La razón es que, por primera vez en casi dos décadas, el actual presidente Recep Tayyip Erdogan y su partido gobernante enfrentan un riesgo muy real de perder las elecciones.
El actual presidente Recep Tayyip Erdogan
Para Erdogan, el principal factor que dificulta su reelección como presidente son las actuales dificultades socioeconómicas en Turquía. La altísima tasa de inflación y la severa devaluación de la moneda nacional tienen un fuerte impacto directo en la mentalidad del electorado, lo que le perjudica a él y a la facción gobernante. En la oposición, por primera vez, esta facción está lo suficientemente unida internamente como para no solo desafiar la postura gobernante de Erdogan y su facción, sino también para derrocar a Erdogan y a la facción gobernante en Turquía.
Si Erdogan pierde y gana el candidato de la oposición, Turquía entrará en una nueva era política . El fin del gobierno de Erdogan significará el fin de la islamización del país y del predominio de la religión sobre el poder estatal, y Turquía retornará gradualmente al principio establecido en el momento de su fundación: separar el poder estatal del islam.
Y quienquiera que gane las próximas elecciones presidenciales, las divisiones políticas y sociales en Turquía seguirán siendo profundas. Se agudizarán aún más si Erdogan gana. Y si Erdogan pierde, Turquía aún tendrá un largo camino por recorrer.
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