Conocimos a la Dra. Ninh Thi Nam (nacida en 1969) una tarde en el Centro Médico Phu Luong, provincia de Thai Nguyen. Como una de las primeras personas en implementar el tratamiento antirretroviral para pacientes con VIH en la región, conserva intactos sus recuerdos de aquellos primeros tiempos, a la vez dolorosos y llenos de empatía.
Hace más de 20 años, mientras trabajaba en el Departamento de Consulta Externa del Centro Médico Phu Luong, la Dra. Nam conoció esta enfermedad por primera vez y sintió una profunda compasión. Los pacientes solían llegar a ella demasiado tarde, en una situación crítica, pensando que les quedaba poco tiempo de vida. Muchos de ellos confesaron después que, en aquel momento, creían que no vivirían mucho tiempo.

La doctora Ninh Thi Nam fue una de las primeras personas en implementar el tratamiento antirretroviral para pacientes con VIH en el Centro Médico Phu Luong.
Como muchos colegas de la época, admitió que el miedo inicial era real. Pero al estar frente al paciente, todo temor parecía desvanecerse; el único pensamiento que quedaba era cómo salvarlo. Para ella, esa era su profesión, su responsabilidad. El trabajo en aquel entonces era incluso más arduo que con otras enfermedades, porque el paciente no solo estaba físicamente agotado, sino que también cargaba con un gran peso psicológico debido al aislamiento y la discriminación de sus propias familias. El equipo médico debía asumir ambos roles: brindar tratamiento médico y estabilizar el bienestar psicológico del paciente y sus familiares.
Las "cazas" silenciosas...
La mayor dificultad en las primeras etapas fue el abandono del tratamiento por parte de los pacientes. La carga psicológica, sumada al antiguo régimen antirretroviral, dificultaba enormemente su cumplimiento. El Dr. Nam explicó que, en el pasado, los pacientes debían tomar muchas pastillas varias veces al día, no una sola como ahora. Esto provocaba cansancio, frustración y, en consecuencia, el abandono del tratamiento.
Fue entonces cuando la responsabilidad del médico alcanzó su máxima expresión. «En aquel entonces no había teléfonos móviles como ahora», recordó la Dra. Nam. Cuando el paciente no acudía, ella y sus colegas debían encontrar la manera de contactarlo. Eran «búsquedas» silenciosas que requerían paciencia. Tenían que pedir ayuda a la familia con tacto, persuadir al paciente para que regresara y, sobre todo, mantenerlo en absoluto secreto para que los vecinos no se enteraran. «Era muy difícil», concluyó.

El Dr. Nam encuentra muchas maneras de acercarse a los pacientes con VIH, animarlos y acompañarlos durante todo el proceso de tratamiento.
3 exposiciones y el encargado de la farmacia de PrEP
La compasión conlleva riesgos constantes. La Dra. Nam reconoce que ningún profesional sanitario que trabaja con personas con VIH es inmune a la exposición. Ella misma ha estado expuesta al menos tres veces, principalmente de fuentes desconocidas, mientras trabajaba en obstetricia.
Ella relató: "Trabajaba en la industria manufacturera, así que me golpearon muchas veces. Me salpicó sangre en los ojos, se me perforaron los guantes y me clavaron objetos afilados en las manos... Fueron tiempos muy estresantes".
A diferencia de ocasiones en las que solo necesita monitorear, hay momentos en que el riesgo es alto y debe tomar medicación preventiva (PrEP). Con conocimiento y siguiendo los protocolos de seguridad, trata la herida con calma, administra la medicación y realiza el seguimiento. Su dedicación también se manifiesta en su labor de custodiar el almacén de medicamentos PrEP para todo el centro. Sin importar la hora, cuando un compañero sufre una exposición y llama, ella sale a buscar la medicación. «Cuanto antes, mejor», afirma, ya que lo ideal es tomar la medicación preventiva dentro de las 72 horas.
"Fruta dulce" 99% K=K y bebés nacidos negativos
La perseverancia del equipo médico del Centro Médico Phu Luong ha dado sus frutos. De un paciente que se encontraba en estado crítico, los resultados del tratamiento son motivo de gran orgullo. La Sra. Nam se alegra al ver cómo los pacientes mejoran gradualmente; muchos de ellos, incluso cerca de los 70 años, gozan de buena salud.
Este logro se demuestra con cifras impresionantes. En Phu Luong, la tasa de pacientes que alcanzaron una carga viral por debajo del umbral de inhibición (K=K) llegó al 99% en algunos años. El mensaje «Indetectable = Intransmisible» es clave para la recuperación. Lo más conmovedor son las historias de recuperación, cuando muchas parejas con un tratamiento estable desean tener hijos.

Los médicos del Centro Médico Phu Luong se han esforzado por ayudar a muchas parejas infectadas con VIH a tener hijos sanos.
El equipo médico se enfrenta a otro reto: asesorarlas para que tengan hijos de forma segura. El mayor desafío surge cuando la esposa es seropositiva pero se lo oculta a su marido, y la ley no permite que los médicos lo revelen. La Sra. Nam explica que los médicos solo pueden animar a las pacientes a compartir la información y cooperar con sus maridos, por ejemplo, evitando la lactancia materna o utilizando medicamentos preventivos para el niño.
Los resultados fueron excelentes: "En las parejas donde solo uno de los miembros estaba infectado con el VIH, los hijos nacieron completamente negativos, tras ser sometidos a numerosas pruebas, lo que demuestra la eficacia del tratamiento".
"Los médicos siguen comiendo con normalidad con los pacientes con VIH"
Hoy, la lucha contra el VIH ha entrado en una nueva fase con el objetivo de alcanzar el 95-95-95. El estigma ha disminuido, pero el miedo invisible persiste. Sin embargo, para la Dra. Nam, esa barrera hace tiempo que desapareció. Sonrió y comentó que los propios médicos aún comen con pacientes con VIH. Cuando su tratamiento se estabiliza, viven como nosotros, sin ningún problema. Es una verdad sencilla, pero alcanzar esa paz requiere un largo camino de compasión, perseverancia y afrontar los riesgos laborales.
Actualmente, como Jefa del Departamento de Planificación y Operaciones del Centro Médico Phu Luong, la Dra. Nam continúa tratando y acompañando a pacientes con VIH. Médicos como la Dra. Nam, cuyo trabajo suele ser silencioso, son el pilar que mantiene viva la esperanza de miles de pacientes con VIH en Thai Nguyen .
Fuente: https://suckhoedoisong.vn/chuyen-nguoi-bac-si-3-lan-phoi-nhiem-hiv-van-bam-tru-tuyen-dau-o-thai-nguyen-169251119145659455.htm






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