Desde la década de 1980, existen clases de refuerzo escolar. Muchas escuelas han organizado inspecciones sorpresa y han sancionado a los profesores que infringieron las normas. Sin embargo, con el paso del tiempo, estas clases se hicieron más numerosas, sofisticadas y difíciles de controlar. Algunos profesores impartían clases en secreto, mientras que algunos padres las financiaban.
"Tres notas" se convierten en excelentes estudiantes
Un padre, antiguo alumno mío cuyo hijo está en primaria, comentó: «En mi tiempo libre, revisaba los estudios de mi hijo y veía que se le daban bien la lectura, la escritura y las matemáticas. Sus notas eran de 5 o 6 puntos. Cada vez que me reunía con su profesora, me decía que aún tenía dificultades». Sin embargo, después de apuntarlo a clases de refuerzo con su tutor, sus notas subieron muchísimo, hasta 9 o 10 puntos, tras solo unas pocas sesiones.
«Si mi hijo progresa después de uno o dos meses de estudio, está bien. Pero después de solo tres apuntes, pasa de ser un alumno flojo a un alumno excelente. ¿Así funcionan las clases particulares, profesor?», preguntó el padre con una sonrisa triste. La pregunta me sorprendió y me hizo reflexionar sobre la imagen de la profesión docente ante los inquietantes cambios que se están produciendo.

La imagen de la enseñanza y el aprendizaje extraescolares tiene muchos rincones oscuros que sacuden la fe en la educación .
Foto: ChatGPT
Doy clases particulares a los niños yo sola porque el colegio no permite repetir.
Otra madre pidió que su hijo repitiera primero de primaria porque veía que aún no sabía escribir su nombre. Sin embargo, la escuela se negó con el argumento de que «no hay cupo para alumnos que repitan curso». Sin otra opción, decidió que su hijo se quedara en casa más de 45 días y aprendiera por su cuenta desde cero. Su hijo practicó la escritura y las matemáticas con su madre. Leía despacio y poco a poco fue mejorando su velocidad, escribía su nombre con pulcritud y ya no tenía problemas con la suma y la resta. Como resultado, su hijo progresó notablemente y se puso al día con el programa.
«No pasa nada si mi hijo va un año tarde en la escuela, siempre y cuando tenga una base sólida», dijo la madre con lágrimas de felicidad. Ahora el niño está en octavo grado, va más lento que los demás niños de su edad, pero para esta madre, con tal de que su hijo tenga una base sólida, no hay problema en que vaya un año tarde.
Cuando las calificaciones se "vinculan" a clases adicionales
Un alumno contó que, en sexto grado, tras asistir a clases particulares en casa de su profesor habitual, descubrió que el examen de clase era idéntico al de práctica de las clases particulares. Incluso hubo un alumno que solo obtuvo 5 puntos en el examen de clase, pero al repetirlo en las clases particulares, su nota cambió a 9.
Cuando esta estudiante estaba en el último año de secundaria, al elegir una carrera y universidad, le sugerí que estudiara educación. Guardó silencio. Al llegar a casa, me envió un mensaje largo contándome sobre un trauma del pasado.
T.D., estudiante de décimo grado en una escuela especializada, afirmó que deliberadamente no tomó clases adicionales con el profesor que impartía sus clases regulares. «Quiero que se evalúe mi capacidad real y no que los profesores me "sugieran" preguntas durante el examen. Además, estudiar con dos profesores distintos me ayuda a aprender más enfoques», explicó.
Algunos compañeros también tienen opciones similares. Pero también hay estudiantes que optan por tomar clases particulares con los profesores habituales debido a la continuidad de las clases, lo cual resulta conveniente para estudiar y repasar.
El alumno V. pasó a la pizarra para resolver un problema de matemáticas simplificando una desigualdad que había aprendido en clases de refuerzo. El profesor de la clase regular no la reconoció y preguntó en voz alta: "¿De quién es esto?". Toda la clase guardó silencio. Tras resolverlo él mismo de otra manera, el profesor obtuvo el mismo resultado que el alumno, pero de una forma más compleja.
Estas situaciones causan daños psicológicos a los estudiantes, generan conflictos entre profesores y afectan la reputación de la escuela. Estos momentos tensos en el estrado dañan la imagen del profesorado.

Las actividades docentes y de aprendizaje adicionales no son del todo negativas, pero si no se controlan adecuadamente, distorsionarán el entorno educativo.
Ilustración: Nhat Thinh
La separación es necesaria
Considerando el panorama general de la enseñanza y el aprendizaje extracurriculares, es necesario separar a los alumnos que reciben enseñanza extracurricular de los alumnos regulares.
La Circular 29 del Ministerio de Educación y Formación prohíbe a los docentes impartir clases particulares a los alumnos que forman parte de sus clases regulares. Esta medida constituye un límite necesario para garantizar la equidad y la objetividad en la educación.
Para acabar con la situación generalizada de clases extraescolares, se necesitan muchas soluciones: mejorar los ingresos de los profesores, mejorar la calidad de las horas lectivas regulares, innovar los métodos de evaluación y fomentar la confianza entre alumnos y padres.
Las actividades docentes y de aprendizaje adicionales no son del todo negativas, pero si no se controlan adecuadamente, distorsionarán el entorno educativo.
Fuente: https://thanhnien.vn/day-them-hoc-them-nhung-gam-mau-sang-toi-185250616093324313.htm






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