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Identificar argumentos falsos y conspiraciones políticas
Una de las falsas y peligrosas distorsiones que han sido difundidas activamente por fuerzas hostiles y reaccionarias es que la política de racionalización del aparato organizativo del sistema político no es más que una transferencia de poder dentro del Partido, una manifestación de luchas internas y purgas entre grupos de interés. Creen que la reorganización y consolidación del aparato organizativo no tiene como objetivo servir al pueblo ni mejorar la eficacia de la gestión estatal, sino que es una excusa para reestructurar el poder interno, eliminar a los opositores y consolidar la posición de un determinado grupo de cuadros.
Este argumento se expresa de manera sofisticada e intencionada. A menudo se aprovechan de la movilización, rotación, nombramiento o destitución de cuadros —procesos normales en la organización y gestión de recursos humanos— para inferir que se trata de «luchas de poder». Algunos casos de cuadros disciplinados o no reelegidos según el reglamento también se califican como «derrocados por otras facciones», no por la necesidad de racionalizar el aparato ni por una capacidad insuficiente. La naturaleza de este argumento es distorsionar los motivos y objetivos de la reforma del Partido; desvían deliberadamente la opinión pública del tema central de mejorar la eficacia y la eficiencia del aparato político, con el fin de generar escepticismo y pérdida de confianza entre los cuadros, los miembros del partido y la ciudadanía. Suscitan dudas sobre la transparencia del trabajo de la organización de cuadros, incitando así gradualmente conflictos internos, dividiendo el bloque de solidaridad dentro del Partido y pretendiendo negar el papel de liderazgo del Partido en el proceso de reforma del aparato estatal.
Se observa que esta táctica, si bien no es nueva, sigue siendo peligrosa en el contexto de la racionalización del aparato organizativo que nuestro Partido y Estado están llevando a cabo, junto con la reestructuración y la mejora de la calidad del personal. Por un lado, se aprovechan de la inquietud de algunos empleados ante los cambios organizativos; por otro, pretenden explotar la falta de comprensión o las ideas erróneas de la población para sembrar dudas y minar la confianza en las principales políticas y directrices del Partido y del Estado.
Refutar y combatir algunas opiniones erróneas, hostiles y políticamente conspirativas.
En primer lugar, la racionalización del aparato político es un requisito objetivo y correcto. La Resolución 6 del XII Comité Central señaló que se debe "continuar innovando y reorganizando el aparato del sistema político para racionalizarlo y lograr un funcionamiento eficaz y eficiente". La Resolución señaló claramente las deficiencias del aparato actual, tales como la complejidad excesiva, la duplicación de funciones y tareas, la existencia de numerosos niveles intermedios, un gran número de empleados y una baja eficiencia. A partir de ahí, se establece el requisito de innovar la organización en la dirección de la racionalización, la reducción de los puntos focales, el ahorro de gastos presupuestarios y la mejora de la eficacia de la gestión y la calidad del servicio a la ciudadanía.
Esta política se reafirma y especifica en las conclusiones del Politburó, tales como: la Conclusión n.° 34-KL/TW, de 7 de agosto de 2018, sobre la implementación de la política de racionalización de la nómina y reestructuración del contingente de cuadros, funcionarios y empleados públicos; la Conclusión n.° 65-KL/TW, de 28 de octubre de 2019, sobre la continuación de la implementación de la Resolución del IV Comité Central de los períodos XI y XII sobre la construcción y rectificación del Partido; y la Conclusión n.° 48-KL/TW, de 26 de abril de 2022, sobre la organización del aparato de las agencias especializadas que asesoran y asisten a los comités provinciales del Partido. Estos documentos enfatizan unánimemente el espíritu de que la reestructuración de la organización va de la mano con la mejora de la calidad del contingente, el fortalecimiento de la disciplina y el orden en el trabajo de personal, no en beneficio de grupos, ni en nombre de una reforma para servir a intereses partidistas.
En el XIII Congreso del Partido (2021), nuestro Partido reiteró: «Continuar innovando y perfeccionando el aparato organizativo del Partido y el sistema político simplificado, operando con eficacia y eficiencia; simplificar la nómina para mejorar la calidad del personal…». El documento también exige la correcta implementación de modelos piloto, como la fusión de varias agencias con funciones similares y la creación de puestos simultáneos para reducir los niveles intermedios y los costos del aparato.
Los proyectos de ley del XIV Congreso continúan heredando y desarrollando la política anterior, haciendo hincapié en: "Perfeccionar y aplicar rigurosamente el mecanismo de control del poder, previniendo el abuso de poder y las violaciones de la disciplina y el orden. Impulsar la fusión de varios organismos del Partido y del Estado con funciones y tareas similares; racionalizar resueltamente la organización, el aparato y la nómina, junto con la reforma salarial y la mejora de la calidad de los cuadros".
Por lo tanto, la racionalización del aparato gubernamental no es una actividad interna ni una «purga» de poder, sino un proceso de reforma administrativa integral, con una clara orientación y una supervisión estrecha y constante desde el nivel central hasta el local. Esta política surge de la necesidad de mejorar la eficacia de la gobernanza nacional, construir una administración moderna al servicio del pueblo, y en ningún caso con el propósito de monopolizar el poder o eliminar facciones distorsionadas por fuerzas hostiles.
La distorsión y falsificación deliberadas de la naturaleza de esta política evidencian la conspiración para generar una opinión pública negativa, dividir internamente al Partido y erosionar la confianza de los cuadros, los militantes y las masas en su dirección. Por consiguiente, identificar y refutar los argumentos falsos y distorsionados sobre la reforma organizativa constituye hoy una tarea política urgente, que contribuye a salvaguardar los fundamentos ideológicos del Partido en la nueva coyuntura.
En segundo lugar, la disposición y reorganización del aparato debe seguir los principios de democracia, transparencia, con una hoja de ruta clara y autoridad.
La reorganización del aparato estatal es una tarea que llevan a cabo los organismos estatales de acuerdo con sus funciones, tareas y procedimientos legales, bajo la estricta supervisión de la Asamblea Nacional, los Consejos Populares de todos los niveles y la participación del Frente de la Patria de Vietnam y organizaciones sociopolíticas en la supervisión social. Por ejemplo, el contenido de la reorganización de las unidades administrativas de nivel distrital y comunal, o el modelo de organización del gobierno local a nivel provincial y distrital, debe someterse a la consideración y decisión de la Asamblea Nacional y su Comité Permanente, de conformidad con lo dispuesto en la Ley de Organización del Gobierno Local de 2015 (modificada y complementada en 2019). Además, la política de reestructuración del aparato se implementa también sobre la base de una amplia consulta a todo el Partido y al pueblo, a través de canales oficiales como la consulta sobre documentos del Congreso, la contribución a resoluciones, proyectos de ley, decretos, etc. De ello se desprende que todo el proceso de reforma del aparato no es una actividad interna cerrada, ni un abuso de poder por parte de ninguna organización o individuo, sino un proceso de reforma institucional organizado democrática, científica y legalmente, con control del poder, supervisión social y que garantiza el papel central del pueblo en todas las decisiones importantes.
La tergiversación que hacen las fuerzas reaccionarias de este proceso, calificándolo de «toma de poder», es una falacia peligrosa e intencionada. Su objetivo es socavar la confianza del pueblo en la dirección del Partido y en el correcto funcionamiento del Estado de derecho de la República Socialista de Vietnam.
Todos sabemos que la racionalización del sistema político en muchas localidades del país ha demostrado claramente su corrección, eficiencia y transparencia en la organización e implementación. No hay indicios de que se trate de un proceso de "lucha de poder" o "transferencia interna", como se afirma erróneamente. Por el contrario, los resultados concretos demuestran que es un paso inevitable y racional para mejorar la eficacia y la eficiencia en la atención a la ciudadanía. Por ejemplo: tras la fusión, el país se redujo de 63 provincias y ciudades a 34, incluyendo 28 provincias y 6 ciudades administradas centralmente; el número de unidades administrativas a nivel comunal, tras la reorganización, se redujo de 10.035 a más de 3.321. Las localidades han completado prácticamente la reorganización y consolidación: se establecieron y pusieron en funcionamiento 465 organismos especializados dependientes del Comité Popular Provincial y 9.916 departamentos especializados a nivel comunal. En la provincia de Thanh Hoa, después de la fusión, había 166 unidades administrativas a nivel de comuna, en comparación con las 547 unidades anteriores, incluyendo 147 comunas y 19 barrios, de las cuales 21 comunas permanecieron iguales y 126 comunas fueron creadas después del acuerdo.
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Los resultados anteriores no solo confirman la eficacia, sino que también demuestran la transparencia y la estabilidad en la implementación de la racionalización del aparato en las localidades. Este proceso no es una «lucha por el poder», sino que busca implementar el espíritu de la política del Partido con el requisito de «perfeccionar el aparato sincrónico, racionalizado, eficaz y eficiente, mejorando la calidad del equipo de cuadros». Por lo tanto, refutar y combatir estos argumentos erróneos es una tarea importante de todos los cuadros, miembros del partido y el pueblo, para proteger la causa de la construcción y el desarrollo nacional, fortalecer la confianza del pueblo en el liderazgo del Partido, contribuir al mantenimiento de la estabilidad política y salvaguardar los logros de la revolución.
Es necesario implementar varias soluciones de forma síncrona.
Para combatir eficazmente los argumentos falsos y distorsionados que presentan la racionalización del aparato estatal como una manifestación de la transferencia de poder dentro del Partido, es necesario, en primer lugar, impulsar el trabajo ideológico y teórico de manera integral y profunda. En segundo lugar, es necesario mejorar la capacidad de identificar y exponer las tácticas de distorsión en el ciberespacio, que se está convirtiendo en el frente principal de la estrategia de "evolución pacífica" de las fuerzas hostiles. Las autoridades, los medios de comunicación, las organizaciones sociopolíticas y, en especial, las unidades especializadas en ciberseguridad deben coordinarse estrechamente y monitorear de cerca la evolución de la opinión pública para detectar y sancionar rigurosamente a quienes difunden noticias falsas y distorsionan las políticas del Partido. En tercer lugar, es necesario seguir perfeccionando el sistema institucional, estableciendo funciones, autoridades y responsabilidades claras, y evitando duplicidades o vacantes en la administración estatal. Los órganos electos, como la Asamblea Nacional y los Consejos Populares en todos los niveles, deben fortalecer su papel en la supervisión de la implementación de las resoluciones y proyectos de racionalización del aparato estatal, tanto a nivel local como central. En particular, los resultados de la implementación deben hacerse públicos para que la ciudadanía pueda monitorearlos y evaluarlos, fortaleciendo así la confianza y generando consenso en la sociedad. En cuarto lugar, es necesario vincular la racionalización de la estructura administrativa con la mejora de la calidad del personal y la construcción de una administración pública profesional y moderna. Por lo tanto, es preciso seguir impulsando la selección, la formación, el desarrollo y la evaluación de los funcionarios en función de criterios de capacidad y eficiencia laboral, en lugar de basarse en el cargo o las relaciones personales. Asimismo, es necesario establecer un mecanismo claro y transparente de selección de personal para eliminar a las personas no cualificadas, creando un entorno laboral competitivo y sano que fomente el desarrollo del potencial de cada individuo.
En resumen, la política de racionalización del aparato del sistema político es un paso estratégico, inevitable y objetivo para construir una administración ágil, eficaz y eficiente al servicio del pueblo. El hecho de que fuerzas hostiles distorsionen deliberadamente la naturaleza de esta labor no solo genera suspicacias entre los cuadros y miembros del partido, sino que también divide el bloque de la gran unidad nacional y socava la confianza del pueblo en el liderazgo del Partido. Por lo tanto, proteger la política de racionalización del aparato contribuye también a proteger al Partido y a salvaguardar la senda correcta de reforma y desarrollo del país en el nuevo período. Esto no es solo una tarea política, sino también una responsabilidad de cada cuadro, miembro del partido y ciudadano en la construcción de un Estado socialista de derecho, creando una administración moderna, honesta y al servicio del pueblo.
Le Thi Anh - Centro Político del Distrito de Hac Thanh
Fuente: https://baothanhhoa.vn/dau-tranh-chong-lai-luan-dieu-xuyen-tac-phan-dong-ve-tinh-gon-bo-may-cua-he-thong-chinh-tri-260896.htm






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