Artículo y fotos: THU SUONG
Algunos hábitos alimentarios y de conservación de alimentos, aparentemente inofensivos, pueden provocar intoxicación alimentaria en climas cálidos. El Dr. Do Hong Nhan, subdirector del Departamento de Nutrición del Hospital General de Can Tho , señala hábitos perjudiciales y ofrece recomendaciones útiles para conservar los alimentos e implementar una dieta segura, especialmente para personas mayores y niños.
Los nutricionistas señalan que las personas mayores y los niños deben prestar atención a una dieta equilibrada y garantizar la higiene de los alimentos.
La intoxicación alimentaria es una afección causada por el consumo de alimentos contaminados, tóxicos o en mal estado, con conservantes o aditivos no regulados. Una intoxicación grave puede ser perjudicial para la salud y la vida. Sin embargo, la mayoría de los casos de intoxicación son leves o moderados, y rara vez graves y críticos. La recuperación es rápida si se trata de forma adecuada y oportuna; el paciente estará completamente sano tras unos días de tratamiento.
Actualmente, con el calor y las altas temperaturas ambientales, los alimentos se echan a perder rápidamente y se echan a perder con facilidad. Por lo tanto, las personas son extremadamente cuidadosas con la seguridad e higiene alimentaria. Por lo tanto, es necesario tener en cuenta ciertos hábitos al usar y conservar los alimentos para reducir el riesgo de intoxicación. Entre ellos, el hábito de consumir alimentos crudos como carne poco hecha, morcilla, mariscos poco cocidos, embutidos, conservas, salchichas agrias y encurtidos que han estado encurtidos durante mucho tiempo. El hábito de usar alimentos refrigerados y congelados de forma incorrecta: mezclarlos, no clasificarlos, no envasarlos con antelación o almacenarlos durante demasiado tiempo. En particular, descongelar los alimentos muchas veces en lugar de dividirlos en porciones suficientes para un solo uso, envasarlos antes de guardarlos en el congelador...
La intoxicación alimentaria puede ocurrir después de unos minutos, unas horas o incluso uno o dos días de que el sistema digestivo haya consumido todos los alimentos. Dependiendo de la toxina, los síntomas pueden variar de leves a graves: dolor abdominal intenso, vómitos, diarrea, fiebre, deshidratación y desequilibrio electrolítico.
Al vomitar y tener diarrea, el cuerpo se deshidrata y pierde el equilibrio electrolítico. En esta etapa, no se deben usar medicamentos antieméticos ni antidiarreicos de inmediato; es necesario rehidratar y ajustar el equilibrio electrolítico. La solución preferida es Oresol, preparada según las recomendaciones del Ministerio de Salud . Además, se pueden usar agua tibia, papilla con sal y azúcar cuando no se dispone de Oresol. Muchos pacientes tienen el hábito de tomar antidiarreicos en caso de intoxicación alimentaria, lo cual no se recomienda. Los pacientes deben ser trasladados al centro médico más cercano y rápido para recibir tratamiento con antibióticos, líquidos intravenosos y un tratamiento sintomático oportuno, seguro y eficaz.
Para prevenir intoxicaciones alimentarias, compre alimentos frescos de origen seguro. Elija productos de instalaciones certificadas de seguridad alimentaria. Revise cuidadosamente el estado de los alimentos, su fecha de caducidad, que el envase no esté roto y que no presenten color ni olores inusuales. Almacene los alimentos frescos y procesados adecuadamente. Observe el método y el tiempo correctos de refrigeración o congelación. Consuma alimentos cocinados y beba agua hervida previamente enfriada. Consúmalos inmediatamente después de su preparación; no los cocine demasiado para recalentarlos varias veces. Asegúrese de mantener la higiene de los utensilios y de las manos antes, durante y después de preparar los alimentos.
Los ancianos y los niños tienen sistemas inmunitarios débiles. Para prevenir el riesgo de intoxicación alimentaria, es necesario llevar una dieta equilibrada y garantizar la higiene. Las personas mayores deben consumir alimentos fáciles de digerir, lo que ayuda a reducir la carga en los intestinos y el estómago. Complementar el sistema digestivo con alimentos que contengan probióticos ayuda a reequilibrar la microflora intestinal. En el caso de los niños pequeños, la abstinencia excesiva o la prohibición no es beneficiosa para su desarrollo físico ni mental. Por lo tanto, los padres deben tener un plan para que sus hijos coman libremente, garantizando al mismo tiempo su seguridad. Deben elegir un lugar para vender y procesar alimentos que sea seguro para sus hijos. Deben prepararles un desayuno completo. Cuando los niños se vean obligados a comer comida rápida, deben limitar o reducir el uso de especias, salsas, etc. en los alimentos procesados para reducir la cantidad de sal o azúcar que entra en el cuerpo. Los niños deben consumir verduras y jugos de frutas para complementar las vitaminas y minerales necesarios en sus comidas. Ofrézcale a su hijo un refrigerio antes de ir de compras, elija porciones pequeñas, sus alimentos favoritos combinados con suplementos saludables. De esta manera, su hijo comerá de forma más deliciosa y segura.
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