Recientemente, el Departamento de Oftalmología del Hospital Nacional Infantil informó que, durante el último mes, atendió cerca de 50 casos de conjuntivitis aguda. De estos, entre el 10 y el 20 % de los niños presentaron complicaciones graves, tales como pseudomembranas que requirieron extracción y abrasiones corneales (arañazos en la córnea).
La conjuntivitis aguda (también conocida como ojo rojo) es una inflamación de la parte blanca y transparente del ojo (conjuntiva y párpados). Esta enfermedad suele aparecer en primavera y verano y se propaga fácilmente, llegando a convertirse en epidemias.
Imagen de una pseudomembrana en el ojo de un niño con conjuntivitis aguda. (Fotografía proporcionada por el hospital).
La enfermedad suele comenzar entre 3 y 7 días después de la exposición al agente infeccioso. Los síntomas incluyen congestión conjuntival (ojos rojos), lagrimeo y secreción ocular abundante (que puede ser blanca y pegajosa si la causa es un virus, o verde amarillenta si es una infección bacteriana). En niños pequeños, puede ir acompañada de síntomas de rinitis, faringitis, infección de las vías respiratorias, fiebre, etc.
En particular, en los niños, la enfermedad puede causar pseudomembranas (una membrana delgada y blanca que cubre la conjuntiva y que causa sangrado, prolonga el proceso de curación o puede dañar la córnea) y queratitis punteada superficial.
En algunos casos, la infección secundaria puede causar complicaciones como úlceras corneales, que afectan la visión a largo plazo del niño.
La conjuntivitis suele estar causada por virus, el 80% de los cuales son adenovirus, pero también puede ser causada por otros virus como el herpes, la varicela, los poxvirus, etc. Los niños contraen la enfermedad a través del contacto directo con secreciones de los ojos, la nariz y la boca, el contacto directo con personas enfermas, frotándose los ojos con las manos, compartiendo artículos personales con personas enfermas, etc.
Complicaciones de la queratitis punteada. (Fotografía proporcionada por el hospital).
Para prevenir la propagación de enfermedades, evite frotarse los ojos, la nariz y la boca, y lávese las manos regularmente con agua y jabón y desinfectante para manos.
Si le lagrimean los ojos o tienen mucha secreción, límpielos con pañuelos de papel o bastoncillos de algodón (de un solo uso) y tírelos a la basura con tapa para evitar contagiar a su familia y a las personas que le rodean. Desinféctese las manos después de limpiarse los ojos.
No use lentes de contacto si tiene conjuntivitis. Mantenga separados sus artículos personales, como alimentos, bebidas, lavabos, toallas, mantas y almohadas. Use mascarilla al toser o estornudar. Limpie mesas, sillas y áreas de juego de los niños con desinfectantes de superficies. Evite el contacto en lugares concurridos.
En particular, cuando los niños presentan síntomas como ojos rojos, ojos llorosos y mucha secreción, deben acudir a un centro de examen oftalmológico para recibir tratamiento oportuno y controlar las complicaciones.
Thu Phuong
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