Cuando una almohada mojada ya no es cuestión del clima
La sudoración es un mecanismo natural que ayuda al cuerpo a enfriarse y regular su temperatura. Sin embargo, cuando la cantidad de sudor que se produce por la noche es tan alta que el paciente tiene que cambiarse de ropa o de sábanas, se denomina sudores nocturnos.

Si te despiertas cada mañana y encuentras tu almohada o manta empapada de sudor a pesar de que el clima está fresco, no asumas rápidamente que es normal (Foto: Getty).
Lo preocupante es que los sudores nocturnos patológicos son de naturaleza muy diferente a los sudores calientes normales.
En personas sanas, la sudoración puede ocurrir cuando la habitación está sofocante, bajo mantas gruesas o durante la premenopausia. Sin embargo, en personas con la enfermedad, este fenómeno ocurre independientemente del clima, incluso en una habitación fresca con aire acondicionado o en pleno invierno.
Según los expertos, los sudores nocturnos relacionados con enfermedades suelen ser persistentes y recurrentes, acompañados de sensación de fatiga, pérdida de peso, fiebre leve, trastornos digestivos o decoloración de la piel. Estas son señales de alerta de que el cuerpo está experimentando problemas más graves.
Se desconoce la causa exacta de los sudores nocturnos causados por el cáncer. Las teorías más comunes incluyen la respuesta del cuerpo al crecimiento de células cancerosas, desequilibrios hormonales o cambios en la regulación de la temperatura corporal a medida que la enfermedad progresa.
En algunos casos, la fiebre causada por el cáncer hace que las glándulas sudoríparas trabajen en exceso para enfriarse, lo que provoca que la persona sude profusamente durante la noche.
Cánceres que comúnmente causan sudores nocturnos
No todos los casos de sudores nocturnos son cancerosos, pero muchos estudios señalan que este es un síntoma común en algunas enfermedades malignas.
Linfoma (cáncer de los ganglios linfáticos): Es la principal causa de sudores nocturnos. Los pacientes suelen presentar fiebre baja y pérdida de peso inexplicable. Estos tres síntomas forman la "tríada de alerta" que caracteriza a la enfermedad.
Leucemia: Cáncer de las células sanguíneas, que provoca que el paciente sude mucho, tenga la piel pálida, fatiga y sea susceptible a infecciones.
Mieloma múltiple: Cáncer de células plasmáticas en la médula ósea. Los síntomas comunes incluyen dolor óseo, debilidad muscular y sudores nocturnos.
Cánceres de mama, pulmón y próstata: en etapas avanzadas o metastásicas, estos cánceres pueden alterar las hormonas y la temperatura corporal, lo que provoca sudores nocturnos.
Melanoma: cuando se propaga a los órganos internos, este tipo de cáncer de piel también puede causar hiperhidrosis.
Además, otras enfermedades como el hipertiroidismo, la tuberculosis, las infecciones crónicas o los efectos secundarios de medicamentos también pueden causar síntomas similares. Por lo tanto, es necesario realizar una diferenciación y un examen médico .
¿Cuándo consultar al médico?
Los médicos dicen que los sudores nocturnos sólo son realmente preocupantes cuando duran más de dos semanas, no tienen una causa conocida y están acompañados de otros síntomas como fatiga, pérdida de peso, dolores, ganglios linfáticos inflamados o fiebre nocturna.
En ese momento, el paciente debe acudir a un centro médico para un chequeo general, análisis de sangre, radiografía y detección de cáncer si es necesario.
Muchos pacientes descubren el cáncer en una etapa tardía, simplemente porque ignoran síntomas menores. Sin embargo, si se diagnostica a tiempo, la probabilidad de éxito del tratamiento puede alcanzar el 80-90%.
Mantener un estilo de vida saludable, dormir lo suficiente, llevar una dieta equilibrada, hacer ejercicio con regularidad y realizarse controles de salud periódicos ayudarán a detectar anomalías de forma temprana.
Fuente: https://dantri.com.vn/suc-khoe/dau-hieu-tren-goi-va-chan-buoi-sang-co-the-canh-bao-ung-thu-20251025081532611.htm






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