Estas reacciones incluyen un aumento de la secreción hormonal, la activación del sistema inmunitario y respuestas emocionales. Todas ellas tienen un impacto importante en el proceso de recuperación. Comprender este mecanismo contribuirá a que el tratamiento y la recuperación sean eficaces, según el sitio web de salud Medical News Today (Reino Unido).
El trauma no sólo aumenta las hormonas del estrés sino que también incrementa el riesgo de ansiedad.
ILUSTRACIÓN: IA
Las lesiones deportivas provocarán los siguientes efectos en el cuerpo.
Aumentar la adrenalina de forma segura para evitar lesiones en el deporte y en las actividades cotidianas.
Cuando se lesiona, especialmente si es grave, las glándulas suprarrenales liberan adrenalina. Esta es una respuesta natural que ayuda al cuerpo a afrontar la amenaza de lesión. La frecuencia cardíaca y la presión arterial aumentan. La adrenalina también dilata las vías respiratorias para aumentar la cantidad de oxígeno que llega a los órganos vitales.
El aumento repentino de esta hormona enmascarará temporalmente el dolor, permitiendo que la persona lesionada continúe funcionando temporalmente a pesar del daño corporal. Sin embargo, cuando el nivel de adrenalina disminuye, el dolor y la gravedad de la lesión se hacen más evidentes. Por lo tanto, al sufrir una lesión deportiva, si el practicante no siente dolor en ese momento, no debe ser subjetivo. Esto no significa que la lesión sea leve.
Aumento del cortisol
Además de la adrenalina, el cuerpo también libera cortisol en respuesta a un trauma. El cortisol, secretado por las glándulas suprarrenales, desempeña un papel importante en la regulación del estrés y la inflamación. Esta hormona ayuda a regular el metabolismo, reducir la inflamación y controlar la glucemia.
Sin embargo, si los niveles de cortisol se mantienen elevados durante un período prolongado, pueden ser perjudiciales. Los niveles crónicamente altos de cortisol pueden debilitar el sistema inmunitario, aumentar la presión arterial y provocar aumento de peso. En caso de lesión, los niveles elevados de cortisol prolongados pueden retrasar el proceso de curación y aumentar el riesgo de infección. Por lo tanto, es importante monitorizar y controlar los niveles de cortisol.
Estrés y trastornos emocionales
El trauma no solo afecta el cuerpo físico, sino que también tiene un gran impacto en los aspectos psicológicos y emocionales. Experimentar un trauma puede provocar ansiedad, depresión o trastorno de estrés postraumático (TEPT).
Mayor riesgo de infección
Las heridas, especialmente las abiertas, dañan la piel, la primera línea de defensa del cuerpo. Cuando la piel se daña, pueden penetrar bacterias y microorganismos, lo que aumenta el riesgo de infección. Según Medical News Today, los factores que influyen en el riesgo de infección incluyen la gravedad de la herida, el entorno en el que se produce la lesión y el sistema inmunitario de la persona lesionada.
Fuente: https://thanhnien.vn/chan-thuong-the-thao-4-tac-dong-den-co-the-it-nguoi-biet-185250513163803906.htm
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