En 2003, a la hija de la Sra. Ly le diagnosticaron enfermedad hemolítica congénita. Desde entonces, la ha llevado al médico, donde recibe transfusiones de sangre y se somete a una depuración cada 20 días. El costo de cada tratamiento es tan alto que la situación financiera de la familia se ve cada vez más afectada. Durante el tratamiento, hubo momentos en que la Sra. Ly y su hija no tenían dinero. Sus comidas diarias dependían de las comidas benéficas de benefactores. En una ocasión, después del examen y de tomar la medicación, el médico las dejó ir a casa. Sin dinero, la Sra. Ly y su hija no sabían cómo llegar. Al ver esto, los pacientes de la misma habitación contribuyeron con un poco de dinero para el billete de autobús de la maestra y su hija.
La Sra. Ly pide apoyo para nuevas mochilas para estudiantes en circunstancias difíciles.
Son personas en circunstancias difíciles, hospitalizadas durante un mes entero para cuidar de sus familiares, por lo que sus finanzas están agotadas. Al recibir ese dinero, me sentí muy agradecida y culpable. Pedí información a todos para encontrar la manera de devolverles el favor, pero todos se negaron. Desde entonces, he estado decidida a pedir y apoyar a quienes se encuentran en circunstancias más difíciles para devolverles la vida a las personas", recordó la Sra. Ly.
En los días siguientes, la Sra. Ly pidió ropa vieja, libros, etc., para donar a personas y estudiantes de minorías étnicas. A través de familiares y amigos, su valiosa labor se extendió a muchos lugares. Cada vez que iba a dar clases o los fines de semana, ella y su esposo llevaban artículos de caridad para donar a personas y estudiantes de zonas desfavorecidas.
A principios de 2022, el esposo de la Sra. Ly falleció a causa de un cáncer de esófago. Desde entonces, ella sola ha mantenido a su familia y ha saldado una deuda de más de 200 millones de dongs. A pesar de las dificultades de la vida diaria, la Sra. Ly no olvida hacer buenas obras para compensar la vida.
Durante muchos años, dos veces por semana, la Sra. Ly ha ido a la escuela más temprano de lo habitual para darles el desayuno a sus alumnos. Algunos días les daba pan, otros arroz glutinoso, dumplings... ayudando a cientos de niños de las tierras altas a tener suficiente para comer. "A veces, cuando iba a hacer obras de caridad, al regresar, la gente me regalaba calabazas, verduras y pescado. Los regalos eran muy sencillos, pero me conmovieron mucho. Dar es felicidad", compartió la Sra. Ly.
El Sr. Le Xuan Quang, director de la Escuela Primaria y Secundaria Ya Xiêr, comentó que, aunque llevaba poco tiempo enseñando en la escuela, la Sra. Ly había movilizado un televisor para que la escuela contara con más material didáctico y 50 sacos de cemento para reparar la puerta y el patio. Además, pidió apoyo y donó mochilas y ropa a muchos estudiantes desfavorecidos de la escuela. "El trabajo de la Sra. Ly es muy significativo y es un ejemplo a seguir para todos", afirmó el Sr. Quang.
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