar periódicamente la función renal mediante análisis de creatinina, TFG y proteínas en la orina ayuda a detectar precozmente el riesgo de insuficiencia renal para una intervención oportuna.
Según el Dr. Bhalla, "controlar la presión arterial es la forma más sencilla y eficaz de proteger los riñones". Al comprender la relación entre la presión arterial y los riñones, cada persona puede tomar la iniciativa de prevenir la enfermedad, en lugar de dejar que progrese silenciosamente hasta una etapa irreversible.
Fuente: https://baoquocte.vn/canh-bao-tang-huyet-ap-co-kha-nang-huy-hoai-than-333146.html







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