Mientras el mundo avanza hacia modelos de evaluación integral de competencias, desarrollo personal integral y adaptación flexible al mercado laboral, Vietnam está implementando un sistema clásico de admisión universitaria académica, que gira principalmente en torno a tres materias.
Esto no sólo distorsiona el proceso de aprendizaje, sino que también plantea grandes interrogantes sobre la equidad, la calidad de los recursos humanos y la capacidad del sistema educativo para satisfacer las demandas urgentes del siglo XXI.
En realidad, la admisión universitaria basada en tres asignaturas ha tenido graves consecuencias: aprendizaje desequilibrado, aprendizaje memorístico y estudio para obtener buenas calificaciones. Las asignaturas que no se incluyen en la combinación de admisión suelen pasarse por alto, e incluso abandonarse, en la conciencia y el esfuerzo de los estudiantes.

Dr. Hoang Ngoc Vinh, exdirector del Departamento de Educación Vocacional
Esto va en contra del espíritu del Programa de Educación General (PEG) de 2018, que pone énfasis en la educación integral, el desarrollo de capacidades personales y la orientación profesional flexible.
La contradicción se hace aún más evidente cuando el Programa de Educación General de 2018 diseña una diferenciación temprana de asignaturas a partir del décimo grado, obligando a los estudiantes a elegir entre ciencias naturales o ciencias sociales a una edad demasiado temprana para identificar sus propias habilidades y pasiones.
Esto es como imponer un marco rígido a un proceso de crecimiento que requiere flexibilidad, exploración y experimentación. Elegir la combinación incorrecta en décimo grado puede provocar que muchos estudiantes sean condenados prematuramente por decisiones desinformadas e inexpertas. Diferenciar tempranamente en dos bloques es aún más inadecuado para satisfacer las necesidades de capacidad integral de los trabajadores de este siglo.
Mientras tanto, los exámenes integrales de evaluación de competencias —que se espera que sean una salida a la rutina de admisión— aún no han abarcado todo el país. Muchas universidades importantes han sido pioneras en organizar sus propios exámenes, pero la disparidad en las condiciones de acceso entre regiones hace que este esfuerzo aún sea local y crea una nueva capa de desigualdad.
Por otro lado, la existencia hoy en día de demasiados métodos de admisión –desde exámenes de graduación, transcripciones, certificados internacionales, hasta exámenes separados–, aunque diversos pero carentes de estandarización y transparencia, confunde a estudiantes y padres.

Candidatos que toman el examen de graduación de secundaria de 2025 (Foto: Thanh Dong).
El problema es que es hora de cambiar radicalmente la mentalidad de admisión, aumentando el número de asignaturas y asignando la ponderación adecuada a las relacionadas con la especialización universitaria. Aumentar el número de asignaturas no implica crear más carga, sino evaluar de forma más exhaustiva la capacidad del estudiante.
Una combinación de admisión debe incluir disciplinas naturales y sociales, reflejando la naturaleza interdisciplinaria que requiere toda profesión en la era digital. Solo cuando los candidatos son evaluados de forma multidimensional pueden elegir la carrera adecuada, desarrollar sus fortalezas y evitar la situación común de "carrera equivocada, camino perdido", como ocurre hoy en día.
Por ejemplo, los estudiantes de medicina no solo deben ser buenos en biología y química, sino que también necesitan habilidades lingüísticas, pensamiento humanístico y comunicación. Un ingeniero, además de las asignaturas de admisión tradicionales como matemáticas, física y química, también necesita habilidades de resolución de problemas, trabajo en equipo y comprensión social para desarrollar productos orientados al ser humano. Tres exámenes tradicionales no son suficientes para evaluar estas habilidades.
Una solución técnica que podría considerarse es asignar ponderaciones de asignaturas más adecuadas para cada disciplina, lo que aumentaría la flexibilidad y permitiría una evaluación más precisa de competencias específicas. Sin embargo, si se aplica mecánicamente, esto aún conlleva el riesgo de reproducir el sesgo de aprendizaje, aunque de forma más sutil.
Por ello, los sistemas de admisión siguen necesitando límites razonables: los pesos sólo deberían desempeñar un papel flexible y no deberían eclipsar por completo otros factores de evaluación.
Además, la integración de soft skills, productos de aprendizaje o perfiles personales en las admisiones –incluso como complemento– también necesita ser estudiada seriamente para incentivar a los estudiantes a desarrollarse integralmente, ayudando al mismo tiempo a las universidades a contar con herramientas de evaluación no puntuable más efectivas y transparentes.
Es imposible desarrollar recursos humanos de alta calidad en un sistema educativo inicial injusto e inflexible. No podemos esperar una generación de ciudadanos globales si seguimos reclutando estudiantes como lo hicimos durante el período de industrialización de la segunda mitad del siglo pasado.
Es hora de atreverse a cambiar. Es hora de acabar con el modelo de admisión basado en tres asignaturas separadas, que refleja un pensamiento obsoleto, no interdisciplinario y desfasado de los requisitos de desarrollo.
En cambio, es necesario construir un sistema de admisión basado en una evaluación integral de competencias multidisciplinarias que refleje con precisión las capacidades y el potencial real de los estudiantes. Si bien no es posible universalizar la prueba nacional de competencias de inmediato, al menos las combinaciones de admisión deberían ampliarse razonablemente y la ponderación de las asignaturas debería asignarse con cuidado.
En un mundo donde las fronteras profesionales se difuminan, solo los sistemas educativos "abiertos" —en términos de contenido, forma y evaluación— pueden guiar a los estudiantes hacia la excelencia. Si seguimos manteniendo la mentalidad de admisión de "3 asignaturas, 1 camino", no solo se obstaculizará a los candidatos, sino que el propio país quedará rezagado en la feroz competencia global que se avecina.
Dr. Hoang Ngoc Vinh
Exdirector del Departamento de Educación Profesional, Ministerio de Educación y Formación
Fuente: https://dantri.com.vn/giao-duc/dai-hoc-kho-co-the-vuon-minh-voi-tu-duy-tuyen-sinh-cua-the-ky-20-20250723073606542.htm
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